2 semanas, llevaba dos semanas sintiéndose miserable; Alice lo encontró durmiendo en el parque y tuvo que escuchar un gran sermón de su parte. No entendía nada ¿Por qué la actitud del pelinegro? Quería ir y preguntarle pero siempre que pasaba cerca de su cuadra lo veía salir junto a su madre o su hermana y no podía acercarse además observaba que efectivamente su madre estaba vendiendo sus cosas.
Durante ese tiempo no se había detenido del todo, estaba buscando un trabajo para poder continuar en la escuela y quería ayudarle a los padres de Alice con las cuentas o incluso conseguir su propio departamento para no causar problemas, pero en ningún lugar querían contratarlo. Así que se sentía inútil, desempleado y rechazado.
-¿Hasta cuando vas a levantarte?- lo regañó su amiga- Es muy tarde-
-Ya se, solo que anoche tuve esa pesadilla otra vez-
-¿Dónde Kazuto te dice que terminen?-
-Si- se sentó en la cama y suspiró- No entiendo porque lo dijo y entre más lo pienso menos sentido tiene-
-No soy experta en el tema pero quizá lo amenazaron- sugirió el chica- Deberías hablar con él-
-Lo intento pero siempre sale de casa- volvió a tirarse- Voy a enloquecer-
-Ve, ahora mismo- lo alentó- Tengo el presentimiento que esta ahí y podrás arreglar las cosas-
-¿Hablas en serio?- la miró con un ligero brillo en los ojos.
-Si, tu lo amas y se que él te ama también- se levantó y caminó a la salida del cuarto-Debe tener una explicación-
-Tienes razón, no se lo que esta pasando pero planeo averiguarlo- se levantó de golpe y salió de la casa rápidamente.
-¡Estás en pijama!- gritó la rubia pero fue ignorada- Suerte, amigo-
Una vez que estuvo frente a la casa de los Kirigaya recuperó el aliento, se reincorporó y tocó la puerta, fue recibido por Midori que lo miró un tanto extrañada.
-Eugeo-kun, que sorpresa, adelante- se hizo a un lado para dejarlo entrar- Pensé que no te vería por aquí en un largo tiempo-
-Disculpe la intromisión- entró y se quedó parado en la sala- ¿Se encuentra Kirito? Me urge hablar con él-
-Toma asiento por favor- ambos se sentaron- ¿Té?-
-No gracias- se acomodó en otra posición, se sentía algo incómodo y tenso- ¿Pasa algo?-
-Si, me enteré que tu madre te ha corrido de su hogar- desvió la mirada- Lamento mucho eso ¿Dónde te estas quedando?-
-Con mi amiga Alice, bueno lo hago en lo que consigo un trabajo y luego rentar en algún otro lugar- aclaró- Y en cuanto a mi madre supuse que algo así iba a pasar cuando se enterara de mi relación-
-Entiendo- lo miró- Kazuto terminó contigo ¿Cierto?-
Eugeo quedó algo congelado, no se imaginó que la señora Kirigaya estuviera al tanto de la situación pero por alguna razón se relajó.
-Si, vine a verlo en día que ganó el juicio pero me dijo que sería mejor estar separados- suspiró- He querido aclarar las cosas desde ese día pero no encontraba la oportunidad-
-Lo siento. La verdad es que ha estado actuando muy raro desde entonces, se niega a hablar conmigo sobre lo que le hizo ese desgraciado y tampoco quiere ir a un psicólogo, dice que estará bien y que lo superará de la misma manera en que se metió a ese lío: solo- la mujer juntó sus manos- También me dijo que te había dejado, cuando le pregunté el porque respondió que tu merecías algo mejor-
-¿Eso dijo?- preguntó sorprendido.
-Eso dijo, supongo que tenía miedo a que lo rechazarás o algo así-
-¿Acaso es idiota?- empezó a enojarse.
-Suguha y yo iremos de compras, él esta jugando en su habitación- sonrió- Asegúrate de trasmitirle todos tus sentimientos-
Pasaron unos minutos y ambas chicas se fueron de casa, el rubio quería calmarse antes de subir al cuarto del ojinegro pero le era imposible ¿Merecer algo mejor? Que idiotez más grande.
Totalmente enojado entró al cuarto de su ex-vecino y lo encontró con los cascos puestos jugando algo online, sinceramente no le importó. Tomó una de los brazos de su silla y lo hizo dar la vuelta para que lo viera.
-¿Eugeo?- el mencionado le quitó los cascos y los arrojó lejos.
