Bianca:
"Eres libre de irte, Il mio cuore"
Siento presión en mi pecho después de escuchar sus palabras.
Trago saliva.
—¿Eso es lo que quieres?
Alessandro no responde.
—Dijiste que todo era diferente ahora.. —Le recuerdo.—¿Qué cambio desde que me follaste anoche hasta ahora?
—¿Realmente creíste que era en serio?
Dolor, eso es lo que siento.
Un dolor en el pecho.
Tragándome lo que siento, le pregunto.—¿Nada de anoche fue real?
Sus ojos me observan.
—Alessandro...
—No.—Responde y mi corazón se hunde.—Nada fue real, es lo que hago.. no eres la primera mujer que traigo aquí.
Mis manos se forman puños.
—¿Y aun así me llevaste a mí?.—Le suelto.—No soy tonta, Alessandro.
—Al parecer si.—Me suelta en la cara.—¿Quieres una explicación? Estabas ahí, en mi casa, en mi cama, estabas cerca de mí y te use, me aburría ir a buscar mujeres y solo cogí a la que estaba cerca.
—Debió ser muy aburrido para ti.
—Lo fue.
Mis ojos se llenan de lágrimas.
—¿Entonces he sido la única que ha empezado a sentir algo durante todo este tiempo?
Alessandro se tensa.
—No hagas eso, Bianca.
—¿Por qué?.—Le pregunto.—¿Ahora no puedes aceptar que me enamore de ti?
Sus ojos se abren.
—Te dije que no lo hicieras.
—Ya es tarde para eso.—Respondo. Papá tenía razón.
Me enamore de Alessandro.
No debía ser así, no era para de mi plan de huida, pero termine cayendo en mi propio plan, no previo esto porque estaba segura de que no podría querer a alguien como él.
Pero..
Lo hice, dios mío, lo amo.
—¿Conoces el síndrome de Estocolmo, Bianca?
Mis labios se separan.—¿Qué?
El suspira.
—Basicamente es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro o persona detenida contra su propia voluntad como en tu caso, desarrolla una relación de cariño hacia su secuestrador.
—¿Estas tratando de hacerme creer que yo tengo eso?
—No, lo tienes.
Siento dolor en mi garganta.
—No estas enamorada de mí, es simple psicología.—Me asegura.—Unos meses en un psicólogo harán que te olvides de todo esto.
Mis manos se cierran en puños, las suelto y niego mirándolo.
—¿Eso es lo que quieres hacerme creer a mi o a ti?
Su mandíbula se aprieta.
Lo observo tragar duro.
Esta vez no espero que diga algo, yo lo hago.—No necesito nada de ti.
Alessandro me observa con una ceja alzada.
—No necesito nada.—Repito.—Nada que venga de ti o lo que haya en esa mansión, nada es mío.
—¡Bianca!
Cojo el vestido y me dirijo a la puerta sin siquiera ponérmelo.
—¿Dónde coño crees que vas así?.—Me suelta sujetándome del brazo.
Lo aparto.
—Te regresare el vestido limpio cuando consiga ropa mía.
—¿Crees que voy a dejar que salgas así?
—¿Por qué debía importarte que alguien viera mi cuerpo, no?
Sus ojos se abren.
—Solo fui una mujer más en tu vida, tu carta de cambio y ahora soy libre ¿No?
—Bianca..
—Si quiero iré desnuda y no vas a impedírmelo.
Salgo de la habitación porque no soporto estar aquí más tiempo, voy hacia el ascensor y sus pasos continúan siguiéndome, ingreso a este y cuando las puertas van a cerrarse, él pone la mano impidiéndolo.
—Ponte el vestido.
—Vete.
—No me iré hasta que te lo pongas...
—¿Por qué?.—Le interrumpo con lágrimas en los ojos.—¿Por qué te importa que alguien me vea si solo he sido la mujer que secuestraste?
Alessandro aprieta la mandíbula e ignora por completo mis palabras.
—Ponte el vestido, Bianca.—Ordena.
Las lágrimas se deslizan por mis mejillas.
—No lo haré hasta que te vayas.
—Il mio cuore
—No me llames así.
—Bianca...
—Si realmente no quieres que nadie me vea desnuda entonces vete.
Él se tensa.
—Vete, Alessandro.
Su mirada baja despacio y sus manos dejan la puerta del ascensor, trago saliva y me coloco el vestido en frente de él.
Tengo su mirada sobre mí, una mirada que no logro reconocer, pero que solo me lastima y que no me deja apartar la mirada.
Entonces la campana del ascensor suena y las puertas empiezan a cerrarse.
Y pronto Alessandro desparece de mi vista.
Cuando finalmente estoy sola en ese ascensor, un tobellino de emociones me ataca de inmediato mientras observo la puerta en silencio, las lágrimas no dejan de caer y termino destrozada.
Hola...
A todos los que preguntan cuantos capítulos serán.
Ya lo dije y lo vuelvo a repetir, aun no lo se.
Faltan que sucedan muchas cosas antes de eso.
>>Yiemir.
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Por Tres Meses (#2 Hijos de la Mafia)
RomanceAlessandro Bertinelli es un hombre que utiliza el chantaje, la intimidación y sobre todo: Las amenazas Para conseguir lo que quiere. Más aún si eso que desea es cobrar de una vez un deuda. Es por eso que secuestrar a la hija de su deudor, Bianca M...