Capítulo 48

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Llegó el lunes, durante el fin de semana se arregló todo para el juicio que sería ese día, durante todo ese tiempo no había visto a Kirito y desde que se fue de casa no sabía nada de su familia solo de su hermano que le enviaba textos a través de Alice.
Ese día debía ir a declarar contra Eiji y se sentía un poco liberado porque podría decir con exactitud cual era su relación con el pelinegro y así agilizar el proceso. Estaba algo ansioso porque no sabía que podía pasar, tenía la certeza de que el juez iba a fallar a favor del menor pero le preocupaba que el universitario tuviera algún truco bajo la manga.
Entró a la gran sala donde se llevaría a cabo la audiencia y se sentó a esperar donde los testigos; era algo muy privado, solo estaban los padres de todos (Alice, Kirito, Eiji y los propios) por otro lado estaban los que testificarían, vio algunos rostros extraños así que supuso que venían de parte del castaño y también a conocidos suyos como Asuna y Yuuna.
Empezaron presentando al honorable juez, al respetado jurado, a la parte acusada, y la parte demandante.
-Comencemos, a Eiji Nochizawa se le culpa por lo cargos de- tomó un papel del escritorio y le dio lectura- Secuestro, violación, extorsión, pornografía infantil y engaño- 
A pesar de haber dicho todo esto notó que el semblante del chico no cambió; parecía bastante tranquilo y eso le estaba molestando ¿Quién puede estar así cuando van a enviarlo a la cárcel? Probablemente alguien que no planea ir a ese lugar, pero tenía todo en su contra: testigos, pruebas. Desvió su mirada hacía su pareja, se veía tan agotado que sintió la necesidad de ir y tomar su mano pero sabía que lo único que podía hacer ahora mismo era esperar pacientemente a que lo llamarán a declarar. 
Se estaba tomando muy rápido el tema, el abogado defensor era bueno y usaba todos sus recursos para limpiar el nombre del universitario, por un momento incluso llegó a dudar que si rescató a Kirito o había sido cosa de su imaginación. Por otro lado el abogado de los Kirigaya se encargó de exponer toda la evidencia e ir tumbando los argumentos del contrario a medida que llamaba a los testigos; llamó a su hermano y le hizo preguntas muy concretas de porque había salido de casa el día jueves y porque había empezado a pelear con el castaño, Eolyne respondió de forma muy honesta y clara dándole el ejemplo de lo que debía hacer cuando llegará su turno. Se sentí nervioso, quizá aterrado era una palabra más concreta para lo que estaba sintiendo porque a su parecer era el testigo más importante y también el más propenso a arruinarlo todo. 
Por fin fue su turno de declarar, se sentó y juro decir la verdad y nada más que la verdad.
-Joven Eugeo- habló el hombre de traje bastante tranquilo. 
Le hizo una serie de preguntas sobre los días previos a la desaparición, a lo que hizo cuando se enteró del suceso, a lo que ocurrió el jueves.
-Por último ¿En qué condiciones encontró usted al joven Kazuto?- 
-Él estaba en una esquina del cuarto con las muñecas heridas y se veía destrozado- respondió, recordar aquella imagen le deba escalofríos, no quería volver a pasar por eso nunca más- Creo que también estaba algo sucio- 
Por un segundo sus ojos conectaron con los orbes negros de su vecino, parecían apagados como si su alma hubiera abandonado su cuerpo y solo estuviera ahí por compromiso.
-Gracias- le hizo una pequeña reverencia- No más preguntas- 
Volvió a su asiento y escuchaba con atención los argumentos que daba el abogado defensor, no podía culparlo por tratar de ganar, después de todo era su trabajo aún así le molestaba que tratará de "probar" que Eiji era inocente, sus mentiras eran convincentes y estaba seguro que uno o dos miembros del jurado estaban a su favor.
-Pero mi cliente es una víctima aquí, fue engañado por dos niños- declaró de un momento a otro.
-Objeción señoría, este hombre esta diciendo tonterías-   
-Denegada- contestó la mujer que era juez- Continúe por favor-
-Gracias- hizo una ligera pausa- Repacemos los hecho, hace tiempo mi cliente se encontró con estos chicos en Tokio a pesar que ellos no tenían motivos para estar ahí, sorprendentemente después los señores Nochizawa salieron de vacaciones y le pidieron que cuidará la casa, es cuando comenzaron los problemas, el joven Eiji se comportó de forma muy amable con ellos: llevaba a casa al chico Kirigaya, lo invitaba a conversar, de ninguna manera se vio hostil en ningún momento- 
La sangre comenzaba a hervirle, ahí estaba su truco: Cambiar al juego. Si hacía las preguntas correctas podía torcer los hechos  a su favor y conseguir la libertad condicional del castaño. Se tensó, ¿Qué pasaría después? Si ese enfermo quedaba libre no creía que los dejaría respirar en paz, era probable que volviera a envolverlo en algo o peor: hacerle algo a Kirito.
-Quiero llamar al joven Kirigaya al estrado- dijo el hombre. 
Notó como el abogado acusador le decía algunas palabras al pelinegro y luego una pequeña palmada, era la primera vez que subía a declarar. Luego de decir el juramento comenzaron las preguntas.
-¿Es cierto qué lo obligaban a hacer cosas como ir a casa de los Nochizawa o vestirse de mujer? O ¿Lo hacía por cuenta propia?- 
