¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄́ 𝐌𝐄 𝐎𝐃𝐈𝐀𝐒? | 𝐃𝐫𝐚𝐫𝐫𝐲

CAPÍTULO 2: Drama

Cap 2. Drama

 — ¡¿Que qué?! —exclamó Hermione enfurecida— ¡¿Que Lavender Brown será la prefecta de Gryffindor?! —no daba crédito a lo que Ron le estaba contando.

 — Lo sé, yo tampoco me lo creí hasta que la vi dando saltitos tontos por todo el vagón —explicó Ron— Tu te lo merecías muchísimo más, ya lo sabes, pero no te preocupes porque estoy seguro que el año que viene serás la Delegada de Hogwarts —le dijo a su amiga mientras le acariciaba suavemente el hombro. Ella suspiró y sonrió

—Bueno, tampoco era algo primordial para mi ser prefecta, pero de verdad no entiendo como Brown ha llegado a serlo —comentó entre risas recordando todos los momentos fangirl que ella tuvo con Ron, sabiendo que a él no le iban las chicas.

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*4 horas antes*

 — Por Merlín Hermione, aún nos quedan 2 horas y media para preparanos y salir de casa, y la estación ni siquiera esta lejos de aquí ¡¿A ti te parece despertarnos a estas horas?! —exclamó Ron de mala gana mientras se estiraba.

 Hermione funció el ceño

—¿Cómo que a estas horas? ¡Son las 8 y media de la mañana! ¿A qué hora pretendes levantarte? —replicó enfadada mientras se cruzaba de brazos.

 Harry, se reía en silencio observando a sus dos amigos discutir mientras se ponía sus gafas. 5 años habían pasado desde que los conoció y seguían igual, exactamente igual. No había día que Hermione no le echara la bronca a Ron, al igual que no había día que Ron no se quejara de las actitudes de Hermione. "Así eran pero así los quería, al fin y al cabo eran sus mejores amigos y no los cambiaría por nada del mundo" —pensó.

 Luego de poner un poco de paz, los chicos se fueron a desayunar y preparar para ir a la estación, en la cual les esperaría el tren para llevarlos a ellos y a otros estudiantes a Hogwarts. Luego de un par de horas y regaños de Hermione hacia Ron por su lentitud, ya estaban saliendo de casa en dirección a la estación de King's Cross.

 —¡¿Ves que no vamos tarde?! —replicó Ron cuando ya estaban en la entrada de la estación. Hermione rodó los ojos e ignoró su comentario. Los 3 chicos entraron a la estación, y con su equipaje en mano atravesaron el muro del andén 9¾. 

 Un largo tren esperando en las vías, un montón de niños con sus padres y/o acompañantes, adolescentes hablando entre sí o reencontrandose, y ahí lo vio. Ahí estaba, entre toda la multitud, apoyado sobre una de las paredes del andén, con un bonito traje negro. Por un momento se sintió ridículo, “se ve tan bien en ese traje impecable” pensó. “Y yo con la ropa vieja de mi primo que ni siquiera es de mi talla, que vergüenza”. Fue en ese momento en que se dio cuenta de todas las tonterías que estaba pensando, y volviendo a la realidad reaccionó en que ahora el rubio, también lo miraba. En un acto instintivo, el ojiverde se volvió rápidamente hacia sus amigos, los cuales ni se habían percatado de lo sucedido; estos hablaban tranquilamente sobre Merlín sabe qué. Hermione, se volvió a Harry para preguntarle su opinión, pero al verle, esta puso cierta cara de confusión

—¿Tienes calor con el frío que hace? —preguntó curiosa.

—¿No? ¿Por qué? —respondió él confuso. Pero en ese mismo momento, antes de que ella pudiera responderle, un joven no mucho mayor a ellos se les acercó y se dirigió hacia Harry.

 —¿Harry potter? —preguntó el joven. Harry asintió— Disculpa si interrumpo algo, pero nos han pedido que reunamos a todos los prefectos, y como probablemente ya te hayan comentado, tu has sido elegido —explicó el chico mientras se peinaba con los dedos—¿Podrías acompañarme? —Harry asintió nuevamente

—Ya habeis oído, ¿Nos vemos luego? —preguntó este a sus amigos mientras cogía sus cosas. Ellos asintieron sonriendo orgullosos de su amigo

—¡Nos vemos luego! —se despidieron al unísono.

