Capítulo 19

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Alessandro:

Saco a Bianca del coche al llegar a la mansión y la cargo en mi hombro, por más enojada que este, no la bajo y quien debería estar enojado soy yo, voy por los pasillos y tengo ira dentro de mí, ira que quiero sacar follandomela.

La llevo al baño y cierro la puerta detrás de mí.

—¿Qué haces..?

Ella me golpea, le sostengo las muñecas.

—Te dije que no volvieras a dejarme.

Mi sono fidato di te

Mi sono fidato di te, Il mio cuore

Perché l'hai fatto?

—No te deje.

¿Qué?

—Fue mi padre. —Pronuncia bajando la mirada. —Me secuestro, no pude hacer nada.

—¿Vas a decirme que no te fuiste con él?

—Cree lo que quieras, es la verdad. —Pronuncia. —Yo iba a quedarme contigo.

El corazón se me acelera.

—¿No me crees?

No respondo y ella luce molesta, intenta irse, pero la detengo, sostengo su brazo y la atraigo hacia mí.

—Demuéstralo..

—¿Cómo voy a demos..?

—No eso.. —Le corrijo. —Demuéstrame que deseabas quedarte conmigo.

Se queda viéndome y yo le sonrio, enseguida se aprieta contra mi cuerpo, coloca las manos en mi pecho y quita los botones hasta dejar mi torso desnudo, observo encantado cada uno de sus movimientos, incluso cuando se agacha luego de sacar mi erección.

Me mira desde abajo y mi pulgar se planta sobre su mejilla.

—¿Qué estás haciendo, Il mio cuore?

Su mirada es fuerte, sucia, me pone.

Sujeta mi erección y la lleva a sus labios,cierro los ojos al sentir su boca alrededor de mi polla, siento que podría venirme con solo ese pequeño roce y me doy cuenta cuan enloquecido me ha vuelto por ella.

Bianca comienza a meter el glande en su boca, chupa mientras sus largos dedos masajean mi longitud, le cojo del pelo y hago un movimiento metiendo mi polla más adentro, ella lo recibe y se aparta, lame sus labios y vuelve a probar de mí.

Esta segunda vez lo hace como una experta, dejo que ella siga mientras hundo los dedos en su cabellera, cierro los ojos y disfruto, mis labios se separan y no aguanto, necesito que la tenga toda, así que bajo la otra mano y guió empujando su cabeza.

Follo su boca con movimientos rápidos y me corro en ella.

Cuando acaba se pone de pie.

—¿Necesitas otra prueba?

La detengo otra vez.

—No he terminado contigo.

La beso y la desnudo, ambos nos desnudamos, llevo su cuerpo ya desnudo a la ducha y abro el grifo, debajo del agua la penetro unas tres veces y luego giro su cuerpo, levanto sus nalgas y ubico mi erección en su entrada.

Llevo el pulgar a sus labios y le hago chupar, como si se tratara de un chupón, lo hace, chupa mi pulgar y me pongo duro.

Abro sus nalgas y me presiono por detrás.

—Alessandro...

Entro en ella y ella gime.

—Eres mía. ¿Lo entiendes?

Bianca no me responden y hago un movimiento.

—Eres mía.

Llevada por el placer, responde.—Si...

Vuelvo a empujar y ella grita.

—Solo mía.

Comienzo a empujar, balancearme contra sus nalgas y debajo de esa ducha me la cojo, hago mía a la mujer que me trae loco.












Bianca:

—Creo que tienes un grave problema con el sexo. —Le digo a Alessandro mientras descanso en su pecho.

Siento sus labios en mi cabello. —¿Tienes algún problema con eso?

Sonrio. —No, me encanta.

Lo miro, sus ojos azules ya están viéndome.

—Solo quería que lo supieras.

Su pecho sube y baja.

—Antes de conocerte iba a clubes de sexo.

¿Antes?

—¿Ya no vas?

—No necesito ir si estás aquí.

El corazón se me acelera.

El me da un beso, suave y dulce.

Vuelvo a echarme sobre su pecho.

—Alessandro..

—Duerme, ya va a amanecer.

Aprieto los labios. —Lo que le dijiste a mi padre.. ¿Es verdad?

El no responde.

—¿Tú aun vas a matarme si mi padre no te paga la deuda?

Pienso que se ha dormido, pero para mi sorpresa cuando levanto la cabeza está mirándome.

Siento un dolor en el pecho.

—¿Por qué dudas de eso?

Como si me hubieran apuñalado, así me siento.

A pesar de saberlo, me siento de esa forma.

—Has tenido estos dos meses para conocerme, Bianca. —Me recuerda. —Sabes que jamás retiro mis promesas.

Si, lo sé.

—Pero no depende de mí, Il mio cuore, depende de tu padre.

¿Realmente nada ha cambiado?

¿Entonces qué es esto?

—¿De no ser así..?

—Yo apretare el gatillo. —Dice y mi corazón late con pánico.

Lo que más me duele es que él lo toma con risa, está sonriendo mientras me señala la frente.

—Justo aquí, Il mio cuore,

Alessandro...

—Apretare el gatillo y acabare con toda existencia de Bianca Moretti.

Ya tengo mi respuesta.









Hola...

¿Cómo les va pareciendo la historia?

Espero que les guste.

¿Creen que Alessandro hable en serio o todo es mentira?

Les dije que preparen su corazón para lo que se viene, estaremos tensos todo el tiempo.

>>Yiemir.

Por Tres Meses (#2 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora