Promesas de compromisos

2.4K 201 68
                                    

Habían pasado varios meses desde la interrupción de los mortífagos en la boda del mayor de los pelirrojos. Ginny había tenido que volver a Hogwarts y nadie salía más de lo adecuado a las calles, los seguidores del Señor Tenebroso controlaban gran parte del mundo mágico.

Nos vigilaban, así que debíamos intentar parecer que nuestra vida seguía como lo seria normalmente. No era seguro comunicarse con el trio de oro, no sabíamos nada desde que se fueron.

La preocupación crecía un poco más cada día, el ambiente se volvía más oscuro y tenebroso. Había decidido continuar con las clases de Medimagía, pese a las constantes quejas y miedos de cada miembro de la familia Weasley. Si una guerra se aproximaba, debíamos estar preparados y contar con todos los conocimientos posibles.

Sin embargo, siempre hay un poco de luz en la oscuridad. Tonks estaba de licencia en su trabajo por su embarazo, lo cual era una tranquilidad entre tanto caos. Cada vez que la veíamos, su panza estaba un poco más grande.

Anne había mostrado sus primeros indicios de magia, lo cual generaba algunas risas y buenos momentos. Era una hermosa pelirroja, creo que nunca había conocido niña tan inquieta y curiosa como ella. Había enamorado a toda persona que estuviera cinco minutos con ella, estaba llena de amor y alegría. Sentimientos que necesitábamos en grandes cantidades para la época que estábamos atravesando.

-Hola preciosa. - saludo Fred- ¿Es muy necesario que asistas a clases hoy? Hace mucho tiempo que no pasamos un tiempo a solas y...-

-Definitivamente si, Weasley. - respondí divertida- No tengo intenciones de faltar a clase, aunque es cierto que hace mucho que no pasamos un tiempo solos...-

Me acerque a Fred, nuestros cuerpos estaban separados por escasos centímetros, sentía la dificultad para tragar del pelirrojo. Me encantaba ponerle nervioso, era algo sumamente gracioso.

-Sin embargo... no entiendo para que pasaríamos tiempo a solas...- susurre contra su pecho- ¿Cuáles serían tus intenciones conmigo? -

-Son tantas las intenciones, creo que seria mejor si te las mostrase. - respondió coqueto- Te prometo que será de tu placer...-

-No hagas promesas, que no estas seguro de poder cumplir. -

-Estoy seguro de que poder cumplirlas, no deberías preocuparte por eso. -

Sonreí, desafiando al pelirrojo con deseo. Sentí como sus manos apresaban mi cintura y sabía que era momento de escapar.

-Lo siento zanahoria, tengo clases en 20 minutos...- me separe de Fred, dejándole con su mayor cara de indignación- La puntualidad es algo que me gusta respetar. -

-Puedo notarlo Black, espero que también seas puntual para volver a casa. - respondió caminando a mi par- No seria justo dejarme esperando, soy tu compañero de vida, algo de valor debe tener. -

Sonreí ante la ocurrencia de Fred, era un buen nombre para la especie de relación que manteníamos. Le arrojé dos besos que fueron gustosamente recibidos y salí de la casa.

Había sido horrible, la clase había sido completamente horrible. Habíamos sido atacados por los Mortífagos, se habían llevado a dos de nuestros compañeros. Casi me reconocen, pese a la poción multijugos que tomaba constantemente.

Todo se estaba volviendo más peligroso, ya no tenían miedo de atacar de día. En un inicio éramos 150 alumnos, hoy solo quedábamos 20.

No podía hacer que mis lagrimas paren, sentía un dolor enorme en mi alma. Tenia la impotencia de no saber que hacer, el constante deseo que todo esto terminase y la furia de quedarme callada. Mi garganta dolía, mis ojos ardían y juro escuchar los gritos que daba mi alma.

La hija de Sirius Black (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora