1 | Infinite 【Trollhunters; James Lake Jr.】

05 | She's... Alive

❝Ella... Está... Viva...❞

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Gracias, Cazatroles

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—¿Cómo la saco de ese lugar?.— cuestionó el Cazatroles con preocupación, en esos momentos tenía más preguntas que respuestas. El miedo en su ser se estaba intensificando, y él lo sabía.

La armadura se sentía más potente.

—Eso no lo sé...— murmuró Blinky bajando la mirada de sus seis ojos al suelo. Se sentía desesperado, estaba tan cerca de Stella, pero su rescate se encontraba lejos de su alcance.

Toma la vara...

Aquella voz hizo que los presentes se sobresaltaran, eran dos voces, claramente de un hombre y una mujer, se escuchaban distantes, como si estuvieran a punto de desaparecer.
Tobías miró a su mejor amigo con preocupación, él también sentía miedo. No estaba seguro si Jim debía entrar o no a ese Reino.

—¿Deya?... ¿Kanjigar?...— la voz de Aaarrrgghh hizo que todos le pusieran atención, había reconocido las voces.

El Troll pacifista miró con atención el Amuleto de Merlín, todos sin decir una palabra, imitaron su acción.

James... Lake... Toma la vara...

—¡Por la gracia de Deya! Es ella junto a Kanjigar... Maese Jim, debe hacer caso. Le están dando una orden...— dijo con esperanzas el Troll de piel azulesca.

Tomó los hombros del Cazatroles para inspirarle confianza, habían perdido la Roca, pero encontraron al tesoro más importante de todo Mercadotrol, la inigualable Stella Miracle, hija de Amelia.

—Jim, por favor. Hazlo, no me siento bien al saber que ella está ahí...— susurró Claire entregando la vara al muchacho, Dios, cuánto tiempo debió de haber pasado y ella seguía ahí.

Sin duda era un acto infame y cruel la persona que la dejó encerrada en ese sitio.

El de ojos azules tomó la vara con sumo cuidado, al tomarla sintió como su armadura reaccionaba al tenerla. Todos vieron como una luz azul emanaba con fuerza del amuleto, y eso hacía que empuñar la vara fuera sencillo. Cerró los ojos, dejándose llevar por el poder que daba el amuleto de Merlín.
Con un movimiento involuntario, el joven Lake hizo que la punta de la vara estuviese enfrente de él, y con mucha más fuerza, la misma luz azul logró envolver la vara y hacer que esta abriera un gran portal.

—¡LO LOGRÓ!.— escuchó el grito de Tobías. Pero seguía sin abrir sus ojos.

—¡NO PUEDE SER! Los antecesores del Amuleto le están dando fuerza, y lo guían al rescate...— también escuchó la emoción en las palabras de Blinkous.

Abre los ojos, y encuentra a la chica...

Las palabras de Kanjigar eran seguras, dándole confianza a Jim para acatar la orden y ser guiado hasta el interior del portal.

No te preocupes, te sacaremos cuando estés con ella...

—¡Está entrando!.— gritó Claire con pánico.—, ¿Y si no sale de ahí?.

—Los demás Cazatroles le ayudarán, bella Claire. Incluso después de la muerte, siguen cumpliendo su deber de proteger a la joven Stella.— dijo Blinky con admiración.

—¡Buena suerte, Jimbo!.

El mencionado no miró hacia atrás, estaba admirado de lo que era el Reino de las Sombras. Había escombro por todos lados, era oscuro, todo parecía levitar, se sentía trío y soledad por doquier. Ese lugar podía enloquecer a cualquiera, y no se imaginaba cuánto debió sufrir la joven Stella en ese lugar. Si cuerpo presengaba escalofríos a medida que se adentraba.

Estás cerca...

La vara lo llevaba hacia donde estaba la chica, cerró de nuevo sus ojos. La luz azul se intensificaba a cada metro que pasaba, sin duda parecía cegador.
De pronto su viaje fue detenido de forma brusca, y la luz cegadora se iba apagando de poco en poco.

Había llegado a su destino.

Frente a él, yacía el delicado cuerpo de una joven que estaba lastimada. Abrió sus ojos con sorpresa, todo era verdad, Stella Miracle estaba ahí.
No podía dejar de verla, una luz azul era la que protegía a la chica.

Se acercó un poco más, se asustaba al ver los golpes, heridas y algunas quemaduras que presentaba el cuerpo de la chica. Tenía una armadura casi igual a la de él, sólo que estaba destrozada, por todas partes, su precioso rostro tenía algunos moretones y rasguños, sin duda era hermosa esa chica, lo más sobresaliente de ella era su cabello, era largo, y de un rojo intenso. Era hipnotizante.

Sacala de ahí...

La voz de Deya lo hizo salir de sus pensamientos, tomó a la chica inconsciente, la tenía de su espalda y piernas, estaba listo a salir de ese lugar.
La vara volvió a encenderse, y con una fuerza, fue guiado nuevamente para salir de ese escalofriante lugar.

—Ya casi, Stella...— susurró con dulzura al ver como ella todavía respiraba.

La tomó con más fuerza, y de un salto él ya se encontraba fuera de las tierras oscuras.

Stella por fin estaba afuera de ese lugar.

Tanto Blinky como Aaarrrgghh estaban al borde de un colapso nervioso, el joven lo había logrado, había sacado a Stella del sitio.
Dejó a la joven en el suelo con suma delicadeza, se sentía cansado y sin fuerza alguna. Tanto asi, que cayó a la par de ella casi inconsciente.

—¡Jim!.— Claire fue a socorrerle con miedo de que le hubiera pasado algo trágico.

Intentó tocarlo, pero casi se quemaba. La armadura estaba demasiado caliente, prefirió dejarlo ahí, no podía tocar aquella armadura, y el miedo junto con el pánico estaba en todo su ser.

Los cuatro vieron que la armadura de Jim había desaparecido, y que la misteriosa luz que protegía el cuerpo lastimado de Stella fue hacia el Amuleto con rapidez.
Y volvió a salir de ahí, tomando una forma extraña.

El alma de Amelia siempre fue la que había protegido a Stella.

—Protectora Amelia...— dijo Blinky con sorpresa. Tanto Claire como Toby la observaban con sorpresa.

—Gracias, Blinky...— dijo ella con su voz tranquila y serena.—, me parece que te has ganado esto, Claire Núñez.— dijo ella observando la vara de las sombras y luego viendo a la joven Núñez.

—¿Usted protegió a Stella todo el tiempo?.— preguntó Toby con emoción, sin duda era toda una locura lo que sucedía.

—Sí, joven Tobías. Gracias a Merlín... Ahora podré descansar en paz...— susurró con satisfacción.

—¿Cómo sabe nuestros nombres?, ¿Jim estará bien?.— preguntaba Claire admirando la belleza que emanaba de Amelia.

La mujer sonrió.

—Es mi deber saberlo, y no debe preocuparse por el joven Cazatroles... Estará bien...— dijo con una sonrisa.

—¿La volveremos a ver?.

—Eso no puedo responder, estaré con el Consejo...— respondió.—, Blinky... Aaarrrgghh... Ya saben que deben hacer.— dicho esto, se fue de ahí. Volviendo al Amuleto.

Los demás fueron por Jim y Stella, los cargaron para llevárselos a Mercadotrol.
Blinky y Aaarrrgghh estaban ansiosos por la reacción de Stella ante la situación.

Pero sin duda, era un momento de paz. Estaban en la calma antes de la tormenta.

Stella había regresado, pero eso no evitaba la guerra que estaba por venir...