Mío

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La cantidad de veces que susurré que era mío cuando estábamos abrazados en la cama era infinita.
Y él me había respondido "tuyo" todo el tiempo.
El mejor momento es cuando llega a casa y corre a la cocina. Él sabe que siempre estoy haciendo la cena a la hora que está de vuelta; se acerca a mí y me rodea con los brazos desde atrás, plantando un beso en mi sien. Pone la mesa, y se sienta. Nunca me deja solo, y aunque a veces resulta pesado, es maravilloso.
Kendall Knight y yo pasamos muchas cosas: primero, conocernos a los tres años en kindergarten. Éramos los mejores amigos.
Un día, cuando teníamos cuatro, nos dimos un pequeño beso en la boca. Sabía a jalea, y aún me sonrío al recordarlo.
Pasamos por primaria, donde me molestaban por usar anteojos, y él me defendía sacándoles la lengua a todos (ese era el mayor insulto en esos años, a diferencia de las barbaridades que dicen los niños ahora).
En secundaria me molestaban por ser el más inteligente y por mi perfecto registro de asistencias. Todos los profesores me trataban de manera especial, pero nunca les pedía nada. Empezó con insultos y burlas, y luego fueron empujones, golpes y puñetazos. Kendall les devolvía todos esos golpes... Con su palo de hockey.
Luego llevamos a James a hacer esa estúpida audición a los dieciséis. Qué digo estúpida, si eso nos convirtió en estrellas pop mundialmente conocidas.
Y todo esto siempre juntos. Imaginen el amor que le tengo a este hombre.
En nuestro último concierto como boyband, a mis veintisiete y él a sus veintiséis, me propuso matrimonio. Vi cómo se iluminaron sus ojos y su enorme sonrisa cuando acepté.
Para sorpresa de todos nosotros, todos aplaudieron y festejaron a los gritos.
Y ahora, a los treinta y cinco años, yo actúo en papeles pequeños de películas importantes. Él siguió cantando, y ahora es solista.
Hace giras mundiales y me lleva siempre con él.
Porque soy suyo.
Y él es mío.

@WooHooDM

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