06 | Sleeping Beauty

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Bella Durmiente

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Hay historias que no deben ser contadas

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—¿Creen que despierten?.— preguntó Toby con desesperación viendo como dormía Stella encima de una roca plana que servía como camilla, y cómo Jim, su mejor amigo, yacía en el suelo con su mochila como almohada siendo cuidado por Claire.

Blinky se dirigió hacia el cuerpo de la joven de cabello rojizo, y acarició su mejilla recordando que para él, Vendel y Aaarrrgghh era como una hija.

—De Maese Jim, él despertará en unos minutos, toda la energía que estuvo en su cuerpo lo hizo agotarse... Pero de la señorita Stella... No tengo ni la menor idea.— respondió con tristeza.

Claire veía fijamente la vara de las sombras con preocupación, seguía consternada por ver a Stella Miracle en aquel lugar.

—No puedo creer que estuvo mucho tiempo en ese lugar...— susurró.

—Bella Claire.— le habló el Troll de piel azulesca.—, ya no se ponga así... Al contrario, gracias a usted, ella está aquí... Toda la raza Troll está en deuda con usted.— dijo apoyandola.

Mientras Blinkous alentaba a Claire Núñez, el joven Lake comenzaba a despertar. Intentó abrir sus ojos, pero la iluminación de Piedracorazón le lastimaba con fuerza, su respiración era pesada, y la sensación de mareos aumentaba su reciente dolor de cabeza.

Emitió un suave quejido que fue escuchado por sus amigos.

—¡Jimbo, estás vivo!.— gritó Toby con emoción. Aunque eso le provocó más dolor de cabeza al Cazatroles.

Con pesadez en su cuerpo, el de 16 posó sus manos en su cabeza intentando calmar el dolor.

—¿Cómo se siente, Maese Jim?.— susurró Blinky al ver cómo se quejaba del dolor.

—Como si miles de toros me hubiesen pasado encima.— comentó adolorido.

Blinky lo miró con confusión.

—¿Ya lo han pisado miles de toros?.

—Blinky, es un decir.— dijo intentado sonreír.—, Tobes, ayúdame a levantarme.— pidió.

Su mejor amigo acató la petición. Cuando Jim ya estaba de pie por completo, le fue imposible no apartar la vista de la joven Stella Miracle.
Lentamente y con ayuda de Toby, se acercó a donde estaba la de cabello rojo, viéndola con curiosidad, asombro y como si fuera la persona más hermosa del planeta.

Algo muy raro en él.

Seguro es curiosidad, me gusta Claire...

—Es la bella durmiente.— afirmó Toby mientras la veía.

La Chica se veía tan serena, calmada y descansando. No había abierto los ojos, pero los adolescentes apostaban a que eran preciosos, se detuvieron en ese llamativo cabello largo, querían acariciarlo, se veía resplandeciente y suave ante la luz de Piedracorazón, examinaron su rostro, aunque Jim lo había hecho en el Reino de las Sombras, quería verla de nuevo. Su pálido rostro de porcelana estaba con algunos moretones y una cortada fina en su labio inferior.

Algo que no pasó desapercibido para el Cazatroles, quien tenía un pequeño impulso de probar si eran suaves como se veían.

¿Qué me sucede?

Blinkous Galadrigal no pasó por alto las miradas de los chicos, y con un gesto de enojo les habló.

—Bueno, bueno, la van a gastar si la siguen viendo. ¿No tienen algo qué hacer?.— cuestionó cruzando sus brazos superiores.

Ambos bajaron la vista avergonzados.

—¿Por qué les habla así?.— le preguntó Claire a Aaarrrgghh.

—Celos y sobreprotector.— gruño de la misma forma que Blinky.

Ambos Trolls eran muy delicados con Stella.

—¡Más vale que no sea una broma, Galadrigal!.— gritó Vendel entrando al lugar donde se encontraban.—, espero que tu paranoia no me.-

Vendel no terminó su frase al ver el cabello rojo de la adolescente.

—Es verdad...— la miró incrédulo.—, es ella... ¡Stella!.— se acercó con alegría.

—Nunca había visto a Vendel tan alegre.— comentó Toby.

El Troll de barba blanca miró con suma atención la respiración de Stella, estaba entre-cortada. Por suerte sabía qué le haría bien.
Caminó hacia una mesa donde sacó un trozo de Piedracorazón.

—Necesito que se vayan.— pidió con calma, aunque estaba preocupado.—, excepto tú, Cazatroles.— dijo hablándole a Jim.

Toby, Claire, Blinky y Aaarrrgghh, salieron sin protestar. Las palabras de Vendel eran serias, y tenía que despertar a Stella.

Cuando estuvieron solos, se dirigió a Jim.

—Cazatroles, necesito el Amuleto.— dijo extendiendo su mano.

Jim se lo dio sin protestar. Aunque moría de curiosidad, ¿Por qué necesitaba el Amuleto?.

Vendel se lo colocó en el pecho a la joven, causando más curiosidad en Jim. Luego, tomó una mano de ella y la colocó sobre el trozo de Piedracorazón.
En unos segundos, tanto el Amuleto como la piedra comenzaron a brillar.

Pero notó que la energía de Piedracorazón se trasladaba al cuerpo de Stella, y que eso le ayudaba con sus heridas, vio como desaparecían lentamente.

—¿Qué sucede, Vendel?.

—El Amuleto le ayuda con su energía, y Piedracorazón sana sus heridas...— respondió mientras la energía de la pequeña piedra se iba agotando.

—¿Por qué?.— preguntó con confusión, ¿Por qué necesitaba de eso?, ¿Qué historia ocultaba?.

Vendel sonrió ante la curiosidad del joven Cazatroles.

—Hay cosas que sólo la propia persona debe responder, Joven Cazatroles... Yo no puedo decir nada, Stella decidirá si hablará o no... Aunque, si fuera ella, le diría la verdad.— respondió devolviendole el Amuleto y dejando de lado la piedra sin vida.

Vendel fue en busca de los demás, y dispuesto a darle la noticia.

—¿Cuál será tu historia, Stella Miracle?.— preguntó Jim viendo a la recuperada chica.

Acarició su rostro con delicadeza, como si fuera a romperla ante si tacto.
Y con aquella delicada caricia y una sensación desconocida para ambos, sucedió lo esperado.

Stella Miracle despertó, y miró fijamente al joven que estaba con ella.

A lo que ella le pareció, una verdadera obra de arte.








1 | Infinite 【Trollhunters; James Lake Jr.】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora