Bianca:
Una fuerte bofetada es la que recibo y la que termina por tirarme al suelo.
—¡Hijo de perra!.—Alessandro gruñe y yo trato de levantarme.
Christiano no deja que me recuperare y enseguida me toma de un brazo y me obliga a ponerme de pie, Alessandro intenta irse abalanzarse sobre el a pesar de que está atado en una silla y custodiado.
Christiano lo ignora en todo momento y se coloca delante de mí, chasquea los dedos frente a mi rostro.
—Mírame a mi.—Me exige.—Solo a mí, Bianca.
Los ojos se me llenan de lágrimas.
—Christiano...
—¿Ha sido divertido jugar conmigo, Bianca?.—Me pregunta despacio y de pronto me grita en la cara.—¡¿Ha sido divertido jugar conmigo, Bianca?!
Mi cuerpo tiembla.
Me coge del rostro.—Debería meterte una bala en la cabeza.
Niego con la cabeza.
—¡No la toques, joder, si la tocas voy a matarte!.—Le grita Alessandro.—¡Juro que te matare si la tocas!
Christiano se tensa, deja su atención en mí y se vuelve hacia mi esposo, una lagrima se desliza por mi mejilla.
—Debería matarte a ti primero.—Le suelta.—Aunque disfrutare verte sufrir si se lo hago a ella primero y luego hacerlo contigo lentamente.
Aprieto los labios.
Chsristiano sonríe.
—Alessandro Bertinelli.. —Pronuncia su nombre y se planta delante de el.—Creí que tu título era de un hombre inteligente y por ello eras más precavido, Alessandro.
—¿De qué coño hablas?
—Control.—Pronuncia Christiano.
Uno de sus hombres se acerca a Christiano, le entrega el control y el enciende el televisor, un vídeo reproductor se reproduce.
Dios mio...
"Te amo, Bianca. Te amo, joder"
"Eres mía. Dilo.. solo mía"
"Solo tuya. Te amo, eres el único hombre que amo"
"Te amo tanto..."
Es el vídeo, un vídeo de nosotros en mi fiesta de cumpleaños, en la casa de Christiano.
El corazón se me acelera.
—Maldito hijo de perra ¿Realmente pensabas que no tenía cámaras en toda la mansión?.—le suelta.—Definitivamente el amor te ha hecho perder el tacto.
Se vuelve hacia mí.
—¿Así que virgen, no?.—Me pregunta, mi cuerpo se tensa.—Lo único que eres es una puta, una puta mentirosa... Tu dios estaría muy decepcionado de ti.
Las lágrimas se deslizan por mis mejillas.
—Y no creo que quiera recibirte cuando te envié con él.
—Christiano, no era mi intensión..
—No, no debió serlo.—Me interrumpe y me enfrenta cara a cara.—Debes estar muy arrepentida y eres tan estúpida.
Coge el collar que llevo de Alessandro en mi cuello, lo suelta y me mira a los ojos, coge mi mano y lo lleva a sus labios, todo el tiempo mi corazón late desesperado, Christiano aparta los labios de mi mano y me dobla la mano, Alessandro reacciona y los hombres de Christiano lo golpean.
—No..
El me dobla el dedo y sujeta el anillo en mi mano.
—¿Nunca pensabas casarte conmigo, no es así? Porque ya estas casada.
—Christiano, por pavor..
Él se burla de mi miedo.
—Vamos a celebrar un funeral hoy.
Me suelta la mano y su sonrisa se borra, le indica a uno de sus hombres que me lleve.
No quiero.
—No..
Intento avanzar hacia Alessandro, pero uno de sus hombres me detiene sujetándome de la cintura.
Christiano golpea el rostro de Alessandro y se me baja la presión cuando le apunta con el arma en la cabeza.
—¡Ire, ire!.—Grito y él se detiene.—¡Ire..!
Él sonríe.
Y vuelve a hacer otra señal con la cabeza, ese mismo hombre me sujeta del brazo y me lleva con él, al segundo piso.
Aun cuando estoy arriba, lo escucho.
—¿A dónde se la llevan? ¡No la toques! ¡Que no la toques, hijos de puta!.
Miro detrás de mí hasta perderle de vista y una vez arriba, ese hombre me empuja.
—¡Avanza!
Nos detenemos frente a una habitación.
—¿Qué hago aquí?
Ese hombre me mira a los ojos.—Alguien quiere verte.
El abre la puerta y me hace entrar cerrándola detrás de mí.
Me quedo helada.
—Papá..
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Por Tres Meses (#2 Hijos de la Mafia)
RomansaAlessandro Bertinelli es un hombre que utiliza el chantaje, la intimidación y sobre todo: Las amenazas Para conseguir lo que quiere. Más aún si eso que desea es cobrar de una vez un deuda. Es por eso que secuestrar a la hija de su deudor, Bianca M...