1 | Infinite 【Trollhunters; James Lake Jr.】

33 | Dear Trollhunter

❝Querido Cazatroles❞

┏━━━━ • ✿ • ━━━━┓

Demuestra que la amas

┗━━━━ • ✿ • ━━━━┛

La joven de mirada azul parecía haberse calmado tras horas de culpabilidad y remordimiento, mirando un nostalgia al Cazatroles que tenía a unos metros, y este viéndola de igual manera. Sintiéndose completamente estúpidos por colocar barreras entre ellos cuando en realidad se querían de verdad.

Aunque yo sé el porqué de mis barreras...

—Así que...— Jim habló con confianza, debía aclarar una duda que tenía desde la tarde.—, ayer tuviste una cita con Steve.— comentó con cierto descontento en su voz.

—No fue un cita.— le aclaró, haciendo que Jim dejara de estar tan tenso y se relajara.—, me invitó a una malteada porque me vio en malas condiciones... Es un buen renacuajo.— dijo sonriente.

Una cita quisiera contigo, Cazatroles

—¿Por qué estabas en malas condiciones?.— el chico se confundió, se supone que él debía estar así después de que ella le dejara en claro que no lo quería en su vida.

—Por ti...

Ella encogió sus hombros sin mirarle, no se atrevía, apostaba a que su cara estaba roja y no quería que él la viera. No después de llenarlo de su vida.

—¿Me besas, me alejas de tu vida, y ahora te pones mal por mí?.— la pregunta que decía el Cazatroles le ocasionaba una encantadora sonrisa.— Eres un misterio Stella.— le dijo mientras recordaba la vez en que ella utilizó aquella frase con él.

Usurna, quien escuchaba la conversación de Cazatroles y la adolescente, caminó hacia donde estaban encerrados junto a uno de los suyos. Haciéndose la superior a la adolescente y mirándolos con desprecio.

—Bajen al chico, debo hablar con él.— ordenó.

—¿A dónde lo llevas?.— Stella cuestionaba la autoridad de ella con demasiada desconfianza.—, te juro que si le haces algo yo.-

—¿Tú qué, Stella?.— retó la Troll.—, ¿Vas a matarme?, ¿Qué harás?... Te recuerdo que la que está encerrada eres tú.

—Haré que sufras de mil maneras si es posible, así que más te vale que cuidas de esa tono y no lastimes a Jim, ¿Quedó claro?.— la chica se agarró con fuerza de las barras de la celda haciendo notar su molestia.

Mientras que Jim era bajado, Stella y Usurna parecían decirme mil cosas con sólo las miradas que sostenían, teniendo una actitud repulsiva y arisca mutuamente.

—Llevenselo...— ordenó.—, los Trolls estarán mejor sin que un niño humano cometa errores, Merlín se equivocó al dejarle tal responsabilidad en sus manos, y se equivocó cuando decidió no matarte, Stella.

—¡ERES UNA MALDITA COBARDE!.— exclamó con repulsión.—, sé que me odias, que odia a mi madre... ¡Desquítate conmigo!...— exigió.— s-solo no le hagas daño a él...

Jim desapareció de la vista de ella, sólo escuchando los quejidos de él ante la fuerza bruta con la que era tratado.
El miedo parecía estar presente en la de cabello carmesí, quien no dejaba de mirar a la irritable Troll que odiaba desde niña.