Había tenido una tarde increíble. Se había entregado a Andrew mientras probaban la cama, que hasta ahora había sido una de las mejores compras que había hecho en su vida.
Y luego él le preparó comida. Ambos comieron como si nada más importara, como si el mundo detrás de la puerta de esa casa no fuera nada.
Terminaron lavando los platos juntos mientras se salpicaban con el agua y se besaban de forma juguetona.
No entendía todavía como todo era tan fácil a su lado, hablar con él, contarle cosas, escucharlo hablar de su antigua vida.
―Mi padre amaba a mi madre, ella era demasiado dulce con todos, siempre ayudaba a otros. Nos amaba a Anthony y a mí. Apuesto que se hubieran llevado muy bien contigo. ―estaban sentados en el suelo de la cocina.
Él sostenía los pies de ella mientras acariciaba sus pantorrillas. Era un gesto suave y muy íntimo alejado de la pasión y lujuria.
―Me hubiera encantado conocerla, se que fue una gran mujer. ―estiró su mano para tocar su mejilla. ―Te crió a ti y eres un hombre increíble.
No pudo evitar las palabras que salieron. Espero su reacción, pero no hubo nada que le indicara su incomodidad.
―Y me agrada tu hermano es muy divertido.
―También le agradas Eiden. ― puso su mano en la de ella y la retiró de su mejilla para llevarla a su boca y dejar un beso en esta. ―Y creo que deberíamos irnos antes de que lleguen, no me gustaría que la viera así.
El señalo la camisa que ella tenia puesta.
―¿Vas a actuar como un macho celoso?― su tono burlón lo hizo mirarla.
―No, estaba señalando que esa camisa no le queda bien, se le ve espantosa, debería quitársela.
No pudo evitar sonreírle mientras se llevaba las manos al dobladillo de la camisa y se la sacaba.
Se cubrió los pechos con las manos. ―¿Estoy mejor así?
Él se inclinó y llevó las manos al cabello de ella y le soltó el pelo para dejarlo caer libre sobre sus hombros y espalda.
―¿Mejor?― preguntó con voz ronca.
―Un poco. ―entonces la besó, era dulce amable, un beso lento que anunciaba el comienzo de muchos más.
Era fácil perderse con él, la hacía olvidar sus problemas. Se sentía tan libre mientras la cubría de besos y llenaba su cuerpo con caricias.
Andrew la besó con devoción, la hacía sentir querida, especial. Era increíble como él podría hacer que su corazón latiera deprisa.
Toques suaves y gentiles. Tomándose su tiempo para cubrir cada parte de su piel desnuda. Podía sentir como él adoraba su cuerpo y besaba sus cicatrices sin dejar un centímetro sin recorrer.
La tomo en brazos y la llevo a la cama, mientras la besaba con dulzura. Ella sentía la diferencia. Sabia que él estaba siendo un caballero con ella y que estaba dejan de lado todo, ellos habían tenido esos encuentros donde solo deseaban satisfacer una necesitada.
Ahora ambos estaban entregando más que un cuerpo, al menos eso quería creer ella.
―Me gustan tus ojos. ―murmuró ella mientras él la acostaba en la cama con tanta delicadeza, que la hizo sentir tan frágil como un pétalo. ―Y me gusta tu boca.
Deslizo una mano con lentitud por su rostro, acaricio sus labios con sus dedos y él beso cada uno de ellos.
―Quiero hacerlo lento, quiero disfrutar estar contigo.
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Vuelvo A Casa (Primera parte trilogía Arde)
RomansEiden ha sobrevivido a un mundo destruido por la naturaleza, ahora debe enfrentar un mundo que comienza a reconstruirse en nuevos reinos. Ser nombrada princesa no será fácil y menos cuando ella oculta muchas cosas, las personas que rodean la corte d...