Capítulo 50: A cargo.

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Los escaparates de las tiendas exhibían sus mejores prendas con precios altos, pero se notaba que los clientes podían costear dichas sumas ya que aquella ciudad no lucía como cualquier otra, parecía estar hecha para el turismo. Las personas iban y venían de todos lados, a toda hora y los vehículos no dejaban de pasar.
Se notaba que el turismo era una gran fuente de dinero y por lo tanto aquella avenida por la cual cruzaban Evan y Elián estaba casi repleta de atracciones como payasos entregándoles globos a los niños, puestos de comida y músicos. Todo lucía como un día de feria y pronto se dieron cuenta de que se trataba de un día festivo.

-¿Dónde estamos? -preguntó Evan, distraído al ver una tienda de comida rápida.

Elián que iba al frente observó las banderas que ondeaban de algunas astas y sonrió. Ya había estado allí antes y por suerte tenía algunos contactos que podían ayudarlo a volver a casa.

-México -respondió entusiasmado -¿Cómo es posible que no lo hayas averiguado mientras estuve dormido?

–No me dejaban salir del hospital.

–¿Y su acento no te pareció peculiar? –lo molestó.

–Oye, tuve un mal día así que déjame en paz. –respondió Evan.

Elián ignoró aquello y continuó observando a su alrededor.

–Amo este lugar.

Un grupo de chicas paso junto a ellos riendo risueñas y no ocultaron sus miradas traviesas al cruzarse con los inmortales. Elián las siguió con la mirada sin poder evitar sonreírles de vuelta.

-No hagas eso -le reclamó Evan dándole un empujón -Son menores que tú, deben tener como dieciocho.

Elián se rió luego de guiñarles el ojo a aquellas muchachas que de inmediato se pusieron a hablar entre ellas emocionadas de lo lindos que eran.

-Técnicamente todas son menores que yo, incluso una de ochenta años -dijo Elián con un humor bastante divertido -Pero no te preocupes, solo es un simple coqueteo, no es como si fuese a ir tras ellas.

Y observó de soslayo a Evan con una sonrisa burlona.

–¿De todos modos eso no sería mejor para ti?

–¿A qué te refieres?

–A Amy.

Evan resopló por lo bajo y se masajeó el entrecejo con dos dedos.

–¿En serio quieres hablar de eso ahora? ¿Acaso no estabas apresurado por volver junto a ella?

Elián volteó los ojos.

–Obviamente sí, pero tú estás vivo, a salvo y por ello creo que ella está bien.

–Eso no lo sabremos hasta verla.

–¿Acaso disfrutas de verme nervioso? Porque sino no tiene sentido alterarme.

Evan observó aquella expresión molesta del vampiro y comenzó a reír.

–Bien, tienes razón. Ya que conoces éste lugar ¿A dónde iremos?

Elián que contemplaba su alrededor sin saber exactamente por donde comenzar señaló una calle.

–Busquemos a Ceo, nos ayudará a volver.

–¿Y quién rayos es Ceo?

****

Un día después...

Me encontraba acostada en el sofá dormitando un poco ya que en toda la noche no pude pegar un ojo, estaba tan preocupada por Elián y su paradero que no logré conciliar el sueño y cuando creí al fin lograrlo alguien llamó. Refunfuñé por lo bajo y me puse de pie, arrastré mis pasos hasta la puerta mientras bostezaba, tomé el picaporte y al abrir me encontré del otro lado a Aiden.

Aiden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora