Vuelvo A Casa (Primera parte trilogía Arde)

Capítulo 5

Le tomó un tiempo a Kaylin tranquilizar a la princesa después de encontrarla llorando.

Al principio Eiden, corrió por el edredón de su cama y se cubrió con este, antes de derrumbarse en el piso para llorar tanto que Kaylin pensó que necesitaba ayuda.

―Por favor no le digas a nadie. ―pidió entre sollozos.

Kaylin se quedó frente a la puerta, decidiendo que hacer, pero al ver a la princesa de aquel modo comenzó a caminar de regreso a la habitación.

Se arrodilló frente a Eiden.

―¿Se encuentra bien?

Eiden miró entre sus pestañas a la chica, las lágrimas estaban nublando su visión y limpio sus ojos con la sábana, tratando de calmar sus sollozos.

¿Cómo había dejado que aquello pasara? Y aún peor ¿por qué estaba llorando tanto?

―¿Necesita que vaya por su madre? ―ofreció Kaylin.

Eiden estiró su mano tan rápido para tomar el brazo de Kaylin y la sujetó firme mientras hablaba.

―¡No! ―Eiden le pidió. ―Por favor, te lo ruego, mi madre no puede ver esto.

Kaylin miró a la castaña sin entender.

―Kaylin, nadie nunca puede ver esto. ―murmuró muy bajo en un tono muy serio.

―Yo...

―Mira, no tengo tiempo ahora para explicarte, pero si realmente quieres este trabajo tienes que prometer que mantendrás este secreto.

Kaylin asintió.

―Eres quien me ayuda a vestirme así tendrás que encargarte de que ninguna prenda que use revelé esto. ―señaló su abdomen. ―o mis piernas.

Kaylin deseo preguntar, ¿por qué no podía nadie ver esa cicatriz o las piernas de ella? Pero no quería perder su empleo por su curiosidad así que solo asintió.

―Me encargaré de que ningún vestido esté abierto en el centro y que sea largo.

―Debajo de la rodilla puede ser un buen lago. ―Eiden comentó tratando de cambiar de tema y controlar sus sollozos.

Se terminó de secar las lágrimas y respiró profundo, luego tomó una bata larga de seda que se encontraba en la cama y fue al baño.

Kaylin se quedó parada en medio de la gran habitación, no estaba segura de que acaba de suceder pero tampoco esperaba saberlo pronto, comenzó a limpiar la habitación.

Eiden salió uno minutos después, con el vestido en la mano y se lo tendió a Kaylin.

―Es demasiado hermoso no pude evitar probármelo. Lo siento.

―No tiene que disculparse por nada, además es suyo, al menos esperaba que algún día usted pudiera ponerse algo que yo diseñé.

―¿Tú hiciste esto? ―Kaylin asintió.

―Lo hice hace unos meses para mí, para usarlo en alguna baile o cena real o algo como eso, pero nunca lo terminé por qué en ese tipo de fiesta nunca me aceptaría a mí como invitada.

Ella suspiró.

―Así que pensé en modificarlo para que usted lo usara, ya que si yo no puedo ir a esos eventos al menos el... ―levantó el vestido en sus brazos. ―podría hacerlo.

―Realmente es hermoso me encantaría poder usarlo.

―Podría cerrar el escote o ponerle algún tipo de encaje al frente para cubrir esa parte. ―la miro. ―Claro si realmente no le molesta usar algo hecho por mí.