-¡No te atrevas a subestimar mis sentimientos, idiota!- si, estaba enojado y estaba siendo irracional- ¿Qué merezco algo mejor? Es la estupidez más grande que he escuchado- tomó aire- ¡Solo hiciste lo mejor para ti! ¿No quieres hablar con nadie acerca de lo que ocurrió? No me importa eso; Kirito no me hubiera arriesgado tanto por ti si no estuviera listo para enfrentar el futuro- se le acercó- Dime de frente ¿Realmente quieres terminar esto?- lo tomó del cuello de la camiseta- No decidas que es lo mejor para mi sin siquiera preguntarme- lo soltó y se separó un poco más calmado- No se en que piensas pero no soy monstruo, no te dejaría por nada del mundo-
Se dedicó a mirar al chico que tenía en frente, tenía la mirada agachada y parecía que lloraría en cualquier momento. No sabía que hacer, ya había dicho todo lo que pensaba en ese momento y vaya que lo dijo de una forma muy energética.
-Eugeo- apenas pudo escucharlo- No mereces esto-
-¿A qué te refieres? ¿A ser botado de la nada? Obviamente no me lo merezco- trató de sonar relajado pero empezaba a enojarse otra vez.
-Eiji usó mi cuerpo hasta el cansancio, ya no tengo nada que pueda ofrecerte- volvió a girar la silla para darle la espalda- Te engañe por tanto tiempo y eso no tiene perdón alguno, yo deseaba con tantas fuerzas poder verte para decirte esas palabras y luego dejarte hacer tu vida- suspiró- No mereces tener un objeto, ni a una perra, ni mercancía dañada; encontrarás a alguien que no te mienta y sea digno de estar a tu lado-
-Kirito, si realmente piensas eso dímelo a la cara-
-No-
-Tsk- volvió a girar la silla pero con más violencia- ¡Entiende esto: Yo nunca te he visto como un objeto que puedo usar y desechar! Eres la persona a la que más amo en la vida- empezó a llorar- ¿Por qué no puedes entender eso? Si no me quieres contigo por lo menos déjame ayudarte a superar esto, por favor no me olvides-
-¿Estas dispuesto a estar con alguien que ha perdido toda su valía?- le susurró.
-Si piensas que has perdido tu valor es tu problema, para mi eres la persona más bella del mundo, el único que ha podido hacerme sentir de tantas formas a la vez y con quien me gustaría pasar el resto de mis días-
-No sería justo para ti-
-Déjame aclarar algo: al principio fui un total idiota contigo al punto de usarte para un tonto experimento y cunado pensé que iba a perderte preferí renunciar a mi mano, y luego te llevaron de mi lado sentí que moriría, cada día que no sabía nada de ti me preguntaba ¿Cómo pude ser tan estúpido y no darme cuenta que él estaba mal? Cuando logré encontrarte tomé la decisión de que nada ni nadie volvería a separarnos- se hincó frente al pelinegro- Eso te incluye, yo no pensaba en el futuro, me daba miedo hacer un plan y que el destino se encargará de destruirlo pero desde que te conocí no puedo evitar estar agradecido porque ahora se que no importa el futuro que venga- le tomó las manos- Si estoy contigo todo esta bien-
-Quiero que entiendas una cosa Eugeo, ya no soy la misma persona que conociste, ahora no tengo mucho que ofrecerte, estoy dañado, como tu lo dijiste; sucio- se le cortó la voz- ¿Aún así quieres seguir con eso?-
-Si- respondió con una sonrisa sincera.
-¿A pesar de qué te mentí?- sonó más desesperado.
-Si-
-¡¿Aunque usaron mi cuerpo?!- el rubio lo atrajo hasta si de modo que ambos estaban de rodillas en el piso.
-Kirito, te amo; no me importa lo que ocurrió en el pasado pero si es algo que te molesta tanto podemos trabajar para superarlo juntos- le tomó las mejillas- No voy a perderte de nuevo-
-Te amo- comenzó a llorar- Perdón, lo siento, no quise hacer nada, no me dejó muchas opciones- se escondió en el pecho de su amigo- Siempre supe que irías por mi, te espere por tanto tiempo que tenía miedo que no llegarás, que las palabras de Eiji eran ciertas y que tendría que quedarme con él para siempre. Fui un tonto-
-Tranquilo, ese idiota pasará algún tiempo en prisión y si algún preso se entera porque lo encerraron pasará por cosas peores que las que te hizo- se separó un poco.
-¿Seguro de esto?- cuestionó una vez más.
-Dame un segundo- se levantó un poco la camiseta y arrancó un hilo suelto de esta, se acomodó en una rodilla de modo que parecía que iba a pedirle matrimonio- Kazuto Kirigaya, estoy dispuesto a darte mi vida entera ¿La aceptas?- le tomó la mano y empezó a amarrar el hilo en el meñique del mencionado- Si la respuesta es si entonces buscaremos la manera de que te sientas bien contigo mismo y dejes atrás el pasado-
-¿Y si digo que no?-
-Si dices que no tendría que salir de tu vida para siempre- le sonrió- ¿Qué dices?-
-No te aseguró que sea fácil tratar conmigo de ahora en adelante- también le sonrió- Pero quiero estar contigo-
Terminó de atar aquel hilo y se le acercó hasta que sus alientos se mezclaron, notó como Kirito cerraba sus ojos y entre abría sus labios; no quería presionarlo pero al verlo así, con un ligero sonrojo, no pudo resistirse y se acercó para poder besarlo.
Fue algo pequeño, solo para demostrar que sus sentimientos no iban a cambiar y que lo ayudaría a superar todo lo que tenía por delante. Se separaron y se levantaron del suelo.
-Por cierto, escuché de mi mamá que te corrieron de tu casa, ¿Fue por mi?-
-No del todo, mi madre odia a las personas con preferencias diferentes así que me dio a elegir entre abandonarte o dejar la casa- le tomó la mano.
-¿Y dónde te estás quedando?- preguntó preocupado mientras caminaban a la planta baja de la casa.
-En casa de Alice, quiero conseguir dinero para poderme ir y dejar de causarles problemas- de alguna u otra forma llegaron a la cocina.
-Entiendo- se sentó- ¿Por qué no te quedas aquí?-
-¿Eh?- de la nada el rubio empezó a cocinar- ¿No es algo repentino?-
-Sería mejor para nosotros- desvió la mirada- Además que te necesito cerca para poder enfrentarme a mi madre y decirle que iré a esas terapias-
-Lo mejor será hablarlo con ella- le sirvió algo ligero y se sentó a su lado- No quiero incomodarla-
-De acuerdo- empezó a comer y se rió ligeramente.
-¿Qué es tan gracioso?-
-Estas en pijama, cocinando y hablando tan preocupado, parece que fuéramos un matrimonio y mi bella esposa me estuviera cocinando el desayuno-
-¿A quién llamas "bella esposa"?- Lo tiró al suelo y empezó a hacerle cosquillas- Si vine aquí en pijama fue porque no podía resistir que me dejarás fuera-
-Me rindo, me rindo- decía el ojinegro entre risas.
-En todo caso tu serías mi esposa- quedó encima de él y paró de atacarlo- Eso sería lindo, por llamarte "esposa"-
-No digas cosas vergonzosas- le pasó los brazos alrededor del cuello- Te amo, Eugeo-
-Y yo a ti, Kirito-
Volvieron a besarse, ahora mismo se asegurarían de estar juntos, a ciencia cierta no sabían cuanto tiempo serían una pareja pero no importaba, lo importante ahora era borrar el pasado, disfrutar el presente y volar juntos al futuro.
Hola amixes ¿Cómo están? Yo ando bien pero un poco cansada.
Espero que haya quedado 100% claro el porque Kirito había decidido abandonar a Eugeo, básicamente no le queda autoestima y sentía que no podía ser feliz porque no tenía derecho y que Eugeo no merecía estar junto a alguien roto. Es un poco triste pero considerando todo lo que vivió tiene lógica.
Vota y comenta ¿Emocionados por el final? Espero hacer un capítulo super largo para abarcar muchas cosas que considero importantes y quiero decirles otra cosa respecto al final: Quiero hacer algo realista porque siento que esta historia mostró la cruda realidad y merece cerrar de manera que le haga honor a esto pero tranquilos, ya les había prometido un final feliz.
También estaba pensando que para mis futuras historias voy a separar los párrafos para darles más libertad de comentar. No se que piensen ustedes.
En fin, los quiero mucho, cuídense y nos leemos el próximo capítulo.
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Enamorando al gamer
Hayran KurguKazuto es un gamer solitario que prefiere pasarse las tardes jugando que hacer otra cosa-, por otro lado su vecino de enfrente, Eugeo, siempre lo observa desde su ventana preguntándose si ese chico puede tener sentimientos hacia algo que no sean los...