FANFICS CORTOS

Vaya amigo.

Era una tarde lluviosa.
Mi novia me había cortado por un musculito hueco del colegio, por lo que estaba destruido. Llevábamos dos años juntos, así que llegué a pensar que se había cansado de mí.
Mientras lloraba en silencio, la puerta de mi habitación se abrió de golpe, y entonces entró mi amigo Kendall con una bolsa de papas fritas y muchos dulces.
-¡Traje películas de acción para levantarte el ánimo! -exclamó a los gritos, y se sentó a mi lado en la cama, apartando la caja de pañuelos.
-Hola, Kendall. Estoy muy bien, gracias -dije, intentando parecer serio.
-No empieces con babosadas -encendió la televisión-. No pienses en esa zorra, no te merece y nunca lo hizo. -vaya, qué crudo. Pero sabía que lo decía para hacerme sentir mejor.
Medio sonreí, y él puso una película en el reproductor de dvd.
El nombre de la misma se mostraba con llamas en la pantalla, mientras Kendall y yo comíamos ositos de goma.

Rato después, justo en la mitad de la película, terminaba de comer papitas cuando Kendall me apretó el hombro suavemente. Volteé hacia él.
-¿Te sientes mejor? -dijo, y se veía preocupado. Pausando la película y congelando al protagonista en medio de una patada voladora, se acercó más a mí.
-Bastante -dije sonriendo-. Gracias por venir.
Esta vez fue él quien sonrió.
-Logan...
-¿Hum? -y me besó. Fue tan rápido que no supe cómo reaccionar, pero para mi sorpresa, le respondí el beso.
Era lento y suave; sus manos viajaban desde mi cabello hasta mi cadera, haciéndome estremecer. Me deshice de su gorro y enredé mis dedos en su cabello, que era tan suave como la seda.
El beso se tornaba cada vez más intenso, y para entonces las perlas de sudor se resbalaban por nuestras frentes. Me separé por falta de aire, y lo miré a los ojos.
Él me miró y me dio otro beso corto. Y otro. Y otro. Y de un segundo a otro él ya estaba sobre mí.
-¿Desde cuándo...? -no podía hablar, ya estaba besando mi cuello.
-¿Desde cuándo me gustas? Ya hace años, Logie. Y veo que también te gusto.
Y esto me abrió los ojos.
Siempre había amado a Kendall, aún estando con mi ahora ex novia. Cada vez que se acercaba me ponía nervioso, y se me trababa la lengua; además de que cuando me invitaba a su casa y se ponía a cantar, me hacía vibrar y me sentía de maravillas escuchando su voz.
Gemí cuando lo sentí morder mi piel. -Sí, hace tiempo -murmuré.
Y si piensan que voy a contarles el resto... No, no pienso hacerlo. Je.

@WooHooDM