Kendall se iba de gira, por enésima vez. Su hermana y madre lo habían despedido en casa, ya que debían salir y no podían acompañarlo al aeropuerto. Sin embargo, su novio Logan había dicho que iría a despedirlo, pero aún no llegaba y su vuelo saldría en media hora, cosa que lo preocupó demasiado ya que temía no poder decirle adiós antes de iniciar una gira por toda Europa.
Ellos eran muy unidos desde pequeños. Se conocieron a los siete años, en un campamento de boy scouts en Minnesota, y él recordaba perfectamente cómo inició su amistad con él.
Estaban dando una caminata para recoger basura, cantando una linda cancioncita sobre cuidar el ambiente y proteger a los animalitos. En el grupo en que se encontraban, las cosas a recoger se dividían cada dos chicos. Logan y Kendall debían juntar las latas, Sam y Stewart, las botellas de plástico, y Paul y Aiden juntaban los papeles. Era el que dirigía al grupo quien juntaba las cosas de vidrio, para evitar accidentes. Sin embargo, ocurrió uno que en un principio pasó desapercibido. Algunas latas que Kendall y Logan recogían estaban mojadas, por lo que eran muy difíciles de agarrar. Kendall agarró un par desde la abertura que éstas tienen para beber, diciendo que así era más sencillo, pero sin notarlo, se hizo varios cortes en los pequeños dedos.
Mientras caminaban, Logan notó que las manos de su compañero empezaban a sangrar, y la mueca de dolor de este mientras cargaba la gran bolsa con latas. Desesperado, revisó en sus múltiples bolsillos para buscar curitas. Por suerte encontró tres, las suficientes para tapar las heridas.
- Dame tu mano –le dijo a Kendall, mientras abría una.
- ¿Para qué? –preguntó el otro. Pero luego observó sus manos y dejó caer la bolsa al suelo, lagrimeando-. Me duele –dijo.
- Lo sé –repuso Logan, tomando su mano.
Una vez que Kendall tuvo todos los dedos cubiertos por la tela color natural, le sonrió a su compañero y le dio un beso en la mejilla. Como Logan no estaba acostumbrado a aquello, se sonrojó y le dirigió una mirada de confusión.
- ¿Por qué hiciste eso? –preguntó.
- Cuando mi mamá me da las gracias, siempre me da un beso. Aparte, ni que fuera un beso en la boca, iu.
- Oh… bueno, gracias por agradecerme –respondió, y le devolvió el beso a su ahora amigo.
Estuvieron toda la caminata tomados de las manos, soltándose de vez en cuando sólo para recoger las latas, esta vez desde el cuerpo y no desde el pico, para evitar nuevos accidentes.Quince años después, esa amistad se había convertido en una hermosa relación, y ninguno de los dos había salido del lado del otro, ya que su amor era más grande que un infinito.
Kendall salió de sus pensamientos cuando su nombre sonó en los
altavoces, mirando a todos lados con una mueca de decepción al no ver a Logan allí. Pero una pantalla mostraba a Logan hablando con una mujer que no dejaba de insistirle sobre su opinión de que Kendall viajara tan seguido.
Esto hizo que se enojara demasiado, ya que en quince minutos debía irse y aún no le decía adiós a su pareja. Salió del edificio con paso firme, cargando con todo su equipaje, incluida su guitarra.
Una vez afuera, apartó a la mujer con un empujón suave.
- Disculpen, yo me voy en un momento y quiero ver a mi novio, si no les molesta. Pueden hacerle ese tipo de pregunta estúpida en cualquier otro momento, pero no ahora, ¿sí? Muchas gracias.
Tomó la mano de Logan con delicadeza y dio un beso en el dorso, acercándolo a él con su otro brazo. Le dio un beso cálido, lleno de sentimientos.
Las cámaras se enfocaron en ellos, pero no les importó. Logan rodeó el cuello de Kendall con sus brazos, acercándolo más a su cuerpo, para impregnarse de su perfume y no extrañarlo cuando se fuera, pero sería inevitable. Lo extrañaría tanto…
Siguió besándolo. Estuvieron así por dos minutos, sin parar, hasta que debieron separarse para tomar aire. Sin embargo, se abrazaron con fuerza, ambos sintiendo los latidos del otro, mientras los ojos de Logan se llenaban de lágrimas.
- Voy a extrañarte –le dijo al oído.
- Y yo a ti –respondió Kendall, besando su sien con amor.
No pasó mucho tiempo hasta que tuvo que correr a abordar el avión, pero a mitad del camino, mientras subía, Logan apareció allí abajo, aún rodeado de cámaras.
Una entrevistadora de no más de veinte años le sonreía.
- Kendall se va de viaje, Logan. ¿Qué tienes para decirle?
- TE AMO, TE AMO, TE AMO –gritó, en dirección a él. Kendall sonrió, lagrimeando un poco-. ¡Te extrañaré, mi vida! –exclamó, tirándole besos.
- ¡Te extrañaré mucho más, amor! –dijo él, subiendo al avión.
Y ni Logan ni Kendall fueron los únicos llorando, sino que a la entrevistadora también se le escaparon algunas lágrimas.@WooHooDM

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FANFICS CORTOS
Hayran KurguEstos son nuestros fanfictions Kogan. Esperamos que les gusten ♥