Capítulo 9

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Alessandro:

Terminar en la cama con la hija de mi deudor no era algo que tenía planeado hacer justamente hoy, pero Bianca Moretti obtuvo lo que se merecía después de provocarme como lo hizo.

Ella se lo busco y yo solo se lo di.

Al inicio me sorprende que sus labios sigan los míos con la misma intensidad cuando me devuelve el beso, creí que mi odiaba, supongo que la atracción pudo más, ella gime y aprieto la boca sobre la suya, la levanto del trasero y sus piernas enseguida rodean mi cadera.

La traslado hasta mi recamara, dejo caer su cuerpo sobre la cama, me desvisto frente a ella mientras yace con las piernas separas, caliente y excitada, termino conmigo enseguida y coloco las manos sobre sus senos, sujeto de cada extremo y le abro la pijama rompiendo la tela, todo su cuerpo desnudo esta frente a mí y mi mente divaga hacia ese día en el ducha.

Igual de duro estoy.

Igual de excitado mientras veía como el agua se resbalaba por todas sus curvas.

No voy a perder un minuto más con ella, la beso y muerdo su labio, hundo el rostro entre sus pechos, chupo de ellos mientras mis manos comienzan a bajar, separo los labios y llego hasta su ombligo, mi boca saborea y disfruta cada parte de su piel cremosa, bajo hasta la entrepierna y hundo el rostro, mis manos masajeando sus tetas mientras mi lengua saborea sin detenerse, su coño húmedo es increíble, por más que mi lengua prueba de ella, su vagina no deja de mojarse.

—Alessandro..

Le separo las piernas con rapidez y me acomodo tirando de sus piernas hacia abajo, arrastro su cuerpo y le cubro el cuerpo, elevo sus piernas y sus muslos y de un solo golpe se la meto, los labios de Bianca se separan y se retuerce al sentir mi primera estocada.

Beso su cuello y le cojo ambas manos hacia arriba de la cabeza, comienzo a empujar sin controlar y ella gime, pego mi rostro a su rostro y acelere mis movimientos , gruñendo, disfrutando de lo mojada que esta.

—Dime si esto es lo que querias.. —Le exijo mientras continúo empujando, golpeo con fuerza y ella grita. —¿Esto era lo que quería, il mio cuore?

—Si. —Prácticamente es un susurro cargado de excitación.

Yo necesito más.

Le cojo la cara y aprieto sus mejillas obligándola a mirarla.

—No te oigo, Bianca.

—Dios. si...

Sonrio con la respuesta y dejo de apretar sus mejillas, así como dejo libre su única mano sostenida, sigo moviéndome sin control encima y ella me sujeta de los brazos, termino por cubrirla por completo y con los codos apoyados y sus muslos apretando los míos aumento los movimientos, pero no es suficiente para mí.

Deseo más placer y deseo cogérmela mucho más fuerte.

Giro a Bianca y la pongo de cuatro patas, le separo las piernas y apoya en sus rodillas, todo su cabello oscuro va hacia adelante, me llevo los dedos a los labios y lubrico su agujero posterior antes de ingresar.

Con una mano me mantengo en su cadera y con la otra le sujeto el pelo, hago un nudo y tiro de él.

Entro en ella y su cuerpo se arquea, acaricio toda la línea hacia su trasero y comienzo a empujar, su cuerpo va hacia adelante y hacia atrás sin control, juego con ella, le demuestro que ella no es quien tiene control, quien no juega con el otro.

Soy yo y tiene que saberlo.

El sexo es sucio, me la cojo duro, causándole dolor y llenándome de placer, un placer que termina por sentir, Bianca no deja de gemir y me fascina, me da placer saber lo que estoy provocando y me la pone más dura.

Por Tres Meses (#2 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora