Cap 20. Mentiras
—Luna y sus locuras —pensó el pelinegro negando con la cabeza.Harry sacudió los posibles rastros de polvo en su túnica por haberse sentado en el suelo, respiró profundo y se dirigió nuevamente al castillo. Eran las cuatro de la tarde. Si iba a ver al rubio no habría nadie ya que la hora de visitas ya había terminado
—¿Por qué no? —se dijo a si mismo y se decidió en ir a verle.
Caminó hasta la puerta de la enfermería y entró.
—Hola Potter —saludó la enfermera con una sonrisa al verle— Malfoy, ¿Verdad? —Harry asintió y esta le señaló la camilla en donde se encontraba el rubio
—Gracias —se limitó a decir y empezó a caminar hacia esta, donde el rubio ya había percatado su presencia
—¿Me echabas de menos? —preguntó este con una sonrisa burlona en la cara
—Sí sí, sobre todo eso —respondió Harry intentando sonar lo más sarcástico posible. Antes de que sus mejillas se sonrojaran como solía ocurrir ante cada situación de ese estilo con el rubio, cambió de tema rapidamente —¿Qué tal el brazo?
El rubio bufó y negó con la cabeza
—Bueno, bastante mejor.. Dicen que mañana tal vez ya pueda volver a clases, pero sin hacer esfuerzos —Harry asintió —¿Por qué me has venido a ver?
Mierda. Harry no sabía dónde meterse. Sabía que eso iba a ocurrir. Sabía que el rubio le iba a hacer esa pregunta, y aún así tuvo la idea de ir a verle.
—Soy gilipollas —se dijo a si mismo al darse cuenta de que sus mejillas ya habian empezado a subir de temperatura, lo que significaba que se estaba sonrojando —¡Piensa rápido! —pensó
—Eh.. Pues.. Ah, en unos días tendremos una salida.. Si, eso —el rubio alzó una ceja, divertido ante la reacción del pelinegro
—¿Una salida? ¿A cuento de qué?
—Pues.. Un trabajo. De Hagrid, si —Harry no sabía donde meterse. ¿Por qué tenía que ser tan malo mintiendo? —Al campo —agregó
—¿A hacer qué? —el rubio miraba fijamente a Harry, que a estas alturas ya parecía un tomate
—Yo.. no lo se. Solo se eso —Harry se encogió de hombros intentando lucir despreocupado —Por eso he venido a ver si podrías ir o no —¿Habrá colado? se preguntó a si mismo
—Mmm ya veo.. pues seguramente si. Será en parejas, ¿Verdad? —el pelinegro asintió —Vale.. ¿Eso es todo? —preguntó el rubio con una media sonrisa en la cara
—Eso creo.. —dijo Harry con una risa nerviosa mientras se alejaba lentamente— Nos vemos mañana entonces
—Si, nos vemos mañana —respondió el rubio, pero el pelinegro ya no escuchaba, el joven ya estaba saliendo por la gran puerta de roble y echando a correr.
—¡¿Se puede saber qué he hecho?! ¡¿Cómo le voy a mentir así?! La he cagado. Y mucho —Harry se maldecía a si mismo mientras corría sin un rumbo definido nuevamente —¿Qué coño hago yo ahora? —el joven echó sus manos a su cabeza desesperado. Empezó a buscar la mayor cantidad de opciones posibles en su mente para intentar salir del embrollo en el que se había metido, y extraña y rápidamente una idea cruzó su cabeza —¡Hagrid! Podría pedirle una salida para alguna actividad en el exterior ¿No?
Agitado, el joven paró a retomar aire y luego de unos segundos empezó a correr nuevamente, esta vez en dirección a la cabaña del gigante.
—Adelante —dijo una grave voz al otro lado de la puerta luego de que el pelinegro hubiera llamado a esta misma. Harry estaba extremadamente agitado; había corrido demasiado. Con las pocas fuerzas que le quedaban, el joven abrió la puerta y sin esperar a una invitación para hacerlo, se sentó en uno de los grandes sofás de la pequeña gran casa—¡Harry! Que sorpresa verte.. ¿Qué te trae por aquí? ¿Has venido corriendo? —el pelinegro asintió al gigante que le miraba desde la cocina— ¿Quieres un vaso de agua?
—Por favor —pidió Harry aún agitado— Tenia.. ganas de hacer un poco de ejercicio —mintió. El gigante soltó una carcajada y se volvió hacia el pelinegro
—Ya veo.. Aquí tienes —dijo este mientras le ofrecía el vaso de agua
—Gracias.. —Harry bebió con gusto y se acabó toda el agua del vaso— ¿Qué tal todo? —preguntó un tanto más relajado mientras dejaba el recipiente encima de la mesa
—Bueno.. no me puedo quejar —dijo el gigante con una media sonrisa— Casi sacrifican a Buckbeak, pero al final Lucius Malfoy cambió de parecer y dijo que simplemente mantuviera a "esa tonta bestia" lejos de su hijo —explicó el gigante rodando los ojos
—Nunca me ha caído bien ese tipo— afirmó Harry— Pero me alegro de que Buckbeak este a salvo —el gigante asintió— A propósito, ¿Tienes planeado algún trabajo para nosotros al exterior? —preguntó el pelinegro intentando sonar casual
—Pues no realmente.. ¿Por qué?
—Bueno.. Yo.. Tenía ganas de hacer algo diferente, para salir un poco de la rutina.. Ya sabes.. En plan ir a ver criaturas salvajes al campo o así —explicó Harry, no muy convencido de sus palabras
—Pues no sería mala idea.. Veré lo que puedo hacer —dijo el gigante con una sonrisa. Harry se alegró al oir esas palabras, ya que no quedaría como un tonto mentiroso en los ojos del rubio
—No me gustaría ser "el profesor aburrido" —agregó el hombre sonriendo de lado
—Claro que no Hagrid, nunca serás eso —dijo Harry regalando una sonrisa de compasión al gigante— Y ahora será mejor que vuelva al castillo, los chicos me estarán buscando y no saben que estoy aquí
—Pues nos vemos pronto Harry ¡Gracias por venir a verme!
Luego de salir de la cabaña de su amigo, la cara del pelinegro cambió completamente. En el fondo se sentía mal por haberle mentido al gigante, y se prometió a si mismo que le visitaría más seguido. Bastante cansado, volvió hacia el castillo, donde se topó con sus dos amigos—¡Harry! ¿Se puede saber donde te habías metido? —preguntó Hermione exaltada
—¡Te hemos estado buscando toda la tarde! —agregó su amigo Ron— ¿Te vas a perder el partido de Ravenclaw contra Hufflepuff? ¡El equipo ganador jugará contra nosotros dentro de dos semanas!
—¡Y empieza exactamente en diez minutos! ¡Vamos antes que ya no queden lugares vacíos!
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¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄́ 𝐌𝐄 𝐎𝐃𝐈𝐀𝐒? | 𝐃𝐫𝐚𝐫𝐫𝐲
Fanfic❝¿𝐏𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞́ 𝐦𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐚𝐬?❞ 𝖾𝗌 𝖺𝗅𝗀𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝖧𝖺𝗋𝗋𝗒 𝗌𝗂𝖾𝗆𝗉𝗋𝖾 𝗁𝖺 𝗊𝗎𝖾𝗋𝗂𝖽𝗈 𝖾𝗇𝗍𝖾𝗇𝖽𝖾𝗋. 𝖯𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗂𝖼𝖾𝗇 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝖺𝗌 𝖺𝗉𝖺𝗋𝗂𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺𝗌 𝖾𝗇𝗀𝖺𝗇̃𝖺𝗇, 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗍𝗈𝖽𝗈 𝖾𝗌 𝗅𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗉𝖺𝗋𝖾𝖼𝖾; 𝗒...