¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄́ 𝐌𝐄 𝐎𝐃𝐈𝐀𝐒? | 𝐃𝐫𝐚𝐫𝐫𝐲

CAPÍTULO 23: Cena agridulce

Cap 23. Cena agridulce
   
—¿Y pensarás animar a los listillos la semana que viene en vez de nosotros?  —preguntó el pelirrojo rodando los ojos a la chica que se sentaba junto a ellos

—Pues claro que no Ron, no digas tonterías —bufó la chica— Aunque si perdemos no me sentiría tan mal como si hubieramos perdido contra Slytherin o Hufflepuff..

—¿Por qué tardaste tanto en venir? Los Ravenclaw ya estaban aquí cuando llegamos —preguntó curioso el pelinegro mientras se llevaba su tenedor con comida a la boca

—Yo.. Pues.. Pasé por la biblioteca a dejar unos libros que pillé por la mañana y me entretuve un poco al parecer.. Tampoco tenía prisa —explicó la chica encogiéndose de hombros— ¿Habéis hecho los deberes que McGonagall nos dio para mañana? —preguntó la chica cambiando de tema. Ambos jóvenes se miraron a la vez en un gesto de sorpresa

—Mierda —dijeron al unísono

—Pues tendréis la noche entretenida —suspiró la chica moviendo la cabeza

—..Si..Porque tu no nos lo pasarás ¿No? —se atrevió a preguntar el pelirrojo, ganandose así una rápida mirada de enfado por parte de su amiga— Vale vale no te enfades.. Por probar no perdía nada —dijo el chico suspirando, que ya habia terminado de comer mucho antes que sus amigos

—Si quieres ir y empezar hazlo, que en un momento acabo y voy—dijo el pelinegro a su amigo mientras apuraba la velocidad en la que comía. El pelirrojo asintió, se levantó de la mesa y salió de Gran Comedor tranquilamente. Antes de dirigirse hacia su sala común, una idea pasó por su mente provocandole una sonrisa y rápidamente cambió su rumbo hacia otro lugar.
   
   
   
—Pues yo ya estoy —exclamó el pelinegro llevandose sus manos a la barriga, satisfecho con su cena— Me voy a hacer lo de transformaciones, nos vemos luego en la sala común ¿Vale? —le dijo a su amiga mientras se levantaba de la mesa. Ella asintió

—Nos vemos luego —se despidió la chica.

 El joven salió del Gran Comedor sintiendose ligeramente observado, pero sin darle importancia y sin volverse para confirmarlo, siguió su camino hacia su sala común

—Abstinencia —el cuadro se abrió dejandole paso al pelinegro que entró sin muchas ganas— Oye Ron, he pensado que podríamos pas.. ¿Ron?

La sala se encontraba totalmente vacía y el pelinegro suspiró. Subio las escaleras que llevaban a sus dormitorios

—¿Estas aquí? —nadie respondió. La habitación, al igual que la sala común se encontraba vacía— ¿Pero se puede saber dónde se ha metido? —pensó.

 Luego de decidir sobre si iba ir a buscarle o esperarle, bajó a su sala común y tomando su pergamino y su pluma empezó a escribir, hasta que el sonido de unos pasos le hicieron volver su vista hacia la entrada

—¿Ron? —el pelirrojo se hizo presente con dos cosas envueltas en tela y masticando algo— ¿Dónde te habías metido?

—Perdona, no creí que tardaría tanto y tampoco creí que serías tan rápido —se excusó el chico mientras dejaba lo que llevaba en sus brazos encima de la mesa junto a Harry

—¿Qué es eso? —preguntó el pelinegro causando una sonrisa de orgullo en el chico

—Tenía ganas de comer algo dulce y pasé por la cocina.. Los elfos han horneado una tarta de calabaza, mira que pinta —dijo el chico abriendo con una sonrisa el paquete que había envuelto torpemente con tela— ¡Y está buenísima!
   
   
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—Pero si es monísimo —bufó el moreno rodando los ojos

—Que dices de monísimo —exclamó el rubio con asco— ¡¿Le has visto comer?! Si parece un cerdo que no ha comido en semanas

—Él simplemente disfruta de la comida con ganas —lo defendió este cruzandose de brazos— Lo que pasa es que te cae mal y por eso cualquier cosa que haga lo usarás en su contra para criticarle

—Es un traidor a la sangre, juntándose con la sangre sucia y desprestigiando el honor de los magos —bufó el rubio

—Hablas como mi tatarabuelo —se quejó el moreno— Se junte con quien se junte él seguirá siendo un sangre pura —el joven hizo una breve pausa y sacudió la cabeza— Pero da igual cambiemos de tema

—Mañana tenemos Transformaciones y Cuidado de Criaturas Mágicas ¿Verdad?

—Si ¿Has hecho los deberes?

—Pues claro ¿Quién te crees que soy? ¿Un inutil Hufflepuff? —se burló el rubio negando con su cabeza

—Es verdad —rió el moreno— Me apetece un trozo de la tarta que hice hoy

—A mi también.. Ve a buscar dos trozos —pidió el chico, pero una voz le interrumpió a su vez que sentía como alguien se sentaba a su lado

—Tres —dijo la chica sonriendo tomando por sorpresa a los dos jóvenes y se sentaba junto a ellos

—La madre que te trajo Pansy —soltó el rubio mientras colocaba su mano en su pecho— Que susto me acabas de dar

La chica soltó una carcajada

—¿Dónde te habías metido? ¿Por qué no viniste a cenar? —preguntó el moreno contagiandose de su risa

—Nada, me fui a pasear por ahí y no tenia hambre —explicó la chica suspirando

—Ya veo, me voy a buscar la tarta —dijo el moreno mientras se levantaba— No habléis de nada importante sin mi que luego me pierdo porfa —pidió el chico haciendo reir a sus amigos— Que lo digo enserio eh