 Harry siguió al joven entre toda la multitud, este lo acompañó hacia un vagón y le explicó que ese era para los prefectos de sexto año, en el cual ya se encontraban dos estudiantes hablando animadamente; uno delante del otro contra la ventana del tren. Sabía que eran de Hufflepuff, pero desconocía sus nombres. Movió su vista hacia la persona que tenía al lado uno de los chicos y no podía creer lo que veían sus ojos.

— ¿Lavender? —preguntó confundido. — ¿Qué haces aquí? —preguntó nuevamente, todavía mas confundidó.

Esta lo miró.

—¿Tu que crees? —respondió entre risas— Pues lo mismo que tu Harry —afirmó. —Ven, siéntate —dijo seguidamente de hacer un gesto para que se sentase junto a ella— Puedes dejar tus cosas arriba.

 Harry entró en el cubículo, saludó a los otros dos chicos, dejó sus cosas arriba y se sentó junto a Lavender, aún bastante confundido. Le parecía muy extraño que Lavender hubiese sido elegida, habiendo estudiantes mucho más brillantes y responsables, como Hermione por ejemplo, pero obviamente no le iba a comentar eso a ella. No es que le cayese muy bien, pero tampoco le odiaba. Harry no odiaba a nadie; las únicas personas que él odiaba habían muerto dos años atrás en manos de aurores. Mientras él cavilaba sobre la situación, no se dio cuenta que otros dos estudiantes de Ravenclaw entraron hablando sobre jugadores de Quidditch y se sentaron juntos al lado de la chica de Hufflepuff, la cual les regaló una sonrisa como saludo.

 Harry volvió a la realidad al darse cuenta de que Lavander le estaba preguntando por Ron. Al estar en su mundo, no se enteró de qué le preguntó exactamente.

—Perdona, ¿Qué decías? —preguntó el chico volviendo la vista hacia ella. 

 —Te he preguntado que cómo está Ron —reafirmó la chica— Pero ya veo que estabas en tu mundo, como siempre —agregó esta, pero al momento su cara cambió a una expresión pícara— ¿Pensando en chicas Potter? —preguntó mientras lo miraba fíjamente a los ojos.

 —¿Eh? Qué dices, Lavender. Nada de eso, simplemente estaba distraído —contestó el chico incómodo por la pregunta que la chica le acababa de hacer delante de todos los que estaban ahí.— Ah, y Ron esta bien, pero.. ¿Aún te gusta? —preguntó el chico, esta vez divertido por la idea de que a ella le gustara y hubiera intentado tirarle la caña a su amigo, sabiendo que era gay. 

 La chica iba a responder, pero clavó sus ojos en la puerta del vagón, e instintivamente él hizo lo mismo. Por este, apareció la figura de una chica que conocía perfectamente, dirigiendose hacia donde estaban ellos. — Mierda —pensó.

 Pansy Parkinson; de todo Slytherin, precisamente la chica que más le había atormentado desde tiempos inmemorables, ella tenía que ser una de las prefectas.

—Lo que me faltaba —se dijo a si mismo.

Esta entró con sus aires de grandeza que todos en ese vagón ya conocían, dejó sus cosas y se sentó junto a la chica de Ravenclaw. Intercambiaron miradas, aunque él lo había intentado esquivar todo el rato. Ella sonrió hacia Harry de la manera más falsa que jamás había visto, pero este le devolvió el gesto y desvió su mirada hacia Lavender, la cual le susurró al oído.

 —Falta uno, y creo que es Zabini —a la chica le brillaban los ojos— Si es así, ¿Me cambias de sitio porfi? —La chica juntó las manos en modo de plegaría y puso cara de cachorro abandonado. Harry rió, obviamente no tenía problema con cambiarle de lugar, y mucho menos si era para estar lejos de un Slytherin.
Él asintió con la cabeza a la chica, pero la cara de esta cambió por completo. Su cara pasó de felicidad a disgusto en menos de un segundo. El chico no comprendía, ¿Acaso ella esperaba un no como respuesta? Pero fue en ese mismo momento en el que sintió a alguien sentarse junto a él. El chico sonrió y volvió su cabeza a su izquierda esperando ver a Zabini sentado junto a él y así cambiar de sitio con la chica, pero por su sorpresa, no era el chico que esperaba ver. No daba crédito de lo que sus ojos veían, pero ahora entendía por qué la mirada de disgusto de Lavender. No podía ser, tenía que ser una pesadilla.