Han pasado tres meses de su estancia en la vieja y pacífica casa donde vivía con Xiao XingChen y A-Qing, no parecía tan malo después de todo. Tenía muchos planes, lo cual era motivo de permanecer el tiempo que sea necesario con ellos. Se había pasado maquinando en esos días de recuperación; mil maneras de hacerle daño a su enemigo, quien ahora lo tenía a su merced sin que éste se diera cuenta.
Cuando le salvó la vida, el peor error que había cometido el cultivador de blanco, fue no averiguar de alguna manera quien era el joven muchacho que había salvado. Aunque a su parecer no era necesario ya que si éste se recuperaba pronto emprendería su viaje, ¿Vaya saber dónde? Pero no fue así, los días han pasado y su huésped aún no se iba, al parecer era de su agrado el estar con ellos.
Sin despertar sospechas el joven asesino trataba a su "nuevo amigo" de una forma un poco agresiva, más aún si quedaban los dos solos, eso pasaba bastante de seguido ya que la niña, que vivía con ellos salía la mayoría de las veces. Pero eso no quiere decir que cuando ella estaba en la casa no lo maltrataba, lo hacía igual pero los insultos eran más para ella que para él.
La jovencita que estaba con ellos, no había tenido una vida fácil, contaba con un sinfín de artimañas, pero no superaba éstas al joven muchacho, ¡Vaya que no!, Se podría decir que en su lista no estaba asesinar personas de manera masiva y sin tener una diminuta gota de piedad, pero Xue Yang ¡Sí que tenía esos atributos y mucho más! Además, de ser un cultivador, era un estudiante de las fuerzas demoníacas. Ésto acrecentaba con mayor amplitud su comportamiento, ya que tenía un corazón malo lleno de recentimientos, odio y venganza.
Repudiaba todo lo que sea a su parecer, "justo, verdadero y honorable". Sin contar con la amistad y el amor que ni siquiera conocía. A sus 17 años, ya había sufrido cosas que no debería sufrir un joven de su edad. A pesar que había vivido su niñez en las calles sin amparo de nadie supo cómo sobrevivir. Él justificaba su forma de ser por un motivo muy grande, el haber perdido su dedo meñique de su mano izquierda, desde muy pequeño por causa de un hombre muy malo. La verdad que el muchacho tenía razón, no solo esa vez le había sucedido eso, sino centenares de veces dónde las personas le hicieron daño, de alguna forma eso marcó su vida.
Sin embargo pudo elegir una manera un poco más buena de vivir, pero no fue así; hoy a su corta edad se había transformado en un asesino sin corazón, casi envuelto en la locura y sin conocer límite alguno, y luego, sin querer ni pensarlo siquiera aparece su contraparte, Xiao XingChen quien era un joven un poco mayor que él, lleno de cualidades, envuelto en la grandeza de la moral y la justicia, con un poder de cultivación superior, educado, bondadoso, criado en el seno de una secta honorable, que más se puede decir de este joven y apuesto maestro, era una lista de cosas sobresalientes.¡Cómo te odio! - Pensó Xue Yang al recordar su último encuentro que tuvieron - ¡No te imaginas cuánto! - Sonrió con sarcasmo.
¿Quién podría odiar a tal persona? Solamente él, a pesar que en lo más profundo de su ser había algo que le molestaba, y era esa extraña sensación que el joven taoísta le provocaba. Eso que aún no podía descifrar, pero que se interponía por algunos segundos en sus planes de venganza, aunque no sería motivo suficiente para no hacer lo que tenía planeado.
A-Qing al verlo sumergido en sus pensamientos, provoca un ruido con su bastón de bambú, se puede decir que la niña era "ciega", para todos menos para ella misma.
Pero por suerte eso no sabía el joven asesino, sin embargo, muchas veces dudó de su ceguera, pero no tuvo las pruebas suficientes como para decir lo contrario.
El muchacho siempre sobresalió por su perspicacia, una de las razones que lo mantenían con vida, pero la niña también resultaba ser muy astuta. Tanto así, que hasta ahora no se dejó descubrir.¡Deja de hacer ruido temprano ciega inútil! - Le dijo mirándola - ¿ No tienes nada que hacer? - Se rió de una manera maliciosa - Te iba a decir que fueras a ver el hermoso día que hace hoy - Hizo una mueca, como si fuera que se olvidó de algo - Oh... ¡Perdón , ahora que me acuerdo estás ciega! ¡Que pena! - Y se acercó a ella como si fuera a buscar alguna respuesta en sus ojos.
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Una Oportunidad Del Destino
FanfictionSPNOSIS En tus manos está tu destino - Y agregó mirándolo a los ojos - No puedes culpar a nadie de lo que ahora en adelante decidas hacer... Xue Yang solo la miró por un momento, como queriendo encontrar alguna razón lógica en aquellas palabras. Aú...