-Él me pidió que lo hiciera- respondió algo bajo- Y lo hice pero después...
-No pregunté que pasó luego, por favor solo responda mis preguntas- 
-Lo siento- volvió a bajar la mirada.
-Siguiente pregunta- caminaba de una lado al otro- ¿Fuiste forzado a ir al departamento de Eiji?- 
-No- 
-¿Qué relación tienes con el joven Eugeo?-
-Su señoría eso no es relevante para el juicio- alzó la voz el otro abogado.
-Claro que lo es, el joven Eugeo se metió dos veces en residencias donde habita el joven Nochizawa, en todo caso puede que le verdadero villano de la historia sea otro- sugirió el hombre.
¿Qué? ¿Acaso escuchó bien? Como no tiene forma de proteger a Eiji lo usaría como escudo ¿Eso es legal? ¿Iban a heredarle la sentencia?  Debía ser una broma.
-¿Mi relación con Eugeo?- preguntó en bajito- Estamos saliendo desde hace un tiempo- bajó la mirada.
-En su relación notó usted algún cambió en su pareja como: distanciamiento, ocultarle cosas. ¿Vio algo así?- 
-Bueno si pero...
-Gracias- lo volvió a interrumpir- Ahora llamo al joven Eugeo al estrado- 
Se puso se pie y volvió a caminar a esa silla solo que ahora se sentía un poco diferente, debía tener cuidado con las preguntas trampa que le hicieran y además debía responder con la verdad.
-¿Entró o no a las propiedades de los Nochizawa con una llave maestra?- 
-Si- respondió en seco, notó como el abogado de Kirito buscaba algo entre mil papeles.
-Claramente podemos ver que mi cliente sufría de acoso por parte de este chico y que "relación" no es más que una enferma obsesión, si fuera realmente amor hubiera avisado a la policía lo que le dijo la señorita Asuna Yuuki y no ir solo como un héroe- soltó el hombre frente a él- Este chico debería de ser culpado por eso, no es más que un  niño siendo protegido por ser menor de edad...
-Objeción, su señoría- se levantó de su silla el otro hombre.
-Aceptada- habló la mujer.
-Este hombre habla mucho sobre el presente pero dejó de lado que Eiji Nochizawa siempre ha mostrado tendencias psicópatas...
-Mentira, no permitiré que ensucie el nombre de mi cliente...
-¡Orden!¡Orden en la sala!- el sonido del martillo se hizo presente- Continué- señaló al abogado de Kazuto.
-Llamó a la testigo Yuuna al estrado- 
Los chico intercambiaron lugares, Eugeo volvió a su asiento algo molesto, sospechaba que no tendría nada fácil en el futuro no muy lejano. 
Futuro, era una palabra que siempre odió pero ahora se hacía presente en su día cotidiano y le quitaba el sueño.
-Esta chica estuvo en una relación de tres años donde sufrió violencia- empezó a hablar el hombre.
Sinceramente dejó de escuchar las palabras de aquellos hombres, se dedicaba a observar su alrededor y deseaba nunca más pisar una sala de juicios por nada en el mundo, estaba separado de los demás testigos y de la audiencia en general medio escuchó cuando Yuuna terminó su declaración sobre el infierno que vivió y hubo una comparación entre ambos casos, se notaba que el abogado defensor ya no tenía cartas que jugar, aparentemente no contaban conque la peliblanca apareciera.
Por fin estaba llegando a su fin, el jurado salió un momento para dictar su veredicto, una mujer de aspecto atemorizante tomó el papel de representante.
-Nosotros, el jurado, hemos decido fallar a favor del joven Kazuto Kirigaya- 
-Decidido- habló la juez luego de que se dijera lo anterior- Entonces sentencio a Eiji Nochizawa a 10 años en la prisión sin derecho a fianza- golpeó el escritorio con su martillo- Se levanta la sesión-
Vio como dos policías se llevaban al castaño, sus padres trataban de defenderlo pero era en vano, la decisión de la juez era absoluta; se sintió un poco aliviado aunque un par de horas después tuvo otro juicio por allanar propiedad privada, debía pagar algo así como 48000 yenes o con 480 horas de servicio comunitario. Tomaron un pequeño descanso para ver si tenía la cantidad o en todo caso anunciar su trabajo.
Una vez fuera del penal no vio ni rastro de los Kirigaya, solo lo esperaban su padre y su hermano.
-Te daré el dinero- le dijo su padre- Solo no le digas a tu madre- esto último se lo dijo más a Eolyne que a él- No puedo creer que los padres de ese chico lo crean inocente- 
-Tienes razón- concordó el mayor- Pero luego de ver su estilo de vida tiene sentido que desconozcan a su hijo- 
-Aquí tienes- le dio un sobre con dinero- Vine preparado para esto- sonrió.
-Gracias, lamento que tengas que desperdiciarlo de esta manera- lo tomó y se apenó un poco.
-No importa, igual lo recuperaremos pronto- 
-¿Por qué estás tan seguro?- sonrió el menor.
-Mamá esta vendiendo todas tus cosas- respondió su hermano algo triste- No puede detenerla, perdón-
-Esta bien, no es tu culpa- bajó la mirada.
Así que su madre no iba a cambiar de opinión, le dolió en lo más profundo e incluso le entraron la ganas de llorar ¿Por qué tenía que ser así? Ella era la persona que más quería que lo apoyara y le deseará el bien pero en lugar de eso lo veía como un extraño que no vale la pena saludar. El vacío en su pecho creció un poco pero no era tiempo para lamentarse.
Volvió a la corte, entregó el dinero y con una mirada de odio de los Nochizawa salió de la sala, sus problemas legales estaban solucionados.

