Bianca:
—Señorita Bianca, no estoy segura de esto. —Me dice Carina mientras sigo escogiendo mi ropa para meterlo a mi bolsa. —Si su padre se entera.
—No lo hará. —Le aseguro con una sonrisa. —Le dije que iría a un viaje con Christiano y Christiano piensa que me fui de viaje con una amiga, lo cual no es mentira.
Le señalo.
—¿Y si decide ver a su padre? No piensa que tal vez se entere...
—No, ya que le avise de mi viaje, Christiano decidió tomar el fin de semana para viajar fuera de Campania y realizar un negocio.
Carina me observa en silencio.
—No tienes que preocuparte de nada, yo no lo hago.
Ella suspira.
—Creo que debo avisar a su padre.
Dejo de doblar la ropa y la miro.
—El Señor desaprobara esta conducta y estará en contra.. Yo debería.
—Pero no lo harás. —Pronuncio. —Carina, me sirves a mí, no a mi padre.
—Solo considero que es incorrecta esta decisión.
—Incorrecta o no, ya la tome. —Respondo y sonrio, cierro mi maleta y me acerco a ella. —¿Nos vamos?
(*)
El coche nos lleva directo al aeropuerto e ingresa por una zona privada, nos deja a unos metros del avión privado y antes de salir observo por la ventana a Alessandro, está de pie cerca del avión, esperándome y con una sonrisa al darse cuenta de mi presencia, Adrian está con él.
Carina y yo bajamos del coche y camino hacia el con una sonrisa en rostro, a mitad de camino estoy corriendo hacia el y llego para arrojarme a sus brazos, mis piernas envuelven su cintura y mis brazos su cuello.
Le doy un beso suave.
—¿Esperaste mucho?
—Lo necesario. —Me acaricia la mejilla y me ayuda a bajar.
Carina llega a mi lado y saluda a Alessandro con una cara de pocos amigos, lo mismo con Adrian, quien parece disfrutar de la situación.
—¿Nos vamos?. —Me pregunta Alessandro extendiéndome la mano.
La tomo y el me guía al interior del avión.
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Por Tres Meses (#2 Hijos de la Mafia)
RomansAlessandro Bertinelli es un hombre que utiliza el chantaje, la intimidación y sobre todo: Las amenazas Para conseguir lo que quiere. Más aún si eso que desea es cobrar de una vez un deuda. Es por eso que secuestrar a la hija de su deudor, Bianca M...