Enamorando al gamer

Capítulo 23

Noveno día...
Se sentía como si acabara de bajarse de un crucero, y su cara se veía como si se la hubiera pasado vomitando por dos días seguidos.
Lo sabía, sabía que todo era su culpa y él mismo se lo había ganado; no merecía el perdón de nadie pero eso no significaba que no fuera a intentarlo, el problema es que no tenía la más mínima idea de como comenzar. Nunca había tenido una pelea  con alguien, la culpa se lo estaba tragando cada vez más, el solo pensar en el futuro le impedía concentrarse en el pasado y por ese motivo no podía vivir el presente. Que complicado era, maldecía el día que decidió que era una buena idea experimentar con alguien, se merecía el desprecio de todos.
Caminaba por el pasillo, aún era temprano así que su clase debía estar vacía, en cuanto entró visualizó a Alice sentada en su pupitre haciendo algo en un cuaderno. Dudó si debía acercarse o no, estaba tan enfrascado en su mente que no vio nunca el escritorio del profesor y terminó empujándolo con la pierna dándose un gran golpe.
-Maldita sea- maldijo sosteniéndose la pierna, últimamente estaba cometiendo bastantes errores, llegó y se sentó.
-¿Estás bien?- escuchó un susurro proveniente de enfrente, miró y se dio cuenta que no lo miraba, o se estaba volviendo loco o si le había preguntado.
-Si- contestó con el mismo tono, además no había sostenido una conversación con nadie desde hace mucho tiempo- ¿Puedo hablar contigo?- no hubo respuesta- Lo suponía-
Las clases empezaron, se esforzaba por leer las letras que el profesor escribía pero le era imposible, se movían en todas direcciones, y se desvanecían. Durante el descanso decidió salir a lavarse la cara en el grifo de afuera, luego de mojarse un poco se sentó enseguida del mismo, no tenía hambre así que se dedicó a pensar otro poco, ¿Por qué el futuro era tan horrible? Él nunca pensaba en eso y ahora no podía sacárselo de la mente, lo peor del caso es que su imaginación solo le permitía imaginarse los escenarios más auto destructivos, desde su propia muerte hasta la deshonra familiar; suspiró una vez más, si no lo solucionaba pronto iba a volverse loco.
-¿Estás bien?- escuchó una voz vagamente conocida, levantó la mirada.
-¿Yuuki-san?- se levantó de golpe- ¡Yuuki-san!-
-Si, soy yo, ¿Te encuentras bien?- 
-No, pero hay algo que debo preguntar- tomó aire- Le dijiste a Alice que le dijera a Kirigaya-kun que lo estaba usando como experimento ¿Verdad?- apenas iba a contestar pero agrego- No te culpo de nada, de hecho entiendo que era lo correcto pero yo mismo estaba empezando a dudar de todo pero lo que no entiendo es ¿Por qué me siento la persona más insignificante del mundo? Aunque se que es mi subconsciente torturándome la verdadera pregunta es ¿Cómo puedo enmendar mis errores?- la miró.
-Yo.. em- se aclaró la garganta- Realmente no entiendo muy bien tu situación pero si te arrepientes de corazón puedes resolverlo-
-¿De corazón?- 
-Si, me refiero a que en realidad lo sientas, que no sea una broma, un juego o solo para sentirte bien contigo mismo, hablo de que quieras estar bien con esa persona- sonrió y le tomó el hombro- Debes ser sincero Eugeo-kun-
-Gracias- la abrazó, se sentía tan bien tener una conversación real con alguien que no seas tu mismo- Te prometo que no volveré a cometer los mismos errores, voy a solucionarlo hoy mismo- la soltó y salió corriendo- ¡Gracias Yuuki-san!- 
-Es un buen chico después de todo, ¿No lo crees Alice-chan?- volteó la cabeza hacía lo pared.
-Cállate- le susurró apenada.
Luego de su conversación con aquella chica su mente se había aclarado un poco, ya entendía las palabras del profesor, e incluso pensaba en lo que haría luego, no en su muerte ni en el fin del mundo, solo planeaba su tarde. 
En cuanto terminaron sus clases salió volando, fue al centro comercial a comprar un par de cosas, pasó junto una florería, unas extrañas flores le habían llamado la atención así que entró.
-¿En qué puedo ayudarte?- le preguntó una chica con una placa que decía Ronye.
-¿Qué es esa flor que esta afuera?- la señaló.
-Son rosas azules- sonrió- Claro que no son naturales, mi padre usa una técnica para pintarlas-
-Son hermosas- 
-Y regalarlas tiene un significado especial- comentó.
-¿Cuál es?- le brillaron los ojos de la emoción.
-Las Rosas Azules, es imposible conseguirlas en forma natural; Lo cual es sinónimo de exclusividad, y al obsequiarla le estas diciendo a esa persona que es extraordinaria, única y especial. Una Rosa Azul, habla de una personalidad misteriosa, oculta, que no es fácil de descifrar, y que despierta nuestro interés en gran medida- tomó aire- Además puede sentirse tranquilidad al observar una Rosa Azul; Ya que como el cielo despejado, transmite una sensación de libertad, relajación y calma; Por lo que es ideal para obsequiar a un ser querido, que este en medio de una fuerte situación, donde el estrés y las preocupaciones estén afectando su equilibrio emocional. Es un estímulo a la tranquilidad- volvió a sonreír como si recordará algo- También puede transmitir algún sentimiento con ellas como el amor imposible o deseo incluso agradecimiento- 
Cuando la chica terminó su explicación solo tenía una palabra en mente: Kirito-kun.
Salió de la florería y se puso en marcha, caminó un par de cuadras, dio vuelta en un esquina y se acercó hasta aquella puerta, la tocó tres veces y espero respuesta.
-¿Si? Eugeo-kun ¿Cómo estás? Pasa, pasa, Alice está arriba haciendo quien sabe que-
-Gracias- subió la escalera y de nuevo se encontraba con una puerta cerrada.
Se sentía nervioso, sabía que podía ser cruelmente rechazado o bien recibido, el limite estaba muy abierto en ambos sentidos, tocó de nuevo y espero respuesta.
-Adelante- escuchó, tomó aire de nuevo y abrió la puerta, vio a la rubia sentada en su escritorio, dando la espalda, parecía hacer tarea- ¿Qué ocurre?- le dio la vuelta a su silla y se quedó seria de golpe.
-Antes de que me eches quiero hablar contigo- la chica volvió a voltearse.
-Pensé que habías dicho que nunca en tu vida ibas a volver a hablarme- 
-Si, eso dije pero mi imaginación me ha matado tantas veces estos días que ya no puedo esperar- se preparó- Yo nunca debí culparte por lo que pasó de hecho compartir la culpa tampoco es correcto, lo que pasó fue solo mi culpa. Estuvo bien que le dijeras a Kirigaya-kun lo que ocurría realmente, yo no sabía cuando parar y si hubiera continuado seguramente el resultado sería peor al actual, yo soy una horrible persona por experimentar con alguien sin considerar sus sentimientos, no merezco el perdón de nadie pero trataré de conseguirlo porque lo lamento de corazón- se agarró el pecho- Odio el sentimiento que quedó después de que se fueran, odio ser tan descuidado y descortés, odio pensar en el futuro pero odio más un futuro sin ustedes a mi lado- comenzó a llorar un poco- Lo lamento mucho Alice, si pudieras perdonarme y volver a los viejos tiempos sería muy feliz pero si dices que no respetaré tu decisión y viviré con la consecuencia de mi egoísmo- terminó de hablar, le temblaban las manos y sus piernas querían fallar sin embargo, se desahogó y cada palabra había salido de su corazón y no de un absurdo plan.
-No es suficiente- escuchó, bajó su mirada, sabía que eso podía pasar- Pero si me preparas un pastel de chocolate quizá podría reconsiderarlo- miró a la chica la cual ya se encontraba a su lado con una gran sonrisa.
Eugeo sonrió y se soltó a llorar de alegría, se abrazaron y bajaron a la cocina. El ojiverde se había preparado para cocinar dicho plato.
-Me alegra que hayamos solucionado esto- comentó la rubia mientras el otro horneaba- No soportaba pasar todo el día callada-
-También te extrañé-
-Ahora solo falta solucionar un problema- metió su mano en la mezcla y robo un poco, ganándose un golpe en la cabeza- Auch, en fin ¿Cómo harás que  Kazuto te perdone?  Quizá no lo sabes pero el día que le dije la verdad él iba a confesarse- se produjo un silencio, el rubio se paralizó- A juzgar por tu reacción no lo sabías, ese fue el detonante que me hizo decirle la verdad-
-No lo sabía, realmente soy una horrible persona- sonrió con ironía- No se que hacer-
-Para eso estoy yo aquí- le palmeó la espalda- Se que dijiste que ya no te ayudará pero esto esta fuera de tu rango- metió el molde al microondas- Primero quiero saber algo ¿Qué es lo que realmente sientes por él?-
-¿Cómo explicarlo? Creo que me siento vacío sin él y lo extraño de una forma diferente a la que te extrañaba a ti - se encogió de hombros- Es algo difícil de explicar-
-Ya entendí- sonrió y le señaló- Tú mi querido amigo estás enamorado-
-¿Qué? ¿Yo?- 
-Si, creo que al estar experimentando tu subconsciente empezó a reaccionar, y sin que te dieras cuenta empezaste a enamorarte- se rió un poco- Esto es increíble, ese chico es muy especial-
-Si que lo es- sonrió- Alice creo que afirmar que estoy enamorado es un poco apresurado-
-¿Te sientes vacío sin él?-
-Si-
-¿Puedes imaginar un futuro dónde él no este?-
-No-
-¿Tienes ganas de besarlo de nuevo?-
-Yo... no lo se- su mirada se perdió- Quizá sería lindo hacerlo otra vez- 
-Conclusión: Estás enamorado de Kazuto- 
-Todo esto es tan extraño- se quejó.
-Es el dulce karma, apuesto que él se sintió de la misma forma cuando no estaba seguro de sus sentimientos así que vivirás lo mismo que él pero con obstáculos y odio tal vez alguna humillación y no olvidemos el dolor- mencionó la rubia e hizo que su amigo se estremeciera.
-Ya entendí- la calló- ¿Qué debo hacer?-
-Habla con él así como hiciste conmigo, se honesto y luego tómalo como si no hubiera un mañana- 
-De acuerdo- se puso en marcha y tomó de la mano a su amiga- Vamos-
-¿A dónde?- agarró un suéter de la silla y lo siguió.
-A casa de Kirigaya-kun-

  

Referencia:

Regalar Flores: Significado de regalar una rosa azul.
28 de mayo del 2018.
https://www.regalarflores.net/blog/significado-de-regalar-una-rosa-azul/

 Hola, tuve un ratito libre pero aún no voy ni a la mitad de la tarea :(

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Cuídense mucho por favor, hagan caso a las autoridades y no bajen la guardía, en mi estado ya hay casos y como estoy en frontera hay riesgo de que los gringos se quieran venir a refugiar acá.

Los quiero mucho, espero poder actualizar pronto otra vez.