― ¡Dios Eiden quédate quita! ―Kaylin gritó mientras ayudaba a Eiden a vestirse.
La princesa era un manojo de nervios mientras Kaylin arreglaba su cabello.
Era la última noche del festival, esta vez la celebración sería un gran banquete y luego un baile.
Su madre había logrado que una banda de músicos se uniera para tocar esa noche.
Ella no esperaba la parte del baile, no hasta que su madre se los contó esa mañana durante el desayuno, eso había puesto a Eiden nerviosa.
Pues el último recuerdo que tenía de haber bailado estaba mezclado con una serie de momentos que no quería repetir.
La última noche que bailo, estaba celebrando su cumpleaños. Recordaba cada momento de esa noche, el olor del bosque, la madera ardiendo en la fogata, el crepitar de las llamas, los colores, los aromas, y a él, ese último beso, ese último baile, recordaba ver al cielo y pensar que ella no podía ser más feliz y luego...
Ella vio las estrellas esa noche, era lo único que pudo hacer, memorizó cada una mientras la sangre corría...
―Te dije que te quedas quita no que te quedaras dormida― Kaylin la hizo saltar cuando hablo. ― ¡Dios! ¿Estás bien?
―Sí, lo siento. Estaba... estaba pensando y creo que me he perdido en mis pensamientos.
―Pues fueron muy profundos porque te has quedado muy callada. ¿Todo bien en esa cabeza?
―Todo bien. ―ella suspiro y continuó― ¿Has conseguido lo que te pedí? ―le preguntó cambiando de tema.
Kaylin asintió, mientras seguía trabajando.
Eiden dejó de pensar en días pasados y se concentró en ese día. El cielo estaba de un tono naranja precioso asomando en la ventana, ella podía verlo mientras Kaylin terminaba de arreglarla.
Todo comenzaría en una hora, ella aún no se había puesto el vestido, ni siquiera lo había visto. Su amiga se negó a mostrarle el vestido.
Cuando entro a la habitación saltando de emoción con el vestido muy bien resguardado en una bolsa, le pidió a Eiden que se sentara, que esta vez la peinara antes de ponerle el vestido.
Y los nervios de Eiden no le permitieron discutir. Así que solo se sentó y dejó que su amiga comenzara a trabajar en su cabello.
―Estoy emocionada por esta noche ―su amiga le sonrió.
― ¿Qué vas a usar esta noche?
―El vestido rojo.
―¿El que me mostraste el otro día? ¿Lo has terminado? ¿Tan rápido?
―Sí, tenía que hacer algo mientras estas ocupada.
―Además de hablar con las costureras.
―Si, además de eso ―Sonrió. ―Lady Eliza está demasiado enojada de que todo saliera bien ayer.
―No entiendo porque, mi madre decidió darnos un día a cada una para evitar enfrentamientos. Su día salió muy bien, debería sentirse feliz y dejar que los demás seamos felices.
Eiden bufó molesta, su prima era un dolor de cabeza, había pasado tanto tiempo discutiendo sobre el festival que Eiden agradeció cuando su madre soluciono todo dándoles a cada uno un día.
Pero incluso con eso su prima no está feliz.
―Creo que con eso terminamos ―Eiden tratan de verse, pero su amiga no lo dejó. ―No señorita, quiero que esta vez, te veas hasta que todo esté terminado. ―Y con eso la giró y comenzó a maquillarla.
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Vuelvo A Casa (Primera parte trilogía Arde)
RomanceEiden ha sobrevivido a un mundo destruido por la naturaleza, ahora debe enfrentar un mundo que comienza a reconstruirse en nuevos reinos. Ser nombrada princesa no será fácil y menos cuando ella oculta muchas cosas, las personas que rodean la corte d...