FANFICS CORTOS

Entrevista.

Emma Browne, de Tigre Pop, le hacía varias preguntas a la banda Big Time Rush.
-Y bien, James, cuéntanos -dijo ella-, ¿por fin la hermosa Lucy Stone y tú están saliendo?
James se sonrojó levemente y miró a la joven con timidez.
-Síp.
-¿Esperabas que ella te diera aquel beso en los Tween Choice Awards?
-De hecho, sí. Era mi sueño -dijo, y entonces le guiñó un ojo a Kendall-, y como lo había intentado miles de veces, pensé "demonios, tiene que pasar de una vez", y cuando nos besamos... Bueno, digamos que en verdad me lo esperaba.
Todos rieron en la habitación.

Varias preguntas más tarde, Emma se dirigió a Kendall con una mueca de tristeza fingida.
-Kendall, nos enteramos de que rompiste con Jo. ¿Qué pasó?
El rubio miró a James y a Carlos, que eran los únicos que sabían el por qué de su rompimiento con la bonita actriz. Ambos asintieron en señal de que debería decirlo ahora antes de que fuera tarde. Antes de hacer la gran declaración, miró a Logan. Este le ofreció una gran sonrisa.
-Le hice una confesión que a ella en serio le sorprendió.
Emma abrió la boca y luego le preguntó a Kendall con voz temblorosa: -¿Podemos saber qué le dijiste?
Su sonrisa tímida la tranquilizó un poco.
-De hecho, sí. Es tiempo de que lo diga -miró de nuevo a Logan, quien lo observaba expectante-. Rushers -susurró en un hilo de voz-, no sé cómo se lo vayan a tomar, pero... Es lo que soy, y lo admito -suspiró-: Soy gay.
Entonces las mandíbulas de Logan y Emma cayeron en sorpresa.
Para Emma esto significaría una gran paga, es decir, ¡era una jugosa noticia! Con entusiasmo, miró a Kendall sonriendo ampliamente.
-Vaya... No nos esperábamos esto, de ninguna manera. Pero bueno, Kendall... ¿Hay algún afortunado? Si sabes a qué me refiero.
Él rió.
-Sí, sé a qué te refieres. Y de hecho, sí. Hay un afortunado... Pero él tiene novia. Y yo lo amo con todo mi ser, pero él nunca lo notó y jamás va a hacerlo. No lo quiero separar de su chica, no. Quiero que sea feliz... Su felicidad es la mía... -y se quebró. Las lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas incontrolablemente, y unos sollozos ahogados empezaron a escucharse en el lugar.
Emma se quedó en shock al verlo llorar. Esto jamás le había pasado, y quería consolarlo, pero por cómo la miraron James y Carlos, supuso que debería callarse.
Kendall se limpió las lágrimas de la cara y miró a Logan, quien ahora tenía una mueca en su rostro. Él de verdad odiaba cuando Kendall lloraba, porque significaba que de verdad estaba herido.
-¿Quién te gusta, Kendall? -preguntó.
-Tú -dijo, y se levantó para luego retirarse del lugar.
El castaño no supo qué hacer entonces. No sabía si ir detrás suyo, o dejarlo llorar solo.
No.
Jamás dejaría solo a su mejor amigo.
Ni en un millón de años.
Corrió afuera de la sala y abrazó con fuerza a su amigo. No le importó que intentara apartarlo, él solo se mantuvo abrazándolo hasta que sintió los delgados brazos rodeándolo.
El sonido de un llanto de dolor y tristeza llenó sus oídos, y no pudo evitar odiarse a sí mismo por no amarlo, aunque fuera ilógico. Él quería mucho a Kendall, pero no como más que un amigo.
Y se sentía culpable por ello.
-Lo siento -murmuró-. Lo siento mucho.

Habían pasado veinte minutos, y Logan y Kendall no volvían a la habitación. Emma se levantó y caminó hacia la puerta, pero en cuanto la abrió, sonrió. Una lágrima de emoción se le escapó ante la imagen de Logan y Kendall durante un dulce beso. Al ver James y Carlos cuánto tardaba la chica en regresar, fueron a ver qué sucedía. Sonrieron con gran felicidad por sus dos amigos. En serio, ni ellos tres, ni Kendall se lo creían.
Y Logan, mientras se separaba de aquel beso, miró a los ojos a Kendall y se sonrió.
-¿Cómo pude ser tan ciego todo este tiempo? -dijo, y volvió a besar a su amado.

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