¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄́ 𝐌𝐄 𝐎𝐃𝐈𝐀𝐒? | 𝐃𝐫𝐚𝐫𝐫𝐲

CAPÍTULO 7: Problemas

Cap 7. Problemas

 Harry despertó al sentir unos leves picotazos en su mano izquierda, provenientes de Hedwig. Miró la hora en el reloj colgando en la pared y se dio cuenta que solo quedaban 30 minutos antes de que su clase de herbología comenzara.

  —Gracias por despertarme, pero lo podrías haber hecho 15 minutos antes no? —dijo el chico a su lechuza mientras se vestía rápidamente.

Ya no quedaba nadie en la habitación, todos estaban ya probablemente desayunando, incluído su mejor amigo Ron. Harry tomó su varita y los libros que necesitaría, y bajó rápidamente las escaleras hasta su sala común. Antes de salir de allí hacia el Gran Comedor le echó un vistazo al corcho donde colgaban ya algunos avisos sobre los próximos entrenamientos y partidos. Esa misma tarde ya comenzaba el entrenamiento con su equipo, y el Sábado era el partido contra los Slytherin. Aún estando a Martes, se relajó con la idea de que aún tenía al menos tres días para entrenar antes de volver al campo de juego, ya que se sentía un poco oxidado, tres meses sin ningún tipo de entrenamieno eran demasiado para él.

 Luego de revisar los horarios, el joven salió de su sala común y bajó hasta el Gran Comedor, donde divisó a su amiga Hermione leyendo un libro mientras se terminaba una tostada.

 —Buenos días —saludó él —¿Qué lees?

 —Buen día, ¿Vaya horas para levantarte no? —dijo la chica mientras volvía la vista a su libro— Se llama Animales fantásticos y dónde encontrarlos, me lo ha prestado una chica de Ravenclaw —explicó la chica mientras le enseñaba la portada del libro

 —Ah, que bien. Por cierto, ¿Dónde esta Ron? Creí que estaría aquí desayunando contigo —preguntó. Seguidamente la chica meneó su cabeza.

 —Está en el despacho de Dumbledore —dijo la chica tranquilamente —Con Parkinson, Zabini, Crabbe y Neville. 

 —¿En el despacho de Dumbledore con ellos? ¿Y por qué? —el chico no comprendía por qué su amigo debería estar allí

 —Pues basicamente Ron estaba desayunando tranquilamente con Neville cuando se ve que Pansy y algunos Slytherin les empezaron a gritar cosas como que ibamos a perder en el partido y tal. Total, que lo que empezó con insultos acabó con pedazos de tostada volando de un lado al otro del comedor, y ahora probablememte estan castigados. Yo advertí a Ron de que no les prestara atención y los ignorara, pero al fin y al cabo ya sabemos como es él.— Explicó la chica sin despegar su vista de las páginas del libro que leía. Harry no podía creer lo que su amiga le explicaba, era demasiado surrealista, y a su vez, divertido de imaginar.

 —¿No vas a desayunar? —Preguntó la chica mientras le ofrecía de su plato de tostadas. El chico asintió y se dispuso a comer, pero poco después tuvo que dejar su última tostada a medias ya que si se entretenía más iba a llegar tarde a su primera clase del año.

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 —Esque esas malditas serpientes siempre saben que tecla tocarme Herms —se excusó el joven dándole un bocado a su bocadillo

 —Pero Ron, que me vas a contar tu a mi, si desde el día en que pisé esta escuela viven llamandome sangre sucia —dijo la chica— Qué mas dará que ellos digan que perderemos, si ya sabemos que no será así. No hace falta ponerse a tirar trozos de tostada por los aires

 —Hermione tiene razón Ron, tienes que aprender a controlarte un poco —agregó el joven, que se sentaba junto a él —Aunque para serte sincero, la verdad es que me hubiera gustado ver a esas tontas serpientes con la cabeza llena de migajas de tostada —dijo el chico entre risas.