Perfecta [✔️] [Perfectos #1]

33. Tú no eres así

CASANDRA

Respiré hondo y dejé caer los brazos a ambos lados de mi costado sin fuerza; estaba cansada, no quería discutir, no con él. No quería ser una mala persona, él no merecía que lo fuera.

—No me va a hacer daño, Marco. Estamos bien —musité acobardada, a pesar de que hace falta mucho valor para hacer algo así. Le había roto el corazón y ahora se lo estaba pisoteado, pero él no dejaba de insistir en que Noah me destrozaría, y yo sabía que eso no era cierto.

—Noah no es el chico bueno que tú piensas, te ha engañado del mismo modo que a los demás —replicó alzando la voz y avanzando hacia mí. Retrocedí acobardada y eso le hizo detenerse, su mirada cambió—. Todas preferís al chico malo —escupió dando media vuelta y alejándose un par de pasos, después, se volvió nuevamente hacia mí y me señaló con el dedo índice—. Yo te quería, joder, incluso después de todo esto te quiero, y no quiero que él te haga añicos, no mereces sufrir más, Casandra.

Sentí mi corazón encogerse hasta dejarme sin aliento. Mis ojos se inundaron de lágrimas mientras observaba la mirada dolida del italiano. ¿Eso era el amor? ¿Darlo todo a cambio de nada?

¿Y si tenía razón? Noah podía hacerme lo mismo que yo le había hecho a Marco, el karma siempre se encarga de equilibrar la balanza. ¿Podría yo aguantar eso? ¿Sería capaz Noah de destrozarme? No, aquello era imposible; él me amaba, lo veía en cada mirada y cada toque gentil.

Marco estaba equivocado, no prefería al chico malo, ninguno de ellos era bueno; y yo tampoco.

—Lo siento —susurré sin poder decir nada más. Él me miró decepcionado antes de alejarse como si yo quemase, y encerrarse en su habitación.

* * *

—¿Qué significa el tatuaje? —pregunté casi en un susurro mientras deslizaba el dedo sobre su camiseta, trazando el tatuaje por donde lo recordaba y el pantalón lo permitía. Lo sentí tensarse bajo mi peso y, tras eso, no esperaba una respuesta por su parte, pero me la dio.

—Es por mi madre, se llamaba Ángela —dijo sin pensarlo demasiado. Tenía clara la respuesta.

Noah apenas me había contado nada sobre sus padres, sabía que habían fallecido, pero lo único que él había dicho era que se hizo médico por su madre, y que su padre le arruinó la vida.

La cara de Noah era todo un poema, evidentemente, aquel no era un tema de su agrado y yo no pensaba forzarle a contármelo.

—Oh... —me limité a decir sin dejar de trazar el tatuaje de forma imaginaría.

Sabía que él no se habría tatuado algo sin sentido, pero he de admitir que el significado de ese tatuaje me sorprendió. El muchacho se había abierto, y yo quería preguntar, tenía mil dudas sobre él, pero todas tendrían que esperar. No estaba preparada para hablar de algo así y no haría más que hacer sentir mal a Noah.