Bianca:
—¿Quién te dejo salir? Mierda.. Fue Adrian ¿No?.—Me pregunta al verle.—Le meteré una bala en..
—Todo lo resuelves así.
Los ojos de Alessandro me observan.
—Metiéndoles una bala en el cráneo.—Pronuncio cansada.—Tienes un gran problema.
Me acerco a él y sigue mis pasos.
—¿Dónde están las chicas..?
—Me las folle y las eche.
Alzo una ceja.—¿En serio? No pareces cansado.
Ignorando esa respuesta, pregunta serio.—¿Qué haces aquí?.
Guardo silencio y paso la saliva observándolo, sus ojos azules fijos sobre mi rostro.
—Adrian me dijo todo.
Sus ojos se abren.
—Vaya, ahora si le meteré una bala.
Mantengo mi seriedad, aun después de escucharlo.—¿Por qué no me dijiste quienes eran esas personas?
—¿Hacia falta? Te obligue a matar a alguien.—Me suelta de frente.—La situación no ha cambiado.
Trago saliva.
—Lo hace.—Respondo.—Al menos me hace pensar que hay un poco de humanidad en ti después de todo.
Él se ríe.—¿Humanidad? ¿Eso crees?
—Aunque trates de ocultarlo, lo sé.
—Solo odio que las personas que trabajan para mí se metan en mierdas a mis espaldas.—Me responde.—Trabajas conmigo, solo conmigo y para mí, no te pones a hacer otras mierdas.
—Vale, lo entiendo.
Alessandro me observa con una ceja alzada.—¿Lo entiendes?
Se acerca a mí y me enfrenta a la cara.
—Eres tan ingenua, il mio coure.
Sonrie al ver mi rostro y se aparta, pero sujeto su rostro en mis manos y presiono mis labios sobre los suyos, tarda un segundo, pero me devuelve el beso, un beso tan característico de Alessandro Bertinelli, nuestros labios se encuentran, nuestras lengua se entrelazan, gimo sobre sus labios y nuestras bocas se mueven sin control.
—Creí que me odiabas.—Pronuncia luego de romper el beso.
—Yo también.—Confieso.
Alessandro me coge el rostro y vuelve a besarme, sus manos bajan mientras nuestras bocas vuelven a profesarse, me levanta de la cintura y me sienta sobre el escritorio, me separa las piernas y me baja las bragas, lleva las manos al botón de su pantalón y le ayudo a sacar su erección, levanta mi muslo y lo aprieta contra su cadera, nuestras frentes se juntan y me muerdo los labios al sentirlo dentro de mí.
Dios mío...
Lo abrazo cuando el empieza a empujar, me agarro de el y cierro los ojos, separo los labios y me dejo llevar.
Él se mueve igual y mucho mejor, su dura erección no deja de follarme y mis muslos se aprietan, no quiero dejarlo ir.
Me besa y continua meciéndose, sus caderas de adelante hacia atrás, gimo sobre su boca y comenzamos a agarrar un ritmo tan rápido, que el corrernos no tarda en llegar.
Con un gemido termina mientras sus labios siguen sobre mi boca, respiramos agitados y nos miramos a los ojos.
Complacido sale de mi interior y yo sonrio, voy a juntar las piernas cuando el me detiene.
—Aun no he acabado.
Abro los ojos y el me coge de la cintura, suelto un pequeño grito cuando me levanta y me cuelga en su hombros y sale conmigo de la habitación, veo a Adrian en el pasillo, está sonriendo ante la situación.
Alessandro me lleva hasta su habitación, deja caer mi cuerpo sobre el colchón y esta vez nos terminamos de desvestir antes de volver a empezar.
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Por Tres Meses (#2 Hijos de la Mafia)
RomanceAlessandro Bertinelli es un hombre que utiliza el chantaje, la intimidación y sobre todo: Las amenazas Para conseguir lo que quiere. Más aún si eso que desea es cobrar de una vez un deuda. Es por eso que secuestrar a la hija de su deudor, Bianca M...