Bianca:
—Ya te enojaste lo suficiente y tienes tu venganza.—Murmura Alessandro mientras me abraza sobre la cama.—Ya podemos empezar de 0.
Mi cabeza otra vez esta sobre su pecho, su respiración la hace subir y bajar, me siento tan cálida, tan tranquila.
Ojala pudiera sentirme así todo el tiempo.
—Me la devolviste, no cuenta.
Sus labios besan mi cabello.
—Fui un imbécil, de acuerdo.—Confiesa.—Adrian tenía razón, jamás debí alejarte.
Cierro los ojos.
—Pero cumplo mis promesas, Bianca y de algún modo estabas más segura con tu padre.
—¿Segura? Con un hombre que tiene la misma reputación que tú.
Sonrio.
—Vaya... ¿No tenía que ver con el síndrome de Estocolmo?
Siento su cuerpo tensarse.
—Eso también.
Lo suponía.
—¿Sigues creyendo que te amaba por eso?
Levanto la mirada y me encuentro con sus ojos azules.
—Lo sigues creyendo.
—No..
Abro los ojos.
—Dijiste que ya no me amas.
Imbécil...
—Está bien, voy a enamorarte a mi modo.—Me promete.—Volveré a hacer que tu corazón vuelva a latir por mí.
Doblemente imbécil.
—Te amo, Bianca.—Vuelve a decirme.—No imaginas cuanto te amo, no lo soporto, me consume, me consume por completo lo que siento por ti.
Llevo la mano a su rostro.
Acariciando sus labios, digo.—No sabes cuándo desearía creerte.
Sus ojos se abren.
—Hazlo, Bianca.
Bajo la mano a su pecho desnudo.
—Créeme, estoy enamorado de ti.
Aprieto los labios.—Lo lamento.
Me retiro de su pecho porque sé que es hora de acabar con este cuento y volver a la realidad.
—Me tengo que ir.
—Il mio cuore
—No volvamos a encontrarnos más.
Se queda helado y yo niego.
—Ya no quiero volverte a ver, Alessandro.
Su cuerpo se tensa.—¿Me pides eso ahora que he admitido que estoy loco por ti?
—Si.
—¿Qué es esto, Bianca?
Trago saliva.—Que esta vez yo te estoy dejando.
Se queda sin habla.
—Tú me rompiste el corazón.—Le recuerdo.—Me echaste de aquí y no te importo, no puedo confiar en ti, ni en tus promesas.
—Bianca..
Por primera vez veo dolor en sus ojos.
—Así que por favor solo continuemos nuestras vidas como lo hemos estado haciendo estos tres últimos meses.
Me visto y lo dejo en shock, salgo de la habitación y cuando creo que ya lo entendí, siento su cuerpo desnudo y sus brazos rodeándome por detrás.
El corazón me duele y me quedo en shock.
—No, Bianca, no.
Las lágrimas llenan mis ojos.
Coloco mi mano sobre sus manos,.
Está temblando, dios mío.
Jamás lo he visto así, realmente tiene miedo de perderme.
—Il mio cuore
Me muerdo el labio y lo aparto de mi con todo el dolor que estoy sintiendo.
—Se acabó, Alessandro.
El cae derrotado y yo me marcho, me voy de ahí porque es lo que necesito.
Necesito alejarme de Alessandro Bertinelli.
Hola..
¿Oyeron el corazón de Alessandro? Se rompió en pedacitos.
>>Yiemir.
ESTÁS LEYENDO
Por Tres Meses (#2 Hijos de la Mafia)
RomanceAlessandro Bertinelli es un hombre que utiliza el chantaje, la intimidación y sobre todo: Las amenazas Para conseguir lo que quiere. Más aún si eso que desea es cobrar de una vez un deuda. Es por eso que secuestrar a la hija de su deudor, Bianca M...