1 | Infinite 【Trollhunters; James Lake Jr.】

30 | 'Ella's Love

❝El Amor de 'Ella❞

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¿Por qué no puedo ser normal?

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Jamás pensó que caminar por la desolada cuidad de Arcada durante la noche, la llevaría a la escuela. Sentada en el techo de aquella edificación miró la resplandeciente luna llena, debía admitir que se había enamorado de aquel satélite natural de la Tierra. Suspiró completamente consternada, qué debía hacer de ahora en adelante. Debía aprender a controlar sus impulsos y rápido.

Claire y Toby ya le temían.

Jim le temía.

—¿Por qué tuve que ser hija de Gunmar?.— le cuestionó a la Luna. Planeaba ir con Blinky cuanto antes, pero este último ya pensaría que ella estaba dormida.

Un suave maullido llamó su atención, encontrándose con el gato negro que parecía que la siguiese hacia donde iba, siempre se lo encontraba por las calles de Arcadia.

—Hola, gato.— saludó con desconsuelo al minino que se acercaba a ella. Acarició su cabeza de negro pelaje y este se acostó en las piernas de ella, como si de algún modo quisiera consolarla de su dolor.—, no sé qué hacer...— le confesó viendo los árboles mecerse al ritmo de la brisa fresca nocturna.

El gato negro emitió un sonido parecido a un lamento, compadeciéndose de ella. 

—No me arrepiento de ir a las Tierras Oscuras.— susurró.—, pero desearía que las cosas fueran de diferente forma...— admitió, el minino se tensó al escuchar la última frase, algo que la sobresaltó.— ¿Alguna vez has deseado ser otra persona?.— cuestionó.—, Dios, hablo con un gato, como si me fuera a responder...

El felino la miró de forma rápida ante aquella frase comentada.

—Tal vez no hables, pero eres bueno escuchando.— le halagó.

Suspiró dejándose llevar por la belleza de la deslumbrante Luna, acariciando el suave pelaje del felino, llevó su mano derecha hacia sus labios, tocándolos con suavidad, recordando aquel acto que había acontecido dos veces atrás, aquel recuerdo estaba impregnado en su memoria cual tatuaje, aquella sensación de los suaves y delgados labios del chico sobre los de ella hizo que cerrara sus ojos, como si de alguna forma retrocediera el tiempo y volviera a revivir ese momento una y otra vez, aquella calidez que él le había transmitido era algo único, aquellas mariposas volvía a causar revuelo en su estómago, acostumbradas a ellas, sonrió de forma automática, aunque ella lo había besado antes, como una despedida, recordaría más el que él le devolvió a ella, siendo una bienvenida hermosa, su corazón se regocijaba en emoción ante el recuerdo, aquellas emociones que experimentaba por primera vez le eran de lo más interesante, más si Jim era quien lo provocaba.

Hasta que su cuento de hadas se volvió una historia de terror.

Como si de un rayo que alumbrase el cielo gris en una tormenta fría y desolada, la imagen de Jim volvía a su mente, el miedo en sus ojos le hizo sentir escalofríos, alejado a unos metros de ella, usando la armadura que su padre había creado, empuñando la espada como si ella fuese el mismísimo Gunmar dispuesto a matarla en cualquier momento. Las mariposas en su estómago parecían haber sido destruidas, dejando una sensación de vacío y nauseas, abrió sus ojos con terror, corazón se afligía cada que repetía esa escena.

Recordándole la amenaza que era.

—Gato, creo que tomé una decisión.— murmuró con un nudo en su garganta, le dolía que sus temores comenzaban a salir y la consumían por completo.