En la primera tienda que entramos, no había nada que llamara demasiado la atención. Seguimos buscando tiendas, hasta dar con una que tenía un conjunto demasiado perfecto para Ayame.
Entramos a que ella se lo probara y, efectivamente, ¡le quedaba precioso! Era un pantalón negro de estampado militar, con una camiseta rosa pastel totalmente lisa y encima llevaba una chaqueta vaquera blanca.
El precio era un poco más salido que el del presupuesto de Ayame, así que se lo compré yo, aunque ella insistió en que no había ninguna necesidad.
Llegamos a la peluquería. Yo le dije a la peluquera que le hiciese un peinado formal a mi amiga, pero a la vez coqueto.
Al final Ayame quedó con una preciosa coleta, con la parte del medio del flequillo recogido con una horquilla, ya que a ella le llegaba hasta arriba de las cejas. Estaba preciosa.
Eran las seis y media, quedaba una hora para la cita.
Fuimos rápidamente a mi a casa a que se cambiara de ropa, con cuidado de que no se estropeara el peinado. Nos aseguramos de que no olvidábamos de quitar etiquetas y finalmente la acompañé de nuevo hacia el centro. La dejé en el restaurante, pero no sin antes tranquilizarla, por que estaba temblando demasiado por los nervios.
Finalmente me fui a mi casa y... ¡Vaya! Así es, Karma estaba ahí.
Satsuki- ¿Qué pasa? ¿Ya no puedes aguantar más?
Karma- No querida, he venido para que fuéramos juntos a entrenar.
Satsuki- No hacía falta, pero gracias.
El día acabó, no había pasado nada fuera de lo normal.
Ya habían pasado seis días desde que Karma y yo hicimos la apuesta. A veces lo veía con muchas ganas de besarme, y a veces era yo la que tenía ganas.
Me acuerdo de que una vez, sin querer, me caí encima de él por razones de la vida y me lo estuvo echando en cara todo el maldito día.
Se estaban acercando la vacaciones de invierno y ya estábamos haciendo planes para pasar el tiempo.
Asano nos invitó a pasar una semana en un hotel de cinco estrellas que pagó su padre, el director. Sí, es raro, pero también invitó a Karma. Me dijo que lo invitó sólo por mí aunque le diese algo de rabia.
Por fin las vacaciones de invierno llegaron, y pasaron 13 días desde que hicimos la maldita apuesta. ¡En verdad quiero que se acabe ya!
Había venido al hotel en limusina, cosa que me parecía un poco exagerada. Al parecer a cada uno vino una a recogerles.
Había una recepción muy elegante y dos receptoras ahí. Justo después de que llegase Asano me recibió con traje y corbata, mientras yo iba casual.
Asano- ¡Hola Satsuki! Eres la última en llegar. Ven, te enseñaré dónde está tu habitación.
El hotel era realmente grande, no me extrañaría si alguien se perdiera aquí.
Satsuki- Oye, Asano.
Asano- Dime.
Satsuki- ¿Qué tal las cosas con Ayame?
Asano- Eh... Bien.
Satsuki- ¿Os habéis dado vuestro primer beso ya?
Asano- *Se sonroja* ¿Q-qué? ¡No! No me atrevo ha hacer eso.
Satsuki- Pues ya estás tardando. Ya lleváis dos semanas de novios.
Asano- Pero, cada uno a su tiempo, ¿no?
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~Tendrás que besarme... Tarde o temprano~ Karma y tu
FanficEs mi primera historia, por favor, apoyadme UwU. Por favor, dale una oportunidad a este fanfic, cuanto más avances más te interesará la historia, te lo prometo :D