¿Cuánto tiempo llevaba ahí? A ciencia cierta no lo sabía, recordaba que Eiji mencionó el fin de semana pero ¿Hace cuanto fue eso? El tiempo había dejado de existir en su vida. Podría llevar días, semanas, horas, todo se sentía igual, era la misma tortura sin importar la hora.Se sentía fatal, sucio, cansado tanto física como emocionalmente, quería ir a casa con su familia, ir a la escuela para ver las mismas caras de siempre, decirle a Eugeo sus sentimientos.
¿A caso era cierto lo que le dijo? Que nadie estaba buscándolo, que no lo extrañaban y que sus vidas eran normales sin él. Le costaba creerlo pero realmente nunca hizo nada para marcar a nadie, si él desapareciera del universo nadie iba a notarlo, el mundo no dejaría de girar por él así que no importaba; su existencia era irrelevante.
Durante esos días lo había comprendido, ahora debía vivir como objeto, era la vida que eligió con su estupidez. Si tan solo hubiera pedido ayuda en el momento indicado se hubiera ahorrado todo lo que le pasó pero era muy tarde para eso.-Solo debo tomar unas cosas y nos iremos-
-¿Irnos? ¿A dónde?- preguntó algo asustado.
-Es parte de la sorpresa- tomó una mochila y salieron de la casa- Sube al auto-
Lo hizo sin preguntar más, el camino fue demasiado largo (cuatro horas de ruta) llegaron a su destino, subió las escaleras en total silencio, al entrar a la habitación notó que era bastante pequeña, fue guiado a un cuarto.
-Pasa- le abrió la puerta y lo dejó pasar.
-Si-
Era un cuarto con una ventana pequeña en la parte de arriba, estaba bastante oscura; la cama estaba en la esquina en la pared donde estaba la puerta, había un escritorio de metal con una silla que lucía bastante pesada y un pequeño closet, en general le daba muy mala espina.
-Mi sueño era seguir con nuestro trato por más tiempo pero por condiciones laborales no se podrá, así que pensé en traerte aquí-
-Terminemos con esto- dijo un poco asustado.
-No hay prisa- sonrió con malicia.
Lo empujó contra la pared y empezó a besarle el cuello, lo estaba manoseando de forma asquerosa; luchaba por quitárselo de encima pero en vano, el maldito tenía demasiada fuerza.
No hace falta mencionar que estuvo usándolo por muchas horas hasta el anochecer; le dolía todo el cuerpo y quería huir pero le era imposible, estaba llorando de la impotencia.
-Ya basta, por favor- le suplicó- Ya es tarde, mi madre va a estar preocupada, debo volver-
-¿Volver? Mi querido Kazy, tu nunca vas a volver- se le acercó al oído- Te quedarás para siempre en este cuarto- se levantó y salió de la habitación, dejando solo al pelinegro.
Escuchó la puerta cerrarse así que se levantó y trató de abrirla pero no cedió parecía que estaba sellada por fuera, tomó con su poca fuerza la silla del escritorio y empezó a golpear la puerta, gritaba por ayuda pero nadie parecía escucharlo; le dolía demasiado la cadera pero debía salir de ese lugar debía volver con su familia y disculparse con su madre por haberle gritado, decirle a Sugu que no se preocupara por él, contarle a Eugeo lo que pasaba ahora que la situación se le salió de las manos pero fue imposible, la bendita puerta nunca cedió y supo entonces que todo estaba perdido.
Y así empezó su condena.Desde ese día el castaño lo atacaba con insultos y lo hacía sentir horrible, además que entraba y salía del cuarto para hacerle lo que quisiera. Tenía las muñecas quemadas donde siempre se las amarraba, las caderas le dolían y moría de ganas de salir de ahí; suplicar no bastaba, era obvio que no lo dejaría irse; lo alimentaba de vez en cuando pero si se negaba a comer abusaba de él, de la higiene personal se había olvidado hace mucho, el único lugar que tenía permitido visitar era ese cuarto, por ese motivo se sentía demasiado sucio sin mencionar que Eiji siempre lo llamaba juguete, perra, animal, basura, entre otros insultos que cada día lo hacían sentirse peor.
Por otro lado no podía sacarse una idea de la mente: Eugeo.
Estaba buscándolo ¿Verdad? Eso le gustaba pensar pero si no le había dicho a su familia de su relación significaba que no lo quería ¿O no?
-No puede ser posible- dijo al aire, últimamente hablaba mucho consigo mismo hasta que escuchaba la puerta y se quedaba callado- ¿Sus palabras son falsas? ¿Acaso es otro experimento? Pero no iría tan lejos por eso- lo meditó un poco- Ahora que lo pienso bien no se mucho de él, no conozco su color favorito ni su cumpleaños, nunca he visto a su familia y solo se que Alice es su mejor amiga; nos compartimos nuestro día a día pero jamás le he preguntado por su pasado, lo único que se es que cocina porque se repartió las tareas con su hermano. Aunque yo tampoco le he dicho mucho de mi ¿Eso podría llamarse amor?- cerró los ojos ligeramente- Él siempre dice que me ama y yo nunca he podido corresponder sus palabras, no se molesta y sonríe gentilmente- se sonrojó un poco- Si tan solo pudiera verlo otra vez le diría que lo amo, y me disculparía por haberle ocultado cosas- empezó a llorar, lo hacía desde hace tiempo- Quiero escucharlo una vez más, ver su cara con esa tonta sonrisa y besarlo aunque sea una última vez, así podría irme sin remordimientos- sollozó con fuerza- Sachi ¿Ya cumplí la promesa? Encontré a alguien especial para mi y estoy dispuesto a hacer lo que sea para que este bien ¿A eso te referías? No importa, creo que lo arruine totalmente. Si me esta buscando y me encuentra no querrá tener mercancía dañada; le fallé y aceptaré si no quiere estar conmigo otra vez, solo permiteme verlo otra vez, por favor. Necesito decirle que lo amo y no me importa si solo esta usándome para otro experimento, quiero hacerle saber que el futuro no es tan malo como él piensa y que yo estaré a su lado para siempre. Lo amo, por favor, si hay alguien escuchando mi plegaria, déjame verlo solo un poco, una vez más - escuchó el sonido de la puerta y trató de prepararse.
Sabía que debía contestar con la palabra "Bienvenido" pero en cuanto escuchaba esa voz su estomago se revolvía y quería vomitar también le entraban ganas de llorar por el miedo y asco que le causaba. Cerró sus ojos con fuerza y abrazó sus piernas.
-¿Kirito?-
-¿Eugeo?- respondió con miedo, sentía que estaba soñando.
-¡Kirito!- sintió como lo rodeaban unos cálidos brazos- Por fin te encontré- escuchó como la voz estaba quebrada- Kirito-Fin
Acá no jajajaj, me gustó mucho escribir este capítulo y por fin ocurrió, por fin se reunieron nuestros bebes. Haciendo cuentas puedo decir que esta historia va como al 95% pero creo que si tendrá un poquito más de 50 capítulos.
Un dibujo de Eugeo mexicano que le debía a @Zaraysans Es el gemelo malvado c:
En fin, vota y comenta ¿Qué opinan del rencuentro?
Los quiero mucho, cuídense y nos leemos en el próximo capítulo.
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Enamorando al gamer
FanfictionKazuto es un gamer solitario que prefiere pasarse las tardes jugando que hacer otra cosa-, por otro lado su vecino de enfrente, Eugeo, siempre lo observa desde su ventana preguntándose si ese chico puede tener sentimientos hacia algo que no sean los...