CAP 34 : " LA HISTORIA SE REPITE "

102 14 2
                                    

Se escuchó el grito angustiado de Xue Yang llamando con desesperación a su compañero en la escalofriante noche primaveral.

¡XingChen! ¡Adónde estás, no puedo verte! - Dijo mientras corría hacia las habitaciones, pero  nadie estaba. Los tres habían desaparecido en tan solo unos segundos. Los segundos que demoró en mirar esa figura a lo lejos.

La niebla invadió todo el lugar y peor aún ya no sentía la fuerza espiritual de XingChen por ningún lado.
Caminó rápidamente hacia el patio de atrás  y sin querer pisó algo brillante que  apenas se reflejaba en la oscuridad y la niebla.
Su corazón se paralizó por un momento al ver ahora con más claridad que se trataba de Shuanghua.
Se congeló su sangre al darse cuenta que a su compañero le había pasado lo que él tanto temía.

No deseaba continuar, por primera vez tenía miedo de  algo,  pero debía seguir buscando  necesitaba encontrarlo y después de caminar unos cuantos metros hacia la viejo depósito funerario vió a XingChen que  yacia innerte, pálido acostado dentro de un féretro.

Una risa burlona se escuchó de repente y sin más dijo :- ¿No te parece hermoso? ¡Claro que sí! Ni aún estando muerto dejaría de gustarte.

¡XingChen! ¡Despierta! ¡Despierta! - Dijo tratando de animarlo y luego miró con odio a Jin GuangYao :- ¿Qué le  hiciste?

Lo maté. - Respondió tranquilo caminando hacia él. :- Al menos eso parece. ¿Verdad?

¡Mientes! ¡Mientes! Solo quieres intimidarme. No es cierto todo ésto. Nunca te hizo nada para que tú lo lastimes. - Recalcó mirando a éste que sonreía con malicia.

Es verdad  yo no tendría por qué asesinarlo. Pero no fui yo quien lo hizo sino tú. - Respondió apuntando con su dedo índice.

Estás loco, yo jamás le haría daño. - Dijo muy seguro.

Claro que fuiste tú, debido a tu soberbia, a tu arrogancia,  no quisiste alejarte de él cuando podías hacerlo. Por querer tener su cariño cuando un miserable como tú no se merecía nada de un noble maestro como él.  Y me llevaría toda la noche para enumerar las razones que provocaron su muerte. - Explicó caminando alrededor de él.

Xue Yang solo abrazaba con fuerza el cuerpo innerte de XingChen, ni su corazón, ni su razón podían admitir que eso estaba sucediendo.

¡No está muerto!, ¡no está muerto! - Exclamó varias veces  y asintió :- Solo está dormido. ¡Despierta por favor! No hagas que te suplique. Sabes que sin tí no soy nadie, no soportaría perderte. - Decía mientras movía los hombros de XingChen.

Veo que no puedes creer. ¡Está muerto Xue Yang!  ¡Está muerto! - Recalcó Jin GuangYao acercándose aún más a él.

¡¡Mientes!! ¡No es cierto! Es una de tus alucinaciones para verme sufrir. - Dijo abrazando a su compañero.

Siente su corazón si no me crees y te darás cuenta que no se escucha latidos. Toca su piel, está fría. Mira sus labios están morados. Quieres que siga enumerando todo los indicios que indican un cuerpo sin vida. - Explicó describiendo tranquilamente cada detalle, los cuales Xue Yang no quería escuchar.

Era verdad su corazón no latía y todo su cuerpo estaba frío.
El dolor que sentía era inexplicable no podía doler tanto. No quería resignarse que XingChen se fue para siempre de este mundo.

Lo acomodó de nuevo en el féretro sin decir nada más, sus manos le temblaban y sentía cómo su alma se desgarraba en cada suspiro.
No estaba alucinando,  todo era real tan real como su desdicha, tan real como que iba a asesinar al miserable de Jin GuangYao de la peor manera posible, aunque su vida dejara en el intento.

Una Oportunidad Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora