Capítulo 40: Comprar tiempo

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"Duele saber todo lo que el dinero puede comprar, cuando no lo tienes...

Pero mucho más duele, saber todo lo que no puedes comprar aunque lo tengas".

Mariana – escritora de boludeces contemporánea

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¿Cuál es la primera reacción que tenemos la mayoría de los mortales frente a una noticia?

Dicen que el tiempo promedio de reacción del cerebro de los humanos, es de 0.25 segundos frente a un estímulo visual, 0.17 para un estímulo auditivo y 0.15 frente a un estímulo táctil.

Y aunque Peter la esté viendo, oyendo y tocando... aún pasados unos segundos no reacciona.

Lali se quita las manos de la cara, y le suplica – ¡Abrazame por favor! – Y Peter sigue con el ceño fruncido y la mirada perdida, todavía procesando lo que le acaba de decir, a pesar de abalanzarse hasta ella y estrecharla contra sí.

- No... no es verdad – Le dice en un susurro, casi mudo, pero Lali sigue llorando junto a su pecho.

- No puede ser... ¡es imposible!

- Tengo leucemia Peter... estoy enferma, y no hay nada que hacer – y el llanto le vuelve a ganar, y a Peter le empiezan a caer las palabras, y ahora sí pueda ser que su cerebro esté procesando a la velocidad que indica la neurociencia, porque la toma de los brazos, la zamarrea y le grita que "NO"... sólo puede repetir "NO"... mientras se le empiezan a caer las lágrimas.

- ¡No puede ser Lali!... ¡¿Cómo?! ¿Cuándo?... ¿Cómo te enteraste? – Las palabras y las preguntas se le agolpan sin siquiera saber qué decir, y sin saber si quiere saber la respuesta.

- Me hice controles rutinarios, ginecológicos antes de venir la otra vez... ¿te acordás que te lo dije?... y fui a buscar los resultados ahora que volví... y me recibió la ginecóloga con una hematóloga, para decirme que los análisis habían salido mal...

- ¡Pero nadie puede dar un diagnóstico así, con un simple análisis Lali! – Y en su afán de albergar una esperanza, todo vale.

- No, ya lo sé... por eso me hicieron todo allá. Todos los estudios ya están hechos y me vine sólo...- y se detiene, porque Peter la interrumpe...

- ¡NO!... ¡NO!... vamos a buscar médicos, ¡los mejores del mundo! Mi papá tiene contactos por todos lados, vamos a buscar hasta debajo de las piedras, a él... con lo que le pasó, lo conocen en las mejores Universidades y clínicas del planeta... lo quisieron estudiar de mil lugares del mundo Lali, ¡Vamos a buscar y te vas a curar mi amor! ¡Vas a ver!

Pero Lali niega constantemente, y aunque todavía no fue capaz de alzar la vista para mirarlo a los ojos, lo hace con la mayor serenidad posible. Cruza sus manos por su cuello, entrelazadas, y aprovecha a limpiarle las lágrimas que le mojaron las mejillas.

- Peter... ¡PETER!... Oíme... ¡mirame por favor! – Cuando el sube la vista y se encuentra con sus ojos, vuelve a esquivar la vista. Está enojado, con los ojos rojos por no poder llorar toda la angustia que tiene dentro, y los labios apretados de ira, por no decir lo que quisiera gritar.

- Mirame por favor... ¡hey!... – ella le sonríe dulce a pesar de su tristeza – Así está mejor... Necesito pedirte tres cosas... importantes...

Pero Peter no se inmuta, no le responde nada.

- ¿Puedo pedirte tres cosas? – Él asiente apenas, con la tristeza abarcándole cada facción de la cara.

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