Epílogo

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Bianca:

Alessandro Bertinelli desapareció de mi radar y de todo el mundo que lo conocía, personas involucradas con negocios turbios y que no dejaban de quejarse porque la persona que les proporcionaba los hombres que necesitaba, había desaparecido.

A mí no me importaba nada de eso, solo quería verlo o saber que estaba bien, pero ni él ni Adrian daban señales de vida.

Alessandro solo desapareció esa noche, la misma noche en que la policía antinarcóticos después de haber pasado años investigando los negocios detrás de la familia Romano, arrestaron a Christiano con la ayuda de un "Anónimo", sin embargo como nada podía ser limpio hasta en la misma policía había hombres infiltrados de Alessandro, el cual los ayudaron a escapar.

¿Fue suerte? Si, lo fue, en otro caso, yo y Alessandro estaríamos muertos.

Aunque realmente parecía que así se encontraba, muerto.

No dejo nada, ni una carta, ni una estúpida señal.

Absolutamente nada...

Y así pasaron 6 meses.

Cierro mi maleta.

—Todo esta listo, señorita Bianca.—Me anuncia Carina.—El coche la está esperando.

Le sonrio y pongo los ojos en mi casa, la sala que estoy pisando, una sala vacia.

Quería darle una última mirada antes de marcharme para no volver.

Papá había dejado muchas deudas, deudas con hombres importantes de su vida, hombres furiosos por el pago que Marcelo Moretti jamás les haría, así que llegue a un acuerdo con ellos, al menos con los que se presentaron y les di muchas cosas de casa y hasta la misma casa valorizada en miles y millones de dinero.

Dinero sucio del que no estaba orgullosa, plasmado en las paredes, pisos, escaleras de esta casa.

Eso era lo que pensaba, pero también fue el lugar en el que crecí, en el que compartí momentos con mi madre, así que no pude evitar sentir un dolor al darlo todo, pero luego pensé en mi madre, en lo que ella haría estando en mi lugar y en él bebe que llevaba en mi vientre, un bebe de siete meses.

Debía protegerlo.

Y no sabía si además de las personas con las que cerré el trato, quedaban algunos que no se habían presentado y buscaban cobrárselas conmigo de maneras no muy "Tradicionales".

Es por eso que decidí dejar todo e irme lejos, tener una vida plena con mí bebe.

Iré a Londres.

Al lugar donde tenía planeado ir con el padre de mi hijo, iré a empezar de nuevo.

—Que tenga un buen viaje.—Me dice y la rodeo con los brazos.

Subo al coche y me quedo viendo por última vez como recorre la casa, llevo la mano a mi vientre y acaricio lo abultado que esta.

"Solos tu y yo, bebe"










(*)



Por Tres Meses (#2 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora