CAPÍTULO 33: Nochebuena

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Cap 33. Nochebuena

 Podría decirse que el pelirrojo le había pillado con las manos en la masa. Mas bién, en el paquete que le había dado a su lechuza

—¿Harry?  —preguntó Ron nuevamente al no obtener respuesta de su amigo— ¿Qué haces?

—Eh.. Bueno, yo.. —vaciló el chico. "¿Debería decirle la verdad? Soy su mejor amigo y odio mentirle, ¿Pero cómo reaccionaría si le contara lo que he hecho?" Sin darle mucho tiempo para responderle, el pelirrojo volvió a hablar

—Bueno, si no quieres contármelo da igual —dijo el chico rodando los ojos— Vine a buscar pergamino y pluma, mamá quiere mandarle un jersey a Herms y yo también planeo regalarle algo, así que sigue haciendo lo que sea que estabas haciendo —agregó, y antes de que Harry pudiera excusarse o decir algo, él ya había salido de la habitación nuevamente dando un portazo

—Lo siento —murmuró el chico un tanto triste—. "Ojalá las cosas fueran distintas" pensó en un suspiro, dejándose caer encima de la cama para submergirse en sus pensamientos, hasta que un sonido proveniente de la ventana de la oscura habitación le hizo abrir los ojos e incorporarse nuevamente. Su lechuza, posada en el marco de la abertura esperaba notoriamente impaciente con algo entre sus garras

—¡Hedwig! ¿Qué traes ahí? —preguntó el chico levantándose de un bote para abrir la ventana y dejarle entrar

 El animal voló hacia la cama y antes de volver a su jaula posó sobre esta el paquete que traía, y Harry, sin pensarlo dos veces, se lanzó hacia el lecho para a abrir lo que la bestia había traído como si su vida dependiera de ello. No tenía ni la más remota idea de lo que podría ser, pero lo que menos se imaginaba era que ese misterioso paquete iba a estar tibio, y que al abrirlo un delicioso dulce aroma iba a esparcirse por la pequeña habitación, haciendo su estómago rugir

—Mmm.. Huele genial —murmuró el pelinegro acabando de desenvolver el paquete emocionado— N-no me lo puedo creer —balbuceó ante el generoso trozo de tarta de calabaza que se encontraba frente a sus ojos, junto a una pequeña nota
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 "Te dije que las tartas de calabaza de mi madre son las mejores, 
y aunque esta la haya hecho yo mismo, la hice siguiendo su receta. 
 

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Feliz navidad Potter.

PD: Tus galletas de jengibre superaron mis extremadamente bajas expectativas :)"
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 El chico no pudo evitar reír ante lo que acababa de leer, a la vez que sentía como un montón de aves revoloteaban en su interior. Sin pensarlo dos veces, dejó la pequeña nota a un lado, tomó el trozo de tarta recién horneada entre sus manos y le dio un buen bocado, cual muerto de hambre

—Mmm —emitió cerrando los ojos mientras cada una de sus papilas gustativas disfrutaba cada pedazo de esa deliciosa tarta, que aún estaba un tanto tibia

 Definitivamente fue la mejor que había probado, e incluso mejor que la tarta de melaza de Molly que tanto le gustaba; ya fuera por el hecho de que el rubio en el que tanto pensaba la había hecho o por que realmente sabía genial. En unos pocos minutos, después de haberse comido hasta las migas que había hecho encima de la cama y releído la nota unas cuantas veces, se decidió a enviarle una última nota al rubio antes de ponerse a envolver los regalos de navidad que tenía guardados para sus amigos
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"Creo que voy a aceptar el hecho de que esta tarta de calabaza 
supera a cualquier otra que haya probado hasta el momento, así que tienes
mis enhorabuenas :) 

5/5 potterestrellas."
 


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 Una vez enviada la nota gracias a su querida lechuza, con la barriga llena y la felicidad desbordándole por cada poro de su cuerpo, se dispuso a envolver el primer regalo felizmente; un libro para su mejor amiga Hermione, "Recorridos con los trolls" de Gilderoy Lockhart, ese escritor que tan poco le gustaba a él pero que ella la tenía encantada. Luego, la brújula para escobas que le había comprado a Ron y el par de guantes profesionales de Quidditch para Ginny, que había empezado en el equipo ese mismo año. Seguido de un par de medias coloridas para su querido amigo Dobby y un libro de nombres para mascotas para Hagrid, que era fanático de adoptar bestias de lo más extrañas; "incomprendidas", dijese el semi-gigante.

 Al dar por finalizadado su trabajo, separó los regalos que iban a ser enviados fuera de los que iba a entregar él mismo en la mañana, en cuanto todos despertaran

—Te has ganado galletas extra por todo el trabajo que has estado haciendo Hedwig, eres la mejor —dijo el chico acariciando la suave cabecita de la ave, que lo miraba orgullosa— ¿Tu tampoco te esperabas el regalo de él, verdad? —preguntó en un suspiro, sonriendo de lado— Definitivamente este ha sido el año más extraño pero emocionante que he vivido
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¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄́ 𝐌𝐄 𝐎𝐃𝐈𝐀𝐒? | 𝐃𝐫𝐚𝐫𝐫𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora