Kiss Me Before I Turn The Lights Off.

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No había luz aquella noche en Palm Woods, y aprovechando la tormenta de afuera Logan y yo empezamos a contar historias de terror.
Decidí empezar con algo fuerte. Que lo asustara mucho, hasta casi orinarse. Aunque aquello tendría una cierta recompensa más tarde.
Le conté una historia inventada acerca de un asesino psicópata que asesinaba gente por gusto, y destripaba a sus víctimas para usar sus intestinos como bufandas. Maravilloso, ¿cierto?
Mi pálido amigo temblaba de miedo, acurrucado en las sábanas.
-Y... ¿Qué pasó con el último que lo denunció?
Sonreí sínicamente para mis adentros. -Murió lenta y dolorosamente. Cuando encontraron su cadáver no tenía tripas. ¿Y sabes cómo lo sé? -murmuré.
-¿C.. Cómo?
-YO SOY EL ASESINO -respondí, y Logan saltó de la cama, cayó rodando y me miró desde el otro extremo de la habitación.
Reí a carcajadas, y también caí al piso, arrastrándome hacia él.
-Tonto... -susurré. Él se acercó a mí y me dio un leve zape.
-Te oí.
-Okay, okay. ¿Me perdonas? -iluminé mi cara con la linterna que estaba sosteniendo, e hice un puchero.
-Mmh -gruñó-. De acuerdo, de acuerdo.
Sonreí.
-Te reto a algo.
-¿A qué? -dijo.
-A besar la pared. Sin luz.
Hizo una mueca de disgusto, y rió por lo bajo.
-¿Cómo sé que no vas a hacerme besar un zapato?
-Deberías saberlo porque yo ya maduré -sí, claro-. Y por eso, no voy a hacerte bromas.
-Está bien.
-Que empiece el juego -y apagué la linterna.
No había luz alguna en la habitación, así que en cuanto hice aquello, no se podía ver absolutamente nada.
-Yo te daré las indicaciones -expliqué-. Diré "frío" cuando estés muy lejos, "tibio" cuando te acerques y "caliente" en cuanto lo tengas enfrente, ¿sí?
-Sí.
-Bien.
Y empezó.
-Frío. Helado. Demonios, ¿estamos en la Antártida o qué? -decidí acercarme un poco más.
Teniéndolo más o menos a un metro, susurré: -Tibio.
Me acerqué más.

Seguimos jugando, intercalando entre tibios y fríos, pero jamás calientes.
Cuando finalmente lo tuve cerca, pude al fin terminar con lo que habíamos estado haciendo durante más de veinte minutos.
-Cal... -pero volvió la luz.
Inmediatamente, Logan se dio cuenta de que estaba a un centímetro de mi cara.
No pude evitar sonrojarme y ponerme extremadamente nervioso ante su mirada confusa, pero luego me sonrió, y, estirando un brazo, volvió a apagar la luz.
-¿Cómo voy?
-Muy, muy caliente -susurré.
Y nos besamos.

@WooHooDM

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