Capítulo Quinto.

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-  Míralo.. Estás enamorado, Wilson. ¡Gordo! - Su gato lo miró, y luego devolvió la vista a Kira, la gatita de ojos naranjas. Quien estaba descansando y no jugaba por ahora.

Ambos miraban a sus gatos, sentados en el sofá y con una botella de cerveza cada uno.
Estaban en silencio, pero disfrutando de su compañía.

Y al menos Rubén había vuelto a sonreír.

Ya pasado un rato, se atrevió él a preguntar algo que le inquietaba.

- Vegetitta.. ¿Te diste cuenta de que los videos de Karmaland ya no pasan del millón y medio de visitas? ¿Crees que sea por mi culpa?

Samuel había notado esa baja, y la atribuía a su baja de ánimo por su salida. Pero no quería desanimarle más.

- No me había dado cuenta. - le dijo -

Rió secamente, y no debió hacerlo porque se atoró un poco. Tosió y continuó sonriendo después.
Pensó en cambiar de tema.

- Oye. ¿Te acuerdas de esa vez que estábamos hablando y me dijiste que te ibas a dar un tiempo con Silvia?

Samuel no pudo evitar reírse sutilmente.

- Terminamos hace un mes. Te lo dije. Seguramente lo olvidaste, chaval. - tenía una sonrisa en el rostro y la vista en su mascota, que se acercaba para posarse en su regazo, seguida por Wilson que fue con su amo.

Jugaron videojuegos, comieron, grabaron a sus gatos haciendo cosas interesantes y tiernas.
Lo pasaron excelente, ninguno pensó en novias ni en amor durante su rato juntos.

- Joder, Vegetta. Me das las ganas de volver a Karmaland.

- Estaría genial, me dejaste en el altar. - se acomodó en el sofá. Habían vuelto a la sala después de un rato.

- ¡Hostia, es verdad! Íbamos a casarnos...

-La gran boda Rubegetta...

¿Doblas?┊ 𝙍𝙪𝙗𝙚𝙜𝙚𝙩𝙩𝙖.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora