La hija de Sirius Black (Fred Weasley)

Reuniones

Harry estaba por llegar a la casa. Varios miembros de la Orden del Fénix habían ido a su rescate mientras los demás se presentaban en la casa para la reunión que tendría lugar luego del rescate. 

- Ron todo saldrá bien.- dije mientras abrazaba al pelirrojo - Fueron aurores a buscarlo, esta Tonks y...- 

- Todo esta planeado pero no sabemos nada de el...- respondió - ¿No podrías comunicarte con el?- 

- Sabes que no Ron, pondría todo en peligro.- 

- Lo se, solo que siempre suele pasar algo mal.- afirmo el pelirrojo.

- En eso tienes razón pero hoy estará todo bien.- respondí con una sonrisa.

Pasaron los minutos hasta que oímos la puerta abrirse, no podíamos bajar pero escuchamos la voz del niño que sobrevivió para luego escuchar a alguien subir las escaleras.

- ¡Harry! - grito Hermione mientras lo abrazaba. 

Ron abrazo al pelinegro mientras le preguntábamos como se encontraba. Luego fue mi momento de abrazarlo y pedirle perdón por no comunicarme con el durante todo el verano. 

- Madd te llaman para que vayas abajo.- 

- ¿A mi? ¿Estas seguro Harry? No nos dejan escuchar o participar de las reuniones.- respondí. 

  - Si, totalmente seguro.- respondí riendo - Aun puedo escuchar muy bien.- 

- Que graciosos Potter, los dejo para que le expliquen que es lo que esta sucediendo.- 

Salí de la habitación con la intención de bajar las escaleras sin embargo dos pelirrojos se interpusieron en mi camino. 

- Preciosa...¿piensas romper las reglas?- dije Fred.

- Sabemos que no somo los indicados para decir esto pero...- 

- Creemos que es mejor no interrumpir las reuniones.- 

- No voy a romper las reglas, me han llamado para participar en las reuniones.- respondí.

- Esto es injusto, nosotros somos mayores y no nos han dejado participar.- se quejaron al unisono. 

- Ya, ya, ya... - dije callándolos - Ahora denme permiso sino quieren que les avise a la orden que piensan utilizar una oreja extensible para oír la conversación.- 

- ¡¿Como lo supiste?! - preguntaron ambos pelirrojos. 

Solo sonreí mientras me abría paso entre los gemelos para bajar las escaleras. 

- Madd...- me llamo George.

- Dejare un poco abierta la puerta.- afirme sonriendo. 

Los gemelos sonrieron y se desaparecieron en busca de los demás para comenzar a desarrollar su plan.

- Permiso...- golpee la puerta del comedor - Harry me dijo que...- 

- Adelante señorita Black.- respondí Dumbledore - Nosotros la hemos llamado.- 

- ¿Voy a formar parte de la orden?- 

- No, no hay manera de que eso ocurra.- respondieron Molly y Remus.

- Por el momento hemos decidido solicitarte una tarea, luego veremos tu lugar en la orden.- dijo Dumbledore guiñándome un ojo. 

- ¿Que clase de tarea?- pregunte - Yo no se si estoy lista para utilizar mi don...- 

- Esta completamente lista, ya ha logrado controlar su don en grandes escalas.- anuncio Snape.

- Esta vez Quejicus tiene razón hija, creemos que estas lista para hacer esta tarea.- dijo mi padre- Además si tu no quieres, no debes hacerlo y si tienes algún inconveniente deberás dejarlo.- 

- Vale, quiero participar.- respondí - ¿Cuál es la tarea?- 

- Deberás cuidar de Harry pero nadie puede enterarse Maddison.- anuncio Remus - Es totalmente entendible si no quieres...- 

- Voy a hacerlo pero con una condición.- respondí - Beth debe saberlo, por si algo me pasa...- 

- ¿Crees que estas en condiciones para exigir condiciones?- dijo pedante Snape.

- Quejicus le estas hablando a mi hija.- amenazo mi padre - Si no quieres...- 

- No hay problema con que la joven Stone este al tanto sobre la misión pero deberán ser discretas.- interrumpió Dumbledore

Asentí como respuesta sin saber que mas decir o hacer. 

- Querida podrías decirle a los demás que en cualquier momento vamos a cenar.- agrego Molly.

- Claro, ahora les digo.- 

Salí del comedor aun sin entender porque debía proteger a Harry o mas bien, no sabia a los que me iba a enfrentar al proteger al pelinegro. 

                                                                                    ***

Debía lograr proteger a Harry sin que se diera cuenta y al mismo tiempo poder mantener la conexión mientras dormíamos. 

Misión imposible, no podía mantener la conexión mientras dormía. Me estaba consumiendo las energías mas de lo que pensaba, estaba sumamente débil. 

- Madd deberías tratar de dormir un poco mas.- dijo Beth - Voy a ir en busca de algo de comer.- 

- Estoy bien Beth aunque estaría mejor si me traes un porción de tarta de melaza.- respondí riendo.

La rubia salio de la pieza mientras yo aprovechaba para cerrar mis ojos, realmente estaba muy cansada. Los nervios me consumían, al proteger a Harry, podía ver todos sus pensamientos y aunque intentaba ignorarlos, muchas veces eran demasiado fuertes como para ignorarlos. 

Sentí unos brazos rodearme y un perfume que reconocía a la perfección. 

- Hola preciosa.- susurro Fred.

- ¿Ahora soy preciosa? - pregunte - Ten cuidado Weasley, no vaya a ser que me vuelvas a tirar.- 

- Tu siempre seras mi preciosa, preciosa.- respondió galante.

- No soy de nadie Weasley y mucho menos de alguien que me tira ante la presencia de un otro.- 

- Oh vamos Madd, solo me asuste...- respondió - No quería que nadie nos viera.- 

- ¿Cuál seria el problema que nos vieran Fred?- 

- Solo tengo miedo Madd, no quiero que piensen cualquier cosa.- 

- No pareces demasiado Griffyndor en estos momentos.- respondí - Lo peor que podrían pensar es que estamos saliendo Fred, no seria el fin del mundo, o si?-

- No, Madd vamos tu me entiendes...- respondió - Podría ser tu padre, Harry o Remus... no quiero enfrentarme con ninguno de ellos.- 

- Eres patético Weasley.- 

- Pero aun patético, te encanto preciosa.- dijo abrazándome. 

Fred se coloco encima y comenzó a besarme, sus manos bajaron a mi cintura mientras su lengua se abría paso en mi boca. Nos besábamos desesperados, anhelando volvernos uno. Sus manos recorrieron todo mi cuerpo mientras besaba mi cuello.

- Ahora no tienes tanto miedo Weasley...- 

-  Te amo Madd.- respondió agitado. 

Sonreímos y seguimos besándonos con todo sentimiento a flor de piel, anhelando sentir los labios del otro, deseando la sutileza de nuestros toques. 

-¡WEASLEY! -