CAPITULO 17 "EL SECRETO DE XINGCHEN"

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La mañana había pasado como los demás días, entre risas, juegos, peleas y como siempre poniéndolo de mal humor los jóvenes a Xue Yang.
Aunque parecía que todo estaba bien con su Daozhang, ahora no era lo mismo. El muchacho lo miraba de lejos y sentía que éste se encontraba muy distante a él. Le dolía eso, nunca se iba a perdonar a si mismo del error que cometió. Todo lo que había logrado en estos meses lo tiró por la borda.

Se quedó pensando en la propuesta de A-Qing del casamiento. No era descabellada después de todo, casarse con XingChen era su próximo objetivo, pensó. Lo amaba tanto que no lo dejaría ir jamás. Entonces porque no asegurar su compromiso. Conocía como pensaba su compañero, si lograba que aceptará ya sería una ventaja muy grande para que Song Lan no le robara su lugar en el corazón de XingChen. Sabía que en cualquier momento aparecería, y tenía en claro que su Daozhang lo adoraba y que no guardaba ni un miserable resentimiento por él. ¿Qué tanto lo quería? Se preguntó. ¿Sería capaz XingChen de elegir entre ese y él?

Sin embargo mientras que Xue Yang pensaba que el distanciamiento de XingChen se debía a lo que hizo en la casa de citas estaba muy equivocado, el ensimismamiento de Daozhang se debía a qué regalarle para su cumpleaños.
Cómo Xue Yang le dijo que sus 18 años eran muy importante para él, pensó que un regalo valioso sería lo correcto. El problema es que no contaba con dinero suficiente para eso. Y lo que vendía en el mercado solo le alcanzaba para sobrevivir.
Eso lo desánimo mucho, porque quería darle algo con valor, algo que recordase toda su vida.

Se había olvidado por completo del engaño. Era verdad que estaba muy enojado pero también su amor sobrepasaba a ese resentimiento.
Tocó su corazón cuando dijo que no pasaría solo como siempre lo había hecho en los cumpleaños anteriores. XingChen se imaginó lo triste que habrá sido esos cumpleaños, más aún cuando niño. Y recordó que él siempre estuvo rodeado de sus amigos de cultivación en la montaña y ningún cumpleaños había pasado solo, excepto cuando quedó ciego y Song Lan lo abandonó. Así que también comprendía perfectamente lo que Xue Yang sintió todo ese tiempo.

Después del mediodía donde el sol de invierno era apreciado por todos. XingChen se encontraba en el patio junto a las escalinatas que tenía la vieja casa, el suave calor de los rayos y la fría brisa acariciaban su rostro. Y sus mechones de cabellos se movían al ritmo del viento frío.

Mientras tejía pensaba, y su rostro reflejaba tristeza, algunos momentos resignación, gestos que denotaban mil cosas, y más para la mente de Xue Yang, que creía que él era el causante de dicha tristeza y de todo los demás. Y sí, en cierta forma lo era pero no de la manera que éste pensaba.

Están quedando hermosos, hoy has trabajado mucho con esos canastos. - Dijo Xue Yang sentándose a su lado. - Me gustaría aprender hacerlos así te ayudo. - Agregó mirando cada gestos de éste.

Te enseñaré con mucho gusto pero hoy no Xue Yang, discúlpame pero necesito estar solo, no te ofendes ¿verdad? - Le respondió con un tono suave, no pretendía herir sus buenas intenciones.

Pero el muchacho pensó todo lo contrario. Y poniendo un gesto de desapruebo contestó: - Estás de mal humor hoy, parecía que te habías levantado contentó, que ocurrió que cambiaste de pronto.

Nada me ha pasado, solo quiero tejer y pensar, no te ofendas pero necesito mi espacio. - Aclaró y luego buscó su hombro, apoyó su mano derecha y agregó : - Dame ese tiempo para mí lo necesito. - Sintió como éste se tensaba, y sabía que se molestó, ya lo conocía como era.
Xue Yang quería estar todo el tiempo junto a XingChen, y lo que le dijo para él era un rechazo.

Está bien no te molesto más, avísame cuando puedo estar contigo, hasta que eso no suceda no te hablaré. - Se levantó de su lado y sin esperar respuesta se marchó.

Una Oportunidad Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora