¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄́ 𝐌𝐄 𝐎𝐃𝐈𝐀𝐒? | 𝐃𝐫𝐚𝐫𝐫𝐲

CAPÍTULO 40: El despertar

Cap 40. El despertar

 ‍La luz entrando por los grandes ventanales de la enfermería y la sensación de ser vigilado le obligaron a abrir los ojos, sin esperar que al hacerlo el espectáculo que vería sería tan confuso

—¿M-Malfoy..?  —preguntó aturdido. El azabache se encontraba en la vacía enfermería del castillo y para su sorpresa Draco se encontraba al lado de su cama, aunque su aspecto no era para nada favorable. En sus ojos se podía ver claramente las horas de llanto, y su cara mostraba una total decadez

—Potter.. y-yo.. —sus opacados ojos empezaban a llenarse de lágrimas nuevamente— Lo siento m-mucho, de verdad

 ‍Harry empezó a hacer memoria. Su cabeza retumbaba a la vez que los recuerdos volvían a su mente

—Perdóname, por favor —suplicaba el chico, mientras rápidas lágrimas bajaban a toda velocidad por sus mejillas— He sido un imbécil, lo siento m-mucho de verdad

—Solo.. ¿Por qué? —preguntó el azabache finalmente, levantando su vista hacia el chico

 ‍Draco se quedó sin palabras. ¿Cómo le iba a explicar que todo había sido un maldito malentendido? ¿Cómo le iba a explicar que había jugado accidentalmente con sus sentimientos por haber creído ver algo que no era? Se sentía como un completo estúpido. Todo era su maldita culpa

—Harry yo- —balbuceó el chico, pero el sonido de pasos hacia la enfermería le interrumpió. Hermione y Ron estaban a punto de llegar, y el rubio simplemente prefirió irse— Lo siento

—¡Harry! —exclamaron los jóvenes al ver a su amigo finalmente despierto y lanzándose junto a él para abrazarle. El azabache observó al rubio alejarse rápidamente sin ser visto por sus amigos, aún aturdido por la situación

—¿Cómo estas? —preguntó el pelirrojo energéticamente

—¡Nos tenías preocupados! —exclamó la chica, soltándose del abrazo— Madame Pomfrey nos ha dicho que cuando te despiertes puedes irte si quieres, solo tendrás que aplicarte en las heridas cada ocho horas una planta medicinal que tiene Snape

—Estoy un poco confundido, la verdad.. —confesó el azabache con una pequeña mueca

—Normal, perdiste mucha sangre —dijo Hermione con una media sonrisa— Suerte que los gritos de Myrtle advirtieron a Snape, porque si no..

—Posiblemente no estarías aquí —suspiró el pelirrojo mirando la puerta de la enfermería

—Oye Ron, ve a avisar a Madame Pomfrey, corre —pidió la chica mientras miraba al azabache de reojo

 ‍El chico asintió con la cabeza y salió del lugar, dejando a los dos jóvenes solos

—Me parece que tú también tenías mucho que contarme ¿Me equivoco? —preguntó la chica mirando a su amigo con una ceja levantada y los brazos cruzados— Hablé con Pansy y Malfoy, Harry

—Mione yo- —balbuceó el chico, sin saber qué responder

 ‍Harry estaba confundido. Draco le había pedido perdón, le había dicho que todo había sido un malentendido. Pero ¿Qué exactamente? No entendía absolutamente nada

—Harry ¿Te crees que no sé que tú y Malfoy os besasteis? —sopló la chica— Sé lo que pasó entre vosotros. Me lo contó él mismo

—Pero Draco me odia, Hermione —dijo Harry con una triste expresión

—Él no te odia, tonto —bufó ella, negando con la cabeza— ¿Quieres saber lo que pasó?

 ‍El chico asintió rápidamente con la cabeza, aturdido