Subió al auto con su familia, le estaban dando un aventón a casa de su pareja, después de que lo rescató no lo había visto y ahora no había ningún motivo para seguir esperando su reencuentro. Cuando llegaron se despidió y prometió llamarlos (ya le habían regresado su teléfono celular) miró por la ventana y se dio cuenta que Kazuto tenía las cortinas abiertas, tocó la puerta y luego de unos minutos el pelinegro se dejó ver.
-Kirito- lo abrazó pero no fue correspondido- ¿Esta todo bien?- preguntó algo preocupado.
-¿Lo esta?- el contrario desvió la mirada- Me alegra que hayas venido, tenemos que hablar-
-¿Qué ocurre?- le tomó las manos, algo andaba mal.  
-Debemos terminar- lo miró- Eso es lo que ocurre-
-¿De qué hablas?- 
-No quiero ser tu pareja, se terminó- se soltó del agarre- Lo siento-
Le cerró la puerta en la cara y escuchó como subió la escaleras; miró por la ventana y el pelinegro cerró las cortinas.
-¿Qué demonios acaba de pasar?- soltó al aire- ¿Significa qué ese "te amo" fue falso?- 
Si antes había tenido un pequeño vacío en el pecho ahora había un hoyo, ya nada tenía sentido. ¿Arriesgo su vida, su libertad, su alma, su cuerpo por nada? ¿Ahora qué? ¿Acaso no podían darle un minuto de tranquilidad? Por fin le había dicho a su familia sobre su relación y como resultado fue expulsado de su hogar y ahora que pensaba que podría estar con la persona que ama lo rechaza.
Corrió por las calles hasta llegar al parque, en ese lugar se tiró de rodillas al suelo.
-¿Qué más tengo que hacer?- susurraba entré sollozos- ¿Qué debo hacer para ser feliz con quién amo? ¿No lo tengo permitido? ¿¡Es eso!? ¿¡Debo ser infeliz por el resto de mi vida por no ser sincero!? Maldición- 
Se quedó dormido en la caja de arena del parque, con lagrimas en lo ojos y haciéndose una simple pregunta:
¿Por qué?

Hola amixes, oficialmente salí de vacaciones :D

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No puedo creer que en dos capítulos se termine esto, han pasado tantas cosas desde que empece a escribir, se siente irreal terminarlo.

Los quiero mucho, cuídense y nos leemos en el próximo capítulo.


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