No pudo dormir bien, después de declarar que iba a dormir en lugar de estudiar para su examen se la paso rodando por la cama, oía que le enviaban mensajes pero no estaba de humor para contestar; al principio estaba feliz porque contaba con el apoyo de su hermano y eso era un punto a su favor sin embargo aún tenía ese presentimiento de que algo malo pasaría y no sabía como afrontarlo.
De camino a la escuela se topó con Alice, ella se veía realmente radiante, hablaba sobre lo maravilloso del amor; si, estaba de acuerdo con que el amor era algo magnifico y una sensación maravillosa pero entonces la rubia empezó a decir que esperaba con ansias el día que le diría a Eldrie que lo quiere. Ahora que lo pensaba un poco, él era el único en decir "te amo" y eso le preocupaba, se sentía como un amor no correspondido pero también sabía que Kazuto le demostraba su amor por medio de pequeños gestos, como invitarlo a su casa o tratar de iniciar. Aún así escucharlo de vez en cuando sería algo lindo.
Su examen había sido algo fácil a pesar de no haber estudiado, solo le faltaban un par de pruebas más y terminaría su martirio; tuvo una sesión de estudio con su amiga, de esta manera no tendría que estudiar en su casa.
Ese día tendría que terminar de grabar pero se sentía tranquilo, probablemente después de eso iría a casa de su pareja y pasarían un rato agradable, espero pacientemente el descanso.
Durante este se sentía animado pero notaba que su vecino estaba algo raro.
-¿Tienes algo, Kirito?- preguntó terminando su almuerzo.
-Nada en particular- contestó- Si tuvieras un problema me lo contarías ¿Verdad?-
-Claro que si- contestó nervioso ¿A caso ya habría descubierto la verdad?- Tu también me contarías ¿No?-
-Supongo que si- su voz se oía distante- Pero, si no pudieras decirme por una u otra cosa ¿Qué harías?-
-Resolverlo- lo miró- ¿Seguro qué estas bien? Te siento algo extraño-
-Lo siento, solo estaba divagando- se estiró y sintió como le llamaban, no quería contestar pero sabía que debía hacerlo- Permiteme un momento- se levantó y se alejó del rubio.
-Hey Kazy, ¿Cómo estás?- escuchó al otro lado de la linea.
-¿Qué quieres?- contestó algo preocupado.
-Solo quería saludarte y hacerte una pregunta- hizo una pausa- ¿Estás libre esta tarde?-
Sabía que le diría algo así pero si quería recuperar las facturas de su madre debía volver a esa casa, no podía negarse en ese momento además no sabía que pasaría si decía que no.
-Deje algo en tu sillón, son cosas de mi mamá que debe entregar el viernes en su oficina- pensó que si se lo pedía amablemente se ahorraría tiempo.
-¿Te refieres al sobre?- no esperó respuesta- Podrías venir por el- el tonó que usó no le gustó para nada, tuvo un mal presentimiento- Te espero-
El mayor colgó el teléfono sin darle tiempo de replica, volvió a sentarse junto a Eugeo y recargó su cabeza en su hombro. El ojiverde le besó el cabello y se recargó también. Ambos necesitaban energía para afrontar su situaciones.
-Cuando termine con lo de Alice pasaré por tu casa- comentó incorporándose.
-Saldré un rato, no se a que hora regrese- también se levantó- Pero puedo llamarte cuando termine-
-¿Saldrás?- asintió- ¿A dónde o con quién?- se oía algo molesto, tal vez celoso.
-Con Sugu, pasaré por ella cuando termine con el kendo e iremos de compras-
-Ve con cuidado, últimamente siento que algo malo va a pasar- le tomó la mano.
-Voy a estar bien- le correspondió el apretón.
-Te amo- lo besó- No lo olvides-
El pelinegro se sonrojó intensamente, no contestó pero se sentía más tranquilo tras escuchar las palabras de su pareja, era la fuerza que necesitaba para enfrentar a Eiji, quizá no le diría de su problema pero sabía que podía confiar en él y que tenía a donde volver; estaba feliz de tener a Eugeo en su vida.
Las clases terminaban con normalidad, ambos chicos caminaban hacía la salida, los caballeros de la integridad habían retomado actividades tras terminar de grabar el día anterior; cuando estuvieron en la entada recorrieron juntos una parte del camino hasta que le ojiverde tuvo que desviarse.
-Nos vemos más tarde- se despidió el ojinegro y siguió con su marcha a casa.
El rubio llegó al estudio de grabación, solo le faltaba grabar la muerte de su personaje, al parecer muere sacrificándose para vencer a Administrador; cuando terminó se sentó a esperar al padre de Quinella.
-Buen trabajo joven- le dijo y le dio una botella de agua- Gracias por ayudarnos en el proyecto-
-Gracias a usted por permitirme participar- le dio un trago al agua y suspiró.
-Algo te esta molestando, puedo saberlo por tu mirada-
-Estoy preocupado por- hizo una pausa, no estaba seguro de contarle a un extraño la situación sin embargo debía sacarlo con alguien- mi pareja, siento que algo malo va a pasar- volvió a suspirar.
-Si confías en tu pareja será mejor que le digas como te sientes- se sentó a su lado- La madre de Quinella y yo hemos tenido problemas en el pasado pero siempre los solucionamos hablando. El silencio puede ser un arma en tu contra, y sobre todo dañará a ambos-
-Confió en él pero si le digo lo que ocurre es probable que se moleste conmigo, le he dicho algunas mentiras a él y a mi familia-
-Ahora que dices "él" puedo entender un poco la situación- le tomó el hombro- Tienes miedo que tu familia no acepte su amor ¿Cierto?-
-Yo se que no lo aceptarán- volvió a suspirar- Pero él le ha contado a la suya y nos aceptaron sin problemas-
-Entonces lo mejor será tomar una decisión- lo miró a los ojos- ¿Qué es más importante para ti: Vivir libremente o seguir los estándares de los demás? Es difícil pero ¿Prefieres fallarte a ti mismo o al resto? Una vez que decides tu vida toma un rumbo distinto-
-¿No le doy asco?- lo miró esperanzado.
-Soy un hombre de negocios, yo juzgo a las personas de forma diferente- le sonrió- Será mejor que te vayas chico-
-Gracias señor- se puso de pie y salió de aquel lugar.
¿Por qué parecía que todos los demás estaban de acuerdo con eso menos su madre? Con esa pregunta en mente llegó a su casa, luego de saludar y comer se encerró en su cuarto y llamó a Kirigaya, no tuvo respuesta así que asumió que seguía de compras con su hermana.Por otro lado, la historia del pelinegro era distinta; después de despedirse de Eugeo fue a su casa para dejar sus cosas y comer algo, luego se dirigió a casa del mayor para recuperar las cosas de su madre, cada paso que daba se sentía incorrecto.
Por fin llegó al lugar, espero unos cuantos segundos hasta que abrieron la puerta, entró y espero pacientemente a que le entregará sus cosas pero obviamente no sería nada fácil.
-¿Podrías darme el sobre? Lo necesito-
-Podría hacerlo pero yo también necesito algo a cambio- comentó mirándolo de forma vulgar.
-¿Qué necesitas?- preguntó con temor.
-Ven- lo guió hasta su cuarto, y una vez que estaban los dos dentro cerró la puerta- Recuerda nuestro trato, Kazy-
-Ya lo se-
No sabía porque se lo recordaba en un momento como ese, lo vio sacar algo de un cajón. Cuando estuvo frente a él y le enseñó aquellas cosas supo que había cometido un gran error, no debió ir a esa casa, no debió mentirle a Eugeo, no debió tomar aquel sobre de la mesa sin saber que era. Estaba perdido, no había manera de escapar, tenía miedo, mucho miedo.Hola amigos ¿Cómo están? Yo me encuentro bastante bien c:
Vengo a hacerles un poco de spam, mi amiga @AndreaFake tiene una historia buenísima de BTS, si pueden y les interesa vayan a darle amors.
Vota y comenta ¿Qué creen qué pase en el siguiente capítulo?
Los quiero mucho, gracias por leer mi historia, votar, comentar. Nos leemos luego.
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Enamorando al gamer
FanfictionKazuto es un gamer solitario que prefiere pasarse las tardes jugando que hacer otra cosa-, por otro lado su vecino de enfrente, Eugeo, siempre lo observa desde su ventana preguntándose si ese chico puede tener sentimientos hacia algo que no sean los...