Sintió unos roces suaves sobre la piel de su abdomen, unos dedos cálidos que jugaban con esa parte por debajo de su ropa.
No abrió los ojos, no mientras dejaba que las caricias ahí siguieran, un beso en la cima de su cuello que comenzó un recorrido lento hasta su oreja y volvía a bajar al hueco de su cuello.
Apretó las sábanas con sus puños.
―¿Se ido ya el alcohol de tu sistema? ―murmuró ella.
―Un poco.
Eiden se giró en la cama para colocarse de frente a él. Tenia el torso desnudo y el cabello despeinado. La mano de él se acomodaron bajo su ropa y rozaro su costado, dejó su mano justo sobre la cicatriz de ella, con suaves movimientos la acarició.
Eiden alzó las manos y deslizó sus manos por el cabello de él tratando de arreglarlo un poco, después fue deslizando más y más su mano por su rostro delineando su forma, su nariz, sus pómulos. La vista fija en el mientras hacia cada movimiento.
―Una ducha fría podría ayudarte, quizás un café y una aspirina.
Él dejo su mano sobre esa porción de piel que resaltaba, mientras con su otra mano toma la de ella y la llevaba a sus labios y dejaba un beso ahí.
―¿Quiere ayudarme a tomar esa ducha? ―dejó su mano libre sobre el pecho desnudo de él.
El sol estaba colándose por las ventanas, y le daba una muy buena vista de él. Sus cabello sus ojos, su piel.
―¡Dios! ¿que pensaría el general si lo escuchara hacerle ese tipo de propuestas a la princesa?
Una sonrisa bailo en sus labios y deslizó su mano hasta la parte baja de su seno. Una caricia lenta bajo la tela.
―Imagino que se sentiría más escandalizado de escuchar lo que pienso hacerle.
De un suave movimiento la tomó de la cintura y la levantó para después sentarla sobre su regazo. Ella soltó una risita cuando su cabello golpeó su cara y él arrugó la nariz.
Tiro de ella y unió sus labios en un beso, lento, apasionado, lleno de alegría y promesas. Deslizo su lengua dentro de su boca y abrió sus labios para explorar cada centímetros de esta. Lo dejó, mientras llevaba sus manos por la espalda de él y acariciaba todo esa piel desnuda, sus músculos firmes bajo sus dedos. Su manos llegaron a sus brazos y apretaron sus músculos, quería sentir todo de él.
Un gemido salió de sus labios cuando el mordió un poco su labio inferior y devoró el sonido cuando volvió a besar sus labios.
Las manos de él subieron su suéter y la alejo lo suficiente para sacarlo por su cabeza. Un besó y luego se inclinó sobre su oído para decirle
―Buenos días.
―Buenos días a ti.― sonrió al decirlo.
―¡Eres hermosa! ―la mirada de él recorrió la parte de su cuerpo que estaba expuesta, de la cintura para bajo ambos tenían las sábanas cubriéndoles.
―¿Lo dices en serio? ¿O solo para que te deje follarme ahora?
Una sonrisa de lado y él sol alumbró sobre su rostro. ―Eres hermoso.
Otra sonrisa y la entrepierna de ella pálpito.
―Mentirosa.
―Olvidas que tengo pruebas, señor "Guardia más guapo del reino".
Él se inclinó y la besó. Se acomodó sobre él para poder tocarlo mejor.
―Si esas chicas de ese club de fan tuyo supieran que pasarte la noche en mi cama me matarían.
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Vuelvo A Casa (Primera parte trilogía Arde)
RomanceEiden ha sobrevivido a un mundo destruido por la naturaleza, ahora debe enfrentar un mundo que comienza a reconstruirse en nuevos reinos. Ser nombrada princesa no será fácil y menos cuando ella oculta muchas cosas, las personas que rodean la corte d...