Acompañante

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Nos acostumbramos a la luz luego de unos segundos. Carla estaba como siempre esperándome tomando té en la esquina de descanso. Yo la salude con la mano y ella me devolvió el gesto.

Karma estaba admirando sobre todo la zonas donde estaban las armas. 

Karma- ¿Que significa todo esto?

Satsuki- Soy una asesina secreta.

Karma- Increíble.

Satsuki- Pues ya te lo puedes ir creyendo. Aquí entreno. Y se supone que es un secreto.

Karma- Perdona. Por desconfiar de ti.

Satsuki- *Miro a otro lado todavía molesta*

Carla- ¿Es este tu novio? 

Satsuki- *Asiento*

Karma- ¿Tú eres...?

Satsuki- Es mi entrenadora.

Karma- ¿Puedo entrenar yo también aquí? Me interesa.

Satsuki- No, necesitas el permiso del Maestro y él no esta aquí, además que está prohibido que otra gente entre aquí. 

Karma- ¿Y qué hay en las otras salas?

Satsuki- Ni yo lo sé. 

Carla- ¿Puedo pregunto el motivo por el que lo has traído aquí?

Satsuki- No quiero hablar de ello. *Dirigiéndome hacia Karma*  Ahora que lo sabes, vete. Pero antes de de que te vayas, recuerda, no hables o te pueden matar.

Karma- ¿No me puedo quedar a mirar?

Satsuki- No. Vete.

Le acompañé para abrir la entrada desde el interior. Karma se fue con un sentimiento de culpa. No me importó, fue su culpa por creer a alguien que apenas conocía en vez de a mí. 

Al terminar me fui a casa decepcionada. Dormí sin cenar, no tenía ganas de comer. 

Ya llevaba unos tres sin hablar con él. Los dos éramos demasiados orgullosos como para pedir perdón o como para solucionar las cosas. A veces cruzábamos miradas, pero la apartaba enseguida. 

Un día, ya estaba demasiado agobiada por los primeros exámenes parciales, además de que estudiaba demasiado. Decidí saltarme el resto del día, ya que no teníamos más exámenes ni clases importantes. 

Me dirigí, a plena luz del día a la zona de entrenamiento. Por suerte, nadie me vio. Bajé las escaleras, abrí la puerta y me encontré al Maestro. Estaba hablando con... ¿Karma? Me escondí detrás de la puerta, dejándola un poco abierta para escuchar su conversación. Pero fue inútil.

Maestro- Satsuki, sal de ahí. Tengo que hablar contigo.

Satsuki- ¿Q-qué pasa?

Para mi sorpresa, estaba sonriendo.

Maestro- Me has traído a un chaval con talento. 

Yo no entendía nada. Pero fijé en él, estaba cansado. Supongo que le estaba poniendo a prueba como a mí aquella vez.

Maestro- Me lo encontré aquí, que estaba mirando las armas de por aquí. Carla me dijo que tú lo habías traído.   

¡Maldita Carla!

Satsuki- Sé que estaba prohibido traer a alguien aquí, así que, ¿cuál es mi castigo?

Maestro- Ya me lo pensaré, ahora, el será tu compañero de entrenamiento. Ya que veo que os saltáis las clases, ¿Por que no le enseña lo principal al muchacho? Yo tengo que hacer algunas cosas.

Satsuki- Me niego, quiero hacer alguna misión.

Maestro- A veces eres muy cabezota, pues toma *me da un papel*. Esa es la dirección a la que debes ir y el hombre al que debes asesinar. Pero antes de irte, entrena al chico, irá contigo. Más te vale protegerlo. 

Satsuki- ¡Pero-

Maestro- Una cosa más, ¿te acuerdas que dijiste que tenías un poder que casi no utilizabas?

Satsuki- No porque yo a usted no le dije nada. 

Maestro- Cierto, fue Carla. Pues crea un cuchillo de ese cristal irrompible. 

Satsuki- Está bien... *aparece una figura, que poco a poco va tomando la forma de un cuchillo* pero, ¿para que necesita esto si aquí hay suficiente armamento?

Maestro- El material que tenemos nosotros que daña, el tuyo teóricamente no lo hace. Bueno, haz otro para tu compañero, yo ya me voy. *Se va*

Maldita sea, me ha dejado a solas con él... Supongo que tendré que obedecerlo... Me giro, y antes de reaccionar me abraza. Nos quedamos un rato así. 

Karma- ...

Satsuki- ¿Qué haces?

Karma- Per... dón...

Satsuki- ¿Eh?

Karma- No debí desconfiar de ti...

Satsuki- *Sonrío* ¿Quieres que te perdone?

Karma- ...

Satsuki- Pues, tendrás que ponerte un disfraz de sirvienta.

Karma- ¿Eh?

Satsuki- Tal y como lo has escuchado. *Me separo de él*

Karma- Oye, oye, no seas tan mala conmigo.

Satsuki- Lo siento, ahora tengo que prepararte para la misión. Toma,*le lanzo el cuchillo y él lo agarra* úsalo con cuidado.

Karma- ¿Y el tuyo?

Satsuki- Aquí *se lo enseño*. Ahora, te explicaré las tres reglas básica y qué hacer en una situación de pelea.

Karma- No sabía que fueras tan peligrosa.

Satsuki- *Vacilando* Calla y escucha.

Estuvimos como una hora preparándole hasta que por fin lo vi preparado.

Karma- *Jadeando* Estoy agotado. ¿Cómo es que tú no estás cansada?

Satsuki- No lo sé, quizás por la costumbre de entrenar todos los días. ¡Vayámonos, ya estás preparado!

Karma- ¡Sí!

Llegamos al lugar indicado, que por cierto, estaba un tanto lejos. Era una mansión con una seguridad muy avanzada. Tenía un jardín muy espacioso con una gran cantidad de vegetación a los lados de los muros que rodeaban la casa. La casa estaba en el centro de to el jardín, también era muy grande. 

Tengo la sensación de que siempre me piden matar a gente con mucho dinero.

 En la hoja que me dio el Maestro, también venía escrito la siguiente frase: únicamente debes asesinar a el hombre que mencioné. Lo cual significa, nada de matar a los guardias, ni a quien me vea ni nada. Va a estar un poco difícil esto...

Satsuki- Karma, no mates a nadie que no sea el de la hoja, ¿Ok?

Karma- Oke~, pero, ¿Cómo sabremos quién es?

Satsuki- Tranquilo, tengo mi visión, ¿recuerdas?

Karma- Ah, es verdad.

Satsuki- Escondámonos en los arbustos. 

Estábamos viendo cómo evitar las cámaras, hasta que recordé que tenía poderes. Qué tonta soy... Tapé los ojos de las cámaras con dos de las manos que hice aparecer. Después, noqueé a los guardias con el mismo poder, dejándolos inconscientes. Corrimos hacia la entrada, donde hice una llave de cristal que encajara con la cerradura, antes de abrir completamente la puerta, unos ojos  miraron dentro de la casa por mí, viendo si alguien estaba ahí en ese momento o no. Sólo había una señora y una chica que al parecer, era su hija. Las dejé inconscientes, abriéndonos paso una vez más. Utilicé mi visión para ver dónde se encontraba aquel hombre, cuando lo vi en el piso de arriba. 

La entrada de la habitación era una puerta enorme, de madera oscura... 

CONTINUARÁ...

~Tendrás que besarme... Tarde o temprano~ Karma y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora