Acerca del amor

Epílogo

Peter

Construímos una pérgola redonda de madera blanca. Con una tarima y una barandilla que la recorre alrededor. La pusimos en el parque en el lugar donde siempre hay más sol. Está cubierta por una enredadera de jazmín del país, que aunque es una especie perenne, y florece en racimos perfumados en verano y otoño, no sabemos porque, aquí tiene flores casi todo el año.

En el centro hay una mesita con 4 sillas para merendar y jugar. Allegra la disfruta a pleno. Dice que es su bosque encantado, porque el follaje del jazmín la cubre por completo desde la cúpula, cayendo por los laterales y a veces está demasiado crecida. Allí quiso poner su cocinita de juguete, la que le regalaron sus abuelos, y se pasa horas haciendo comiditas y postres.

Con Lali nos sentamos muchas veces a tomar café allí, a charlar, leer o tan sólo a verla crecer a ella.

Entre las columnas de la entradita, por la que se accede con una escalera coqueta, hay un cartel de madera que dice "Antología"

Allegra es una niñita mágica. Sé que pensarán... ¿Y que vá a decir si es su papá?... pero todos lo dicen. Es creativa y alegre. Siempre tiene proyectos, siempre quiere hacer cosas sola o acompañada. Tiene momentos de soledad, en los que juega fantaseando personajes, disfrazándose y baila y canta frente a quien esté por ahí... y si no hay nadie, se inventa personajes imaginarios con los que charla conversaciones imposibles.

A veces el espectador, es mi papá, que aunque no la vé, la oye y se ríe a carcajadas, y ella corre cuando termina su actuación a escalarlo en la silla de ruedas, porque el abu siempre lleva un bombón Marroc que regalarle por su actuación. Ella lo llena de besos y el vuelve a vivir con cada gesto de ella.

A veces es la tía Celes, que se disfraza a la par de ella, la que le vive sacando fotos, la que le pone música y le pinta cuadros infinitos.

Antón juega con su prima "hermana", la cuida como nos cuidábamos con Celeste de chiquitos, aunque era a la inversa. Celeste me cuidaba a mí de todo. Incluso durante estos últimos años.

Especialmente durante estos últimos años.

Con Eugenia miran videos de hace tiempo, de cuando ella y Lali eran chicas y adolescentes, y se conoce a los personajes y sus canciones de memoria. Eugenia le cuenta anécdotas que agiorna para que ella las entienda con su edad, y Allegra se queda maravillada.

Es de contextura pequeñita, como Lali, con grandes ojos expresivos, que heredó verdes grisáceos. Su pelo lacio y castaño claro, con rulos en las puntitas y una boquita rosada y perfecta igual a la de su mamá. Tiene sólo un par de lunares en la cara: uno pequeñito en la mejilla, y otro al costado del labio, debajo de la comisura. Como Lali.

Celeste viajó varias veces a San Martín de los Andes, a su antigua casa. Creo que quiere volverse allí, pero no me lo dice. Se queda unos días con Antón, aunque tiene que volver obligada por el colegio, y de alguna manera intuyo que también por nosotros.

Mi papá sigue "sobreviviendo", no se le hace fácil... y sé que lo que lo mantiene vivo son los nenes.

Eugenia y Agustín no siguieron juntos. Ella está en pareja con un compañero de trabajo, pero no logra estabilidad. Yo creo que algún día van a volver. No sé... aprender acerca del amor, a veces implica que aceptemos que no siempre las cosas ocurren como queremos.

Agustín está conviviendo con una chica más chica que él, pero no lo veo ni un 10% de lo enamorado que se lo veía con Eugenia. Quizá son percepciones mías...

El que sí está enamorado hasta la médula es mi primo, en uno de esos viajes que se tomó para recuperar fuerza y reacomodar su cabeza, conoció a una chica Española, Úrsula. Y ella que era un alma errante, después de muchas idas y vueltas, se instaló en Buenos Aires.