Son las dos de la mañana y sigo mirando el techo. Todo está tranquilo, y es una hermosa noche de invierno. De no ser porque las persianas están bajas, estaría observando el más maravilloso cielo lleno de estrellas.
La cama empieza a hundirse más a mi lado, y las sábanas se agitan.
-¡Déjalo ir! ¡No! ¡No le hagas daño! -grita Logan, transpirando, y ahora empezando a llorar. Preocupado, me siento y lo sacudo suavemente para despertarlo. Se despierta de golpe, incorporándose en el colchón. Me busca con torpeza, y me abraza sin poder contener el llanto. Sus sollozos son tan fuertes y llenos de ira y dolor que me rompen el corazón.
Deben preguntarse el porqué de esto. Bien, cuando él era niño, estábamos jugando en el jardín de la que era su casa entonces. El auto de su padre se estacionó en la cochera, luego este se bajó y se acercó a saludarnos. Claro que no faltó la parte donde cargaba a Logan y le daba besos en la barriga, y lo bajaba despeinándole el cabello. Lo hacía todos los días, cada vez que llegaba del trabajo.
Esa misma tarde, me quedé a cenar. Su papá, cuyo nombre era Phillip, había pedido una pizza. Al pasar dos horas sin llegar la comida, decidió ir a buscarla al lugar. Logan y yo decidimos acompañarlo, a lo que él nos dijo que bajo ninguna circunstancia le soltáramos la mano, ya que había que pasar por una zona muy peligrosa que además no tenía iluminación. Digo peligrosa porque allí habían ocurrido secuestros, asesinatos, torturas y tráfico de drogas. Claro que a nosotros jamás nos habían contado aquello, sólo nos explicaron que como era oscuro nos podíamos golpear y raspar las rodillas o encontrarnos al coco. ¡Ambas cosas eran terroríficas a nuestros seis años!
A mitad del camino, casi llegando a la pizzería, escuchamos pasos detrás nuestro. El sonido inconfundible de una pistola resonó en el lugar, y en un parpadeo Phillip estaba siendo encañonado por un hombre muy alto. Nosotros empezamos a llorar, asustados. Gritamos por ayuda, pero el tipo empezó a pedirle dinero a Phil. Él le dio su reloj y el dinero de la pizza, que era todo lo que tenía. Aún así, el hombre empezó a golpearlo con furia, pidiéndole más.
-¡No lo lastimes! -gritó Logan entre sollozos- ¡Déjalo en paz!
Sonó un disparo y su padre cayó al suelo. A su costado, un charco de sangre se hacía más grande cada vez. El asesino salió corriendo. Nosotros nunca le soltamos la mano.-Calma, amor... Ya pasó... -susurro, intentando tranquilizarlo. Pero sé que con eso no voy a conseguir calmarlo. No puedo entender lo que le pasó a su papá, aunque lo haya vivido con él, porque no era mi padre.
-¡Calla! ¡Tu no tienes idea de cómo se siente esta mierda! -grita, y es cierto. No sé cómo se siente.
Sigue llorando hasta que vuelve a quedarse dormido. Yo lo acuno entre mis brazos, meciéndome suavemente de adelante hacia atrás. Le susurro canciones al oído, para que duerma más tranquilo.
Quisiera poder borrar ese horrible recuerdo, pero, ¿cómo borrarlo de él, si ni siquiera pude borrarlo de mí?@WooHooDM

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FanfictionEstos son nuestros fanfictions Kogan. Esperamos que les gusten ♥