CAPITULO 14 -"CASA DE CITAS" Parte 1

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Solo murmullos se escuchaban a lo lejos, los cuales se hacian más distantes a medida que abanzaban por un largo pasillo casi totalmente oscuro. Varias habitaciones habían en ese lugar.
Al abrir la puerta el joven que conducía a Xue Yang tomándolo de la mano le dijo: - Pasa ésta es mi pieza, aquí estaremos más cómodos y sin que nadie nos moleste.

La habitación era pequeña pero contaba con todas las comodidades, una tenue luz de una lámpara iluminaba el ambiente.

El muchacho se detuvo en la entrada de la habitación. Una lucha interna entre su razón y su corazón se libraba dentro de él. Uno le decía "no lo hagas te arrepentirás luego" y el otro " hazlo no le importas lo suficiente, él ama a otro" .

Vamos entra, que esperas. - Dijo el jovencito sin soltarse de su mano. - Está noche disfrutemos un buen momento juntos - Se acercó al él con una dulce sonrisa. Su voz era tan suave, sus gestos y su cuerpo tenían un leve parecido a XingChen, pensó de nuevo al observarlo detenidamente.
Y como coincidencia aún más estaba vestido de blanco, solo los bordados de su túnica diferenciaban a la del joven maestro.

Te dije que tienes un cierto parecido a alguien que conozco - Volvió a decirle, entrando despacio mientras acariciaba su mejilla. - Pero él lleva una venda en sus ojos. - Corrigió al recordar a quién le  había regalado éstos - Mejor dicho dónde estuvieron alguna vez sus ojos.

Y qué pasó con ellos, por qué ya no los tiene. - Al decir eso,  pasó sus manos por el hombro de Xue Yang .

Eso le hizo recordar también que los regaló por amor, y se enfureció aún más - No quiero hablar de él. - Respondió y pasó sus manos por la cintura del joven.

Notó que en la pieza había una tina en un rincón de la habitación casi oculta , recordó que muchas veces lo había hecho en el agua. Y sonrió al pensar que nada  cambió a pesar del tiempo.

Lo trajo hacia él un poco más y con un gesto picarezco le dijo: - Hay varias razones por la cuál quiero usar esa tina. Una es que estoy cansado y tuve un largo día. Necesito relajarme - Y besándolo suavemente en el cuello agregó : - Y otra es, que me ayudarás a cumplir una fantasía que tengo. ¿Qué dices?- Le susurró en el oído.

Encantado de complacerte. - Dijo el joven con una sonrisa y quiso  besarlo en la boca .

No. - Le dijo al entender las intenciones del jovencito. - Primero ve hacer lo que te pedí y luego seguimos. - Se retiró de él y su voz se hoyó fría.

Está bien lo que tú digas. Le diré a los sirvientes que me ayuden a preparar todo, tú ponte cómodo. - Señalando la cama.

Xue Yang se recostó en ésta, miró el lugar y pensó en su compañero. No podía dejar de pensar en él y en lo que le dijo.
En estos momentos quería estar en su cama y no en un burdel con alguien que tenía solo un simple parecido.

¿Qué  le diría XingChen si se enterase de dónde estaba y qué estaba por hacer? Respiró y un sentimiento de angustia lo invadió.
El hecho de tan solo pensar lo agobiaba, porque era más que seguro que todo terminaría hay.
Odiaba ahora sentir esa sensación de pánico,   antes de comprometerse con él, nunca le había pasado. Era algo que nacía de su corazón y se transformaba en miedo. ¿Le tenía miedo a XingChen? Pensó, es absurdo nunca le tuvo miedo a nadie. ¿Cómo entonces ahora nacía ese sentimiento que solo su compañero le hacía sentir?
Se levantó de la cama, y sacándose su túnica superior se dijo, ya basta con esa estupidez que siento. Desde ahora en más no permitiré que eso me afecte. Él no es mi dueño, ni yo  su esclavo. Soy libre de hacer lo que  quiera, cuando quiera y adonde quiera. Ya no voy a ceder más a ese maldito amor que siento. Y agregó: - Fue capaz de decirme en mi cara y sin tituviar que amaba a otro. ¡Qué nos quería a los dos!
Volvió a lo mismo, y eso acrecentó aún más su malhumor.

Una Oportunidad Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora