¿Doblas?┊ 𝙍𝙪𝙗𝙚𝙜𝙚𝙩𝙩𝙖.

Final Alternativo: Ni Uno Ni El Otro.

Este final alternativo comienza desde el primer diálogo que se muestra. Osea, esto parte desde el Capítulo Ochentaidosavo.

- No te cases.

Vegetta quedó en silencio un momento.

- ¿De qué mierda hablas? - preguntó alterado.

- He pensado mucho en ti, en nosotros, ¡y sé que yo ya tengo familia! Pero.. me siento muy incómodo.

Samuel no se lo podía creer. Estaba frente a su mejor amigo a quien le ofreció una relación amorosa hace tanto tiempo y le fue rechazada. Y ahora, este mismo, le pedía tartamudeante que no se casara. Estaba fuera de sí y se notaba. 

Él fue el que lo rechazó. Él era el heterosexual. Él era el que tenía un anillo en el dedo desde hacia un tiempo y un bebé en camino.

¿Por qué se atrevía a pedirle que no se casara? ¿Y por qué Samuel llevaba tantos minutos en siencio? ¿Acaso se lo estaba considerando? Suena horrible, inpropio de nuestro De Luque, pero sí.

Aunque, ¿sería él capáz de dejar plantado a Rubén en su boda por un vistazo al pasado como lo era Guillermo? No. No al menos en este universo paralelo.

Pero tampoco podía dar el Sí, acepto a  sabiendas de su flaqueo ante la propuesta de Guillermo.

Rubén no se merecía un hombre que sólo aparentara seguridad.
Y lamentablemente, Vegetta acaba de confirmar que era uno de esos.

No podía casarse con Rubius después de esto.
Ni tampoco darle el gusto a Willy.

Se sentía mal, asqueroso. Por un solo instante de duda, de un "¿Y si...?".

- Me has cagao todo el día. -le dijo el mayor sin poder mirarle.

Hubo un silencio, otra vez.

- Pero al menos me demostrarte que no me merezco a Rubius. Y si no me caso hoy, es por bien de él. No el tuyo.

Vegetta se alejó con una sensación muy fea en su pecho.
Pero no debemos menospreciar el cómo se sentía Guillermo. Acaba de arruinar la boda de su mejor amigo por una tontería. Porque él no puede superar aquella confusión, aquél sentimiento que hace tantos años lo atormentó. Que no pensó que volvería, menos ahora con esposa e hija. Pero ahí lo tienen, no soportaba ver a Samuel en una relación seria con Rubius. Quizá era celos de amistad, quizá no.

Bueno la cosa, tenemos a un Vegetta muy tenso buscando a su prometido por todo el hotel. Su todavía suegra y su esposo "El Padrino" le dijeron que Rubén había estado comiendo pero apenas se fue a poner el traje.

Entonces, aunque lo tenía prohibido, Vegetta llegó a aquella mitad del edificio para hablar con él.

- ¡Pero que es de mala suerte ver a la novia antes de la boda, SUBNORMAL! - se exasperó el más alto, escondiéndose en el baño para que su prometido no viera el traje que tenía entre sus manos.

- Es que tenemos que hablar... - masculló en un hilo de voz, pero que gritaba, tatuaba en la piel y en alma, que algo no iba bien.

Se sentaron en la cama, y se dijeron todo.

Que no podían casarse. Al menos no ahora, que había dudado pensando en otro chico.

Y Rubius, más que ponerse furioso, incluso llegó a sonreir. Pero claro, eso no quita las lágrimas gruesas que caían. Tanto de Vegetta como Rubius, pues ambos sufrían. Ambos se amaban, y por eso esta era la mejor solución.

-Supongo que es mejor así. No quisiera pasar toda mi vida atado a alguien que pensaba en el ex...

Se miraron a los ojos un rato.

- La gente pensaba que Wigetta estaba muerto y enterrado pero... -continuaba el noruego, hablando con calma- fue lo suficientemente fuerte como para romper mi matrimonio.

Ya no había un 'Lo siento' que Vegetta pudiera expresar.
Ni un 'Gracias' que pudiera llorar Rubius, para agradecerle a Samuel la bondad que ha tenido de serle honesto, de quererlo tanto hasta el punto de romper su relación porque no se merecían esto.

- ¿Qué le diremos al mundo? - tembló De Luque, pues no estaba listo para esto.

- Déjamelo a mi. Haz de cuenta que nada pasó, sigue como si fueses a casar. Yo me encargo de terminarlo.

Y así, de acuerdo al plan, fingiendo una boda que terminará, todos siguieron con lo suyo.

Llegó el momento. Dieron el sí, acepto. Se besaron tras el puede besar al novio. Oyeron el yo los declaro casados.

Y cuando los aplausos cesaron por un gesto de Rubius pidiendo silencio, todo fue amargura y confusión.

- Pido el divorcio.

3 años después, nada ha pasado. Son amigos igual que siempre. Siguen con sus vidas, coqueteando sin llegar más allá, sabiendo que en el otro tienen un buen amigo para confiarle todo. Trabajando juntos, siendo felices.

Los únicos locos que no lo aceptan y siguen sufriendo son los fans. Que tratan de olvidar incluso que aquello alguna vez pasó. Borrar del calendario el 12 de agosto. Les duele más que a los mismos novios que divorciaron a los minutos de casarse.

Cuatro mil visitas sólo en el primer capítulo. ¿Estamos locos?

2 ACTUALIZACIONES MÁS Y FIN.