FANFICS CORTOS

Too late.

No puede estar pasando.
No es real.
-¡Voy a casarme, Kendall! -exclama.
Me desgarra por dentro. De repente me siento vacío. Me duele el pecho, y no puedo respirar. Me siento pesado, se me dificulta caminar. No llego a mi habitación en el momento en que me desmayo.

Dolor. Puro dolor. ¿Por qué llegamos hasta aquí? No, corrección: ¿por qué es que yo lo deje llegar hasta este punto?
Debí haber actuado. Debí haberle dicho que lo amo. Debí pararme enfrente suyo y decirle que desde que lo conozco he sentido millones de cosas por él.
Pero no.
Mi miedo a que me rechazara no me lo permitió, y lo callé durante todo este tiempo. Y ahora que está comprometido no puedo hacer nada. ¡Maldita sea!
Ahora estoy muriendo.

Está a mi lado cuando despierto.
Lo miro, con las lágrimas deslizándose por mis mejillas como una cascada. Sollozo.
Él me mira confundido.
Tonto Kendall, es obvio que va a estar confundido, eres su mejor amigo, deberías estar feliz por él. Y me gustaría eso, pero ahora no puedo sentir más que un amargo sabor en la boca.
-¿Kendall? ¿Por qué lloras? -dice, y me abraza.
-Porque te he perdido para siempre -le respondo. Lo siento suspirar.
-Debía hacerlo en algún momento. No podía esperarte más.
Mi mandíbula cae repentinamente.
Lo sabía. Y jamás había hecho nada.
-Lo... Lo sabías. Pero, ¿cómo? Jamás se lo conté a nadie.
-¿Crees que no te escuchaba hablar solo durante las noches en tu habitación? ¿Pensabas que no notaba tu angustia cuando decía que tenía novia? Te conozco desde niño, Knight; conozco todos tus gestos y cómo reaccionas a cada cosa. Y me acostumbré a eso. Y seguí saliendo con chicas, esperando a que en algún momento dijeras algo, o que al menos me tomaras la mano. Pero nunca lo hiciste. Y ya es tarde, Kendall. Voy a casarme, y nada va a evitar que lo haga -se levanta-. Hasta la boda, Kendall -murmura, y por su voz sé que está a punto de llorar.
Sale de la habitación.
Se va.
"Hasta la boda, Kendall."
Sin embargo, no pienso ir. Lo considero, pienso que es mi mejor amigo y debería estar ahí en el momento más importante de su vida.
Pero no quiero ver cómo se me escapa de las manos algo que pude haber tenido y que dejé ir por un acto de cobardía.
No puedo verlo besar a su esposa, no quiero ver cómo sella aquél vínculo irrompible.

Y en ese momento lo recuerdo.
Abro el cajón de mi mesita de noche, lo revuelvo como un maniático hasta que la veo. Brillante, resplandeciente.
Mi vieja navaja.
La tomo con cuidado, y la contemplo durante unos segundos. ¿Realmente quiero hacer esto? ¿Quiero morir?
No, error: ¿quiero terminar de morir? Sí.
Miro mi brazo izquierdo y acomodo la pequeña cuchilla en mi brazo.
La aprieto fuerte contra mi piel, y la deslizo, sintiendo cómo la sangre empieza a salir. Duele. Arde.
Pero nada me duele más que haber perdido al amor de mi vida.
Y mientras todo se vuelve oscuro, la puerta se abre y allí está él, de nuevo.
-¡KENDALL, NO! ¿QUÉ MIERDA HICISTE? -grita. Lo veo llorar.
-No llores, Logie... -susurro. Ya no veo nada.
Trata de cubrir la herida, de detener la hemorragia. Pero es tarde.
-Te amo -dice, abrazándome con fuerza. No lo siento.
-Te amo -respondo, y puedo verlo todo.
Logan llora, abrazando mi cuerpo ya sin vida.
James escucha el llanto y sube corriendo, entra y sus ojos se llenan de lágrimas.
Toma a Logan de la mano. Él sigue llorando, ahora histérico.
-¡ES MI CULPA, ES MI CULPA! -exclama, saliendo a rastras de la habitación.

Es tarde para culparse.
Es tarde para decir "te amo".
Es tarde para todo.

@WooHooDM