CAPÍTULO 34: Navidad

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Cap 34. Navidad

—¡Son geniales! —exclamó la pelirroja probándose los guantes de Quidditch que le encajaban a la perfección— Gracias Harry, me encantan

—¡Ahora abre el tuyo Harry! —exclamó Molly entregándole un pequeño paquete ilusionada, del cual el chico ya era completamente consciente de su contenido, al igual que todos los demás en esa sala. Cuidadosamente, tomándolo en sus manos lo abrió

—Muchas gracias Molly, me encanta —dijo el chico con una amplia sonrisa, poniéndose encima el jersey tejido a mano con la llamativa H amarilla en el medo que la mujer le había regalado, como cada año

—¡Te queda genial! —dijo la mujer feliz revolviéndole el pelo cual madre orgullosa— ¿Qué es eso Ron? —preguntó al voltearse y ver a su hijo observar felizmente un objeto entre sus manos

—Es una brújula para la escoba mamá, gracias Harry —dijo sonriendo de lado, un tanto mas contento— Ahora abre el tuyo anda —agregó entregándole un paquete un tanto pesado

El pelinegro asintió energéticamente y desenvolvió el regalo, resultando ser un libro sobre uno de sus equipos de Quidditch favoritos; "Volando con los Cannons" de Julius Dehoffe

—Cuando acabe de leerlo, te prometo que te lo dejaré —afirmó el pelinegro soltando una risa, ya sabiendo perfectamente que a su amigo le gustaba el equipo de los Cannons tanto como a él, y tal vez incluso más— Gracias

—Para qué mentir, ya le eché un vistazo antes de envolverlo —confesó el pelirrojo entre risas encogiéndose de hombros— Pero acepto la oferta

—¡Genial! —exlamaron dos voces al unísono detrás de ellos, haciendo a todos en la sala voltearse. Los gemelos miraban sonrientes una bolsa rebosante de bombas fétidas que llevaba sus nombres en ella

—Las usaremos con mucha precaución ¿Verdad Georgie? —dijo el pelirrojo sonriéndole pícaramente a su hermano, sabiendo perfectamente que ocurriría lo contrario

—Y que lo digas Freddie —respondió él con la mísma sonrisa cómplice

—¡¿Quién os ha regalado eso?! —bramó Molly enfadada, ya que ¿A quién se le ocurriría regararle objetos para hacer bromas a ese par? Para Molly, y probablemente cualquier otra persona con sentido común, era una idea descabellada— ¡¿Quién?!

Ambos jóvenes desviaron sus miradas hacia a su hermana pequeña delatándola, mientras que ella siemplemente se aguantaba la risa

—¡Ginev-..!

—Ten querida, abre el tuyo —interrumpió Arthur para cortar el escarmiento que a la joven se le venía encima por regalarle eso a sus hermanos, mientras le entregaba a su esposa un pequeño paquete azul

—¡Es precioso..! —exclamó la mujer observando el bonito collar de perlas adentro de la pequeña cajita que su marido le acababa de regalar, olvidando por completo la bolsa de bombas fétidas que su hija le había regalado a los gemelos, los cuales ya habían desaparecido del lugar junto a sus obsequios

—Mira Harry, estos son para nosotros —dijo Ron cogiendo dos paquetes iguales perfectamente envueltos— Son de Hermione

Ambos chicos tomaron su correspondiente paquete y lo abrieron a la vez, encontrándose en ellos dos planificadores de deberes. Sin duda, un regalo de esperar de su amiga

—Nos vendrá perfecto —dijo el pelinegro con una mueca al recordar todos los puntos que le habían hecho perder a su casa por olvidar hacer los deberes— Realmente bien..

—Sin lugar a dudas —respondió su amigo sonriendo vagamente.


Después de una agradable mañana de regalos y felicidad, especialmente para Harry, el señor y la señora Weasley decidieron ir a visitar al señor Lovegood que les había invitado a tomar el té esa misma tarde, mientras que los demás jóvenes decidieron quedarse en casa.

¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄́ 𝐌𝐄 𝐎𝐃𝐈𝐀𝐒? | 𝐃𝐫𝐚𝐫𝐫𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora