El cuco, es un pájaro que debe su nombre a su característico canto, de tipo «cu cu», que se escucha con facilidad en los bosques en primavera. Sobre todo en Eurasia y norte de África. Pero esta no es la característica más destacable de este animalito. Sino aquella que habla de su comportamiento.
Los cucos comunes practican el "parasitismo de puesta". Esto significa que las hembras de cuco ponen sus huevos en los nidos de otras especies de aves, aprovechando la ausencia de sus dueños. Las hembras de cuco ponen huevos de diversos patrones de color, y suelen elegir ponerlos en los nidos de la especie de pájaro cuyo patrón de color mimetizan mejor.
El cuco es un pájaro que se aprovecha del trabajo de los demás. No construye ningún nido y cada hembra, al escoger su territorio, observa la paciente labor artesanal que realizan sus semejantes. Luego se entera rápidamente de quienes comienzan a procrear y se lanza al nido elegido, cuando los progenitores se ausentan. En un santiamén, desplaza uno de los huevos oriundos y pone uno suyo. La muy cuca puede poner hasta una docena de huevos en otros tantos nidos a lo largo de veinte días, y así otras hembras empollan pensando que son sus crías, y luego le nacen cucos.
Vieron que muchas especies compartimos hábitos similares. ¡En la naturaleza, existe material hasta para hacer una novela!
Marta, la madre de los chicos, murió repentinamente un verano mientras vacacionaban en Punta del este. Se durmió, y a la mañana siguiente cuando su marido se dió vuelta en la cama, la sintió helada. Llevaba muerta un par de horas a causa de un fugaz ataque al corazón.
Por ese entonces Celeste vacacionaba con sus amigas. Contaba con 21 años ella y Peter con 16. Él sí estaba con sus padres en esa ocasión, y aún recuerda algunas mañanas de verano, despertarse sobresaltado por los gritos de su papá pidiendo auxilio desesperado.
La vida sin Marta fué un antes y un después para todos. Especialmente para los dos chicos.
Sólo habían pasado 7 meses desde la muerte de Marta, cuando Ricardo presentó a Isabel a sus hijos. – Chicos les presento a Isabel, "una amiga"- En ese momento Celeste pasó de ellos. Hacía tiempo que le había dejado de importar lo que hacía su familia en general, y se dió cuenta al instante que su padre había encontrado rápidamente un cuerpo cálido que abrazar.
Peter fué más ingenuo, quizá por su edad, o por el dolor que aún cargaba por la falta de su madre. Lo cierto es que no se percató de que Isabel había hecho su desembarco en la casa familiar, con el firme propósito de quedarse.
No venía sola, la acompañaban sus hijos Natalie y Stéfano, de su matrimonio anterior con un señor del que se divorció en muy malos términos.
Isabel, distinguida, prejuiciosa, católica acérrima, gustosa de los lujos, la caridad con nombre y apellido (esa que se hace en sobres NO anónimos), las fiestas ostentosas, y la vida de señora de la alta sociedad, no tardó demasiado en hacer de la casa familiar de Celeste y Peter, su propio "nido", ese que Marta había cuidado con esmero durante años, e instaló con ella a sus polluelos criados como pequeños cucos.
Natalie en ese momento tenía dos años menos que Celeste, 19 y Stéfano apenas 11. A pesar de los esfuerzos porque Peter los reconozca como hermanos, jamás pudo verlos así.
Con el varón, las diferencias siempre fueron abismales. El pequeñito era molesto, cargoso, travieso, malo y caprichoso. De adulto, ahora con 25 años no se había regenerado demasiado. Era prejuicioso, misógino, soberbio y seguía pensando que todo el mundo se tenía que rendir a sus pies.
Su vida transcurre cambiando de coches como de calzones, viajando a lugares excéntricos, apostando en carreras y jueguitos de adolescentes y viviendo del dinero que Isabel captura de la cuenta bancaria de Ricardo.
ESTÁS LEYENDO
Acerca del amor
FanficDe todos los sentimientos que podemos experimentar los seres humanos a lo largo de la vida, seguramente el amor, es el que nos muestra en la mayor cantidad de facetas. El amor nos hace versátiles. Podemos renunciar a algo por amor, podemos